Es
coordinador de la Sección Gente del Mar de la Federación Internacional de
Trabajadores del Transporte (ITF, por sus siglas en inglés), y asistió a la
Reunión Regional de Planificación realizada recientemente en Buenos Aires. Sirel
recabó su opinión sobre diversos aspectos vinculados a la actividad pesquera.
Carlos Amorín y
Jon Whitlow |
-¿Cuáles era las
expectativas antes de iniciar esta reunión?
-No esperábamos
tener una sorpresa, porque esta reunión forma parte de un proceso extenso que
hemos iniciado hace tiempo, y que venimos conduciendo para llegar a consolidar
una estrategia. Tenemos interés en conocer la opinión de todos los
participantes, que conforman un grupo bastante heterogéneo, y todos ellos
enfrentan problemas muy serios en sus respectivos países. Nuestro objetivo
principal es lograr un compromiso para cambiar y poder fortalecer las
estructuras sindicales en el ámbito pesquero.
-¿Qué cambio sería
ése?
-Uno que oriente
el esfuerzo hacia la organización de los trabajadores, ya que en esta actividad
los sindicatos son bastante débiles, el nivel de representación no es muy bueno
por la naturaleza misma de la actividad y también por los fuertes ataques que
han recibido las organizaciones. Pero lo primero es saber qué opinan los
trabajadores de sus propias organizaciones y qué están dispuestos a hacer para
mejorarlas.
-¿Qué resultado
crees que se está obteniendo en esta reunión?
-Puedo decir que,
en general, el panorama es alentador, pero aún nos queda mucho camino por andar.
Espero que el trabajo en grupos que se está realizando en este momento sea útil
para determinar hacia dónde debemos ir. También están representados aquí varios
sindicatos a los que no conocíamos muy bien, y ese objetivo creo que ya lo hemos
cumplido.
-¿Cómo califica la
situación de los sindicatos pesqueros latinoamericanos en relación con
organizaciones similares en el mundo?
-La realidad aquí
es variada, ya que hay áreas donde no hay sindicatos y otras donde son muy
fuertes, inclusive más que el promedio en el resto del mundo. Creo que están en
una situación mejor que en la de Asia-Pacífico, por ejemplo, donde los
niveles de sindicalización son extremadamente bajos. También hay que ver que las
industrias son distintas, ya que allá sólo se aporta la mano de obra para los
buques de bandera extranjera y acá existen flotas locales. Quiero decir que la
forma en la que el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), de
Argentina, ha consolidado su posición, es sumamente impresionante.
-¿En la pesca se
está produciendo una concentración empresarial como en otras ramas?
-Sin duda, y esa
es una de las principales razones por las cuales la UITA y la ITF
tienen tantos deseos de establecer una cooperación. Diría que lograrla es de
vital importancia, porque sobre todo los propietarios de las empresas de
procesamiento y de comercialización de pescado se manejan de tal manera que, aún
cuando no sean los dueños de los barcos de pesca, los controlan totalmente.
-Para muchos no
parece evidente la relación entre el transporte y la pesca.
-Si un observa el
nivel de exportaciones de los productos de pescado de zonas como Medio
Oriente o Europa y el de otros países productores, surge claramente
la relación entre la pesca y el transporte. Aunque en esta rama hay mucha
oscuridad sobre el punto, ya que las banderas de conveniencia a menudo
dificultan saber quién es el verdadero propietario de esos buques. Además hay
flotas de barcos congeladores y otras que transportan contenedores refrigerados,
y siempre es muy difícil saber qué contienen. Pero es verdad que el transporte
marítimo tiene poca visibilidad para la gente, y esto ocurre también con
respecto a las tripulaciones que están a bordo de los buques pesqueros. Sin duda
tenemos que continuar investigando y obteniendo información de las empresas para
conocer con mayor precisión otros detalles de la actividad a nivel global.
-¿Cómo definirías
la relación actual entre ITF y la UITA?
-Muy buena.
Siempre lo ha sido, y hemos obtenido cooperación en una cantidad considerable de
casos. La última vez que estuve Ginebra tuve la oportunidad de visitar la
oficina de la UITA donde pude presentar el plan que intentamos
desarrollar. El secretario general, Ron Oswald, tuvo la gentileza de
presentarme a los funcionarios vinculados a esta temática, y allí conocí a
Gerardo Iglesias, secretrario regional para América Latina. Además, creo que
ambas organizaciones enfrentamos los mismos desafíos.
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