Informe
del Sindicato Autónomo Tabacalero (SAT)
La British American Tobacco (BAT) una de las grandes transnacionales del
tabaco, entre otros países con subsidiarias en Argentina, Brasil, Chile y
Paraguay, se instaló en Uruguay en el año 1998. En el año 2000 mantuvo
conversaciones con la Asociación de Fabricantes e Importadores de Tabacos
y Cigarrillos (AFITyC) a los efectos de integrarse a la misma, poniendo
como condición no tener la obligación de reconocer el Convenio Colectivo
que nuestro Sindicato tiene pactado con la Asociación. Esta pretensión,
coloca a nuestro Sindicato en una situación difícil por dos razones
fundamentales:
1) ¿Cómo sindicalizar
a los trabajadores de BAT sin garantizarles la cobertura del Convenio
Colectivo?
2) Tampoco podemos
discutir un convenio colectivo diferenciado (con menores beneficios y
salarios) con una de las dos más grandes transnacionales del sector, pues
eso llevaría a que otras empresas reclamen un tratamiento similar y, por
lo tanto, al fin del Convenio Colectivo vigente.
BAT
contra el doble
IMESI
En Uruguay existe el
denominado Impuesto Específico Interno (IMESI) que grava la producción
nacional de cigarrillos con el 66,5% del precio de venta. Los cigarrillos
importados desde países del MERCOSUR experimentan un recargo de 30% sobre
el IMESI y los cigarrillos importados extra-Mercosur un recargo del 100%,
que se conoce como “doble IMESI”.
En marzo de 2000, BAT
Uruguay se manifestó a través de comunicados de prensa contra el doble
IMESI, aduciendo que este impuesto ponía en peligro su inversión de US$ 15
millones en el país. Los comunicados de prensa finalizaban expresando:
"por todo esto necesitamos reglas justas y claras. Uruguay debe
implementar los compromisos internacionales asumidos en el Mercosur y en
la Organización Mundial del Comercio".
Aun más claras
resultaron las declaraciones a la prensa del gerente de marketing de BAT
Uruguay, aduciendo que la doble imposición del IMESI a la mercadería
importada “impide la complementación de la producción local con
productos traídos desde filiales de la compañía, básicamente Argentina y
Chile”. Estas declaraciones ponen de manifiesto que el interés de BAT
no es la de producir en el Uruguay. La intención es exportar a Uruguay
desde otras filiales de la zona, donde sus fábricas cuentan con capacidad
de producción ociosa. Logrado esto, su pequeña fábrica en Montevideo se
convertirá en un simple depósito de cigarrillos importados.
Además, llama la
atención que se mencione a Argentina y Chile como los países desde donde
sus filiales complementarían la producción uruguaya, despreciando a
Brasil, donde Souza Cruz (la mayor subsidiaria de BAT en el mundo) está
construyendo una mega planta en las cercanías de la ciudad de Porto Alegre
(800 km de Montevideo). Por otra parte, en algunas ferias vecinales se
venden cigarrillos con la marca Belmont (fabricados por la filial
de BAT en Venezuela) a mitad de precio que el de las marcas nacionales,
sin que BAT haya manifestado públicamente su preocupación por este hecho,
¿es que esta operación de contrabando no atenta contra su inversión en
Uruguay?
Para nuestro Sindicato,
esta política encierra dos claros propósitos:
1.- Siguiendo el
ejemplo de Coca-Cola, su objetivo es establecer mega plantas desde las
cuales abastecer a toda una región (Mercosur). Esta ventaja en la escala
de producción, le permitirá enfrentar a la competencia, debilitada ésta,
llegará el momento de proponer adquisiciones o fusiones. Es lo que vimos
en el caso de la fusión con Rothmans en 1999 y el anuncio a los
accionistas que se esperaban una reducción de los costos anuales de 407,7
millones de dólares a partir del tercer año, principalmente por la
reducción del número de trabajadores, unos 70.000 entre ambas compañías.
2.- Optar por el sistema
de maquila, experiencia que se está desarrollando en Paraguay, donde
existen 25 empresas tabacaleras, entre ellas BAT, trabajando en un régimen
muy parecido al existente en las zonas francas: bajos salarios, sin
ninguna cobertura social, sin sindicatos, etc. y dedicadas
fundamentalmente a la exportación. Ninguna de las dos posibilidades son,
ni serán aceptadas por nuestro Sindicato.
Como estrategia a seguir nos
estamos planteando declarar un boicot a los productos de BAT,
especialmente a la marca
Montana.
El anterior informe está basado
en las reuniones mantenidas con los órganos de dirección de las
organizaciones donde nuestro Sindicato está representado:
Mesa Representativa del PIT-CNT,
Mesa Coordinadora de Gremios de la
Alimentación (PIT-CNT), Unión Internacional de
Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco
y Afines (UITA) y su Grupo Profesional de Trabajadores del Tabaco.
En el mundo globalizado
de hoy, ya no existen las fronteras para el capital transnacional, que se
mueve rápidamente de región en región buscando las condiciones mas
propicias para aumentar su acumulación de capital, importándole poco y
nada los aspectos socio-económicos que provocan, como la desocupación, el
deterioro salarial y de las condiciones de trabajo, etc.
Por su parte los
gobiernos, dado su afán de atraer la inversión extranjeras, son
chantajeados por las compañías transnacionales para que se les otorguen
condiciones especiales (exención de impuestos, desregulación laboral,
precariedad, no respeto a los laudos mínimos, etc.). A lo que se suma la
presión que en el mismo sentido realizan organismos internacionales como
el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, etc.
Las políticas de los
distintos gobiernos de la región se convierte en la práctica en una
entrega de las conquistas laborales; en la desprotección de
industrias claves como el agro, el comercio y los servicios; en la
malversación del patrimonio nacional a través de las privatizaciones, en
el recorte de los gastos sociales (salud, educación, vivienda). Es claro
que estas políticas atraen algunas inversiones, pero las de un capitalismo
rapaz y especulador, cuyo resultado no se refleja en la disminución de la
tasa de desocupación, ni en el abatimiento de la deuda externa, ni en una
mejor calidad de vida para la población.
En consecuencia, no es
casualidad el elevado número de conflictos en industrias tan dispares unas
de otras en Uruguay. Todo se debe a la política económica de un gobierno
aferrado en mantener un modelo neoliberal que ha fracasado en todo el
mundo. Muy cerca nuestro tenemos el ejemplo de Argentina, en su época el
mejor alumno y consecuente ejecutor de las recetas del FMI. Mientras,
nuestro presidente piensa que gobierna a un pueblo de
imbéciles:
antes de su viaje a los EE.UU. justificó los nuevos impuestos con el
argumento de que perder el investiment grade (grado de inversión)
resultaría una catástrofe para el país, en EE.UU. se enteró que el
investiment grade que tenía Uruguay se había perdido y muy suelto de
cuerpo declaró que eso no tiene ninguna importancia ... pero la suba de
impuestos se mantiene.
Compañeras/os el
panorama es realmente grave, dentro de nuestra industria que durante años
las empresas definieron como “una isla”, si bien hoy las empresas están
exportando, eso significa estar atado a las variantes de la región y por
lo tanto, es algo que puede cambiar de un momento a otro.
Otro punto a tener en
cuenta es el mercado interno y cuidar este mercado es responsabilidad de
las empresas. Al hacer este informe sólo pretendemos ser honestos, jugar
con las 40 cartas del mazo, como también decirles que no es nuestra
intención salir a asustar a la gente. Equivocados o no, nuestra obligación
es informar, organizar y prevenir, esa es la actitud que mantendremos
mientras estemos en el cargo.
Montevideo,
20 de
febrero de 2002
Comisión
Directiva
Batoví 2088 - Montevideo - URUGUAY
e-mail:
sat@chasque.apc.org
|