Al
conmemorarse este 1º de Mayo, los trabajadores y
trabajadoras de Guatemala nos encontramos sumergidos en una
serie de problemas, dificultades sociales y económicas. En
franca crisis por la falta de políticas en beneficio de la
población, para alcanzar una vida digna y segura en un marco
de respeto, que PERMITA SU DESARROLLO INTEGRAL.
Los bajos
salarios de quienes tienen el privilegio de tener un trabajo
formal, el creciente índice del subempleo y desempleo, así
como la falta de vivienda, las precarias condiciones en la
prestación de los servicios básicos como salud, educación y
otros, son factores que inciden en muchos de nuestros
compatriotas que se ven obligados ha emigrar en la búsqueda
de nuevas y mejores oportunidades.
Nos preocupa
la clara falta de políticas públicas de prevención y
atención ante los inminentes riesgos en que se encuentra la
población, que ha sufrido las consecuencias de los desastres
naturales.
Un gobierno
débil que tiene –por lo general- grandes dificultades para
generar acuerdos nacionales y para atender los problemas de
la población. Así mismo, los escasos recursos no se manejan
con responsabilidad y existe muy poca transparencia en su
destino. Por lo cual las grandes mayorías desposeídas de
este país no perciben beneficio alguno.
Todavía se
viven altos grados de discriminación en todos los niveles,
indígenas, mujeres, niños y personas de la tercera edad,
entre otros, son victimas de este fenómeno.
A estos
aspectos internos tenemos que agregarles los externos.
Estamos claros que existe un nuevo orden económico y
político internacional, mucho más excluyente y desigual que
los anteriores. El proceso de globalización plantea una
mayor importancia del comercio en la generación del producto
bruto mundial y un proceso de innovación tecnológica, que
solo fomenta la creación de más pobreza y de mayor
desigualdad en el mundo.
En el contexto
global actual, los estados nacionales han perdido soberanía,
los gobiernos tienen menos margen de maniobra y sus
políticas pierden eficacia, convirtiéndose éstos en
cómplices de un sistema que enriquece a unos pocos, en
menoscabo de las grandes mayorías.
Las
instituciones son débiles y la gobernabilidad democrática se
resiente.
Lo
internacional también plantea serias limitaciones para la
acción gubernamental, como consecuencia de los compromisos
multilaterales, regionales o bilaterales que se suscriben
bajo la significativa influencia de las empresas
transnacionales y la dependencia del endeudamiento externo.
Este escenario
es cada vez más lamentable para el caso de Guatemala. Se ha
demostrado que el Tratado de Libre Comercio con Estados
Unidos, ha tenido un impacto negativo en las condiciones
sociales y laborales, haciendo éstas más excluyentes que las
actuales.
Cada día el
empleo en este país es más inestable, así como los derechos
laborales, los cuales no se reconocen y mucho menos se
respetan, tal es el caso del capitulo 16 cláusula laboral de
el TLC-CAUSA, que se limita a un espacio que refleja solo
buenas intenciones de voluntad sin que se haga nada para
cumplirlo, contiendo únicamente sanciones generales. Estas
sanciones deben ser especificas, obligatorias y de acción
sancionatoria y coercitiva en contra de quienes infrinjan su
contenido.
La tendencia
es hacer que bajen los estándares sociales y laborales
establecidos en las legislaciones nacionales e
internacionales. En ese sentido denunciamos: NO EXISTE
UNA PLENA GARANTIA DEL CUMPLIMIENTO DE LOS DERECHOS
LABORALES, PRINCIPALMENTE EN LO RELATIVO A LA LIBERTAD
SINDICAL Y LA NEGOCIACION COLECTIVA.
La irritación
ante las injusticias conlleva a estallidos sociales, por lo
tanto es de suma urgencia fomentar la integración y medidas
eficaces que conlleven la búsqueda de condiciones más
humanas y un nuevo mundo justo y equitativo.
Por lo tanto,
si el modelo neoliberal ha fracasado y ha sido ineficaz ante
las grandes necesidades de la gente, es necesario buscar
nuevas estrategias de desarrollo integral que se enfoquen
fundamentalmente en la persona humana y que afronten con
dignidad y seriedad los principales desafíos que la
coyuntura nacional e internacional demandan.