Entre el 10 y el 14 de marzo próximos, la Confederación Nacional de Trabajadores en la Agricultura (CONTAG) de Brasil celebrará su 10º Congreso en la capital, Brasilia, en el cual se debatirán temas polémicos y esenciales para el futuro de la organización, y se realizarán las elecciones de nuevas autoridades. El actual vicepresidente y responsable de Relaciones Internacionales, el compañero Alberto Broch, encabeza una lista de unidad donde lograron integrarse las diversas tendencias presentes en la Confederación y, por tanto, será la única lista presentada. Alberto es bien conocido por las organizaciones que integran la UITA en América Latina y en el mundo. No obstante, al momento en el que se apresta a asumir la máxima responsabilidad de la mayor organización de agricultura familiar sindical del Mundo, Sirel creyó conveniente dialogar con él y trazar una breve semblanza de su historia personal, su carrera sindical y sus desafíos hacia el futuro.

Es el mayor de los once hijos de João y Angela. Nació en un pequeño municipio del interior de Río Grande do Sul llamado Alto Alegre, cerca de la meseta central de ese estado. Tiene 53 años, está casado con Marení con quien tiene dos hijas: Luisa Regina, de siete años, y Ana Julia, de 16 meses.

Sus padres son descendiente de agricultores inmigrantes italianos –del Veneto y de Trento- que llegaron al sur de Brasil mediando el siglo XIX. Todos sus descendientes, incluyendo la familia de Alberto, han sido pequeños agricultores. De hecho, la mayoría de sus hermanos y hermanas continúan siéndolo.

Él, como sus hermanos y hermanas, nació en el campo y aprendió a trabajar en la chacra manejando animales domésticos y laborando en los cultivos. Al igual que sus abuelos, experimentó las mismas dificultades económicas de todos los agricultores familiares.

Recuerda aún cuando ayudaba a desbravar el campo, abriendo espacios para los cultivos utilizando yuntas de bueyes, sin la ayuda de las máquinas que llegarían recién mediando los años 70.

Con muchas dificultades prácticas Alberto terminó el cuarto grado en una escuela rural de la zona, cuando debió interrumpir los estudios.* La cultura de la comunidad a la que pertenecía marcaba que los mayores debían ayudar a criar a los más jóvenes y a trabajar en el campo. Eran épocas en las cuales la mano de obra familiar nunca era suficiente, y eso dificultaba la consecuencia en los estudios.

Tres años después de haber abandonado la escuela se instrumentó un curso nocturno y compactado al cual Alberto asistía a pesar de que, cada noche, debía viajar siete kilómetros para ir y otros tantos para regresar, a veces caminando, a veces a caballo. Para el segundo año la familia ya había comprado un pequeño tractor y Alberto recibió la autorización de su padre para ir a los cursos en él.

Infelizmente, al cabo de los tres años el Ministerio de Educación no reconoció como válido ese curso y exigió que, para continuar estudiando, quienes asistieron a él debían someterse a una rigurosa prueba de conocimientos. Sólo dos de los 30 que se presentaron salvaron la prueba, y uno de ellos fue Alberto.

Su logro fue vivido como propio por la comunidad, y los profesores conversaron en varias oportunidades con el padre de Alberto para que accediera a que el muchacho continuara sus estudios. Así, Alberto inició el primer año de preuniversitario en el municipio de Espumoso, a 25 kilómetros de su casa. Cada día cubría el primer tramo en bicicleta o a caballo, y luego tomaba un transporte colectivo que era una camioneta Combi.

Ya en ese mismo año, su padre, junto a varios vecinos, compró una cosechadora, por lo que al año siguiente Alberto abandonó los estudios y se dedicó de lleno a trabajar el campo. Ese cambio marcaría también el inicio de la militancia comunitaria de Alberto, principalmente en el marco de las diversas Pastorales de la iglesia católica.

Naturalmente, a partir de su compromiso con la Pastoral da Terra, Alberto entró en contacto con el movimiento sindical agrícola que convidaba a los llamados “líderes de base” a participar en sus reuniones y actividades.

A principio de los años 80 fue designado en el Consejo de Administración de la Cooperativa Agraria y de la Cooperativa de Crédito locales, se asoció al Sindicato de Trabajadores Rurales de Espumoso y participó en la Directiva como último suplente de la Comisión Fiscal. Apenas tres años después, en 1986, Alberto fue elegido presidente del Sindicato. Al año siguiente resultó designado coordinador del polo regional de la Federación.

En 1989 fue electo vicepresidente de la Federación de Trabajadores en la Agricultura de Rio Grande do Sul y se afincó en la ciudad de Porto Alegre. Fue reelegido en ese cargo, pero no llegó a completar el mandato porque a principio de 1995 fue elegido secretario nacional de Política Agrícola de la CONTAG, cargo que ocupó durante dos mandatos. Desde entonces vive en Brasilia.

En 2001 fue elegido vicepresidente y responsable de Relaciones Internacionales de la CONTAG, responsabilidad que le fue renovada en 2005 hasta la actualidad. En 2006, fue electo al Comité Ejecutivo Latinoamericano de la UITA y desde 2007 integra el Comité Ejecutivo Mundial de nuestra Internacional.

En conversación con Sirel, Alberto explicó las características y la importancia que tendrá el próximo Congreso de la CONTAG.

-¿En este Congreso se elegirán nuevas autoridades?

-Así es. Durante los cinco días pasados estuvo corriendo el plazo reglamentario para presentar las listas que participarán en las elecciones que celebraremos durante el Congreso. La Comisión Electoral, integrada por cinco personas provenientes de las grandes regiones del Brasil, respetando también las cuotas establecidas para mujeres y jóvenes, recibió una sola lista cuyo lema es “CONTAG por la base” que está encabezada por mí, y contando como vicepresidenta a la compañera Alessandra da Costa Lunas.

-¿Cómo surgió esta lista unitaria?

-Después de un largo y ardoroso proceso de discusión interna. Es una lista de composición donde están representadas las distintas vertientes ideológicas presentes en la CONTAG, y fundamentalmente las que se expresan en las diferentes centrales sindicales de Brasil. Esta será la lista presentada para su votación a nuestro próximo 10º Congreso que celebraremos entre el 10 y el 14 de marzo.

-Ese trabajo unitario previo permite seguramente eliminar cualquier clima de competencia interna, y llegar al Congreso en un clima de entusiasmo...

-Lo más importante para la CONTAG era realizar el esfuerzo de llegar a una lista de composición. Por supuesto que existe el espacio y el derecho democrático de que se presenten varias listas, incluso esto habría ocurrido si no hubiésemos tenido la capacidad de llegar a esta lista de unidad, pero todos los principales dirigentes de la CONTAG teníamos la convicción de que para nuestra organización, en esta coyuntura actual, lo esencial era llegar a acuerdos internos. Creemos que quien gana con esto es la CONTAG. Es verdad que tendremos un Congreso con menos disputa electoral, pero tenemos en debate temas muy polémicos, y eso augura momentos de discusión franca y acalorada, como los hay en todos nuestros Congresos.

-¿Cuáles serán los principales temas que se debatirán?

-La CONTAG elaboró con bastante anticipación lo que llamamos el “Cuaderno de Tesis” que recorrió el país de punta a punta, pasando por todos los municipios y siendo debatido en más de 120 plenarias, algunas regionales otra estaduales, que se realizaron entre fin de 2008 y principio de 2009.

Es un documento con más de 800 ítems que contiene una amplia evaluación de las coyunturas nacional e internacional, del movimiento sindical y de nuestro proyecto de Desarrollo Alternativo Rural Sustentable y Solidario que es la gran directriz de la CONTAG. También presenta un análisis de los once grupos de trabajo que corresponden a otras tantas áreas en las cuales actúa nuestra organización, que abarcan, entre otros, los asuntos agrícolas, sociales, ambientales, de la tercera edad.

En estos temas tenemos una variedad de sugestiones, de críticas y de nuevas propuestas de perfeccionamiento del trabajo surgidas desde esas reuniones plenarias para enriquecer el documento base, y que deberán ser puestas en debate en el Congreso para decidir cuáles de ellas son incorporadas.

Hablaremos de política agrícola, política agraria, política de desarrollo, pero seguramente los debates más ardientes se darán en torno al propio sindicalismo, sobre las formas de verlo en la actualidad y con la diversidad de opiniones que tenemos.

Otro tema bastante palpitante se refiere a las centrales sindicales. Hoy tenemos una CONTAG  que está afiliada a la Central Única de los Trabajadores (CUT), pero a partir de 2007 tenemos un hecho nuevo en Brasil como fue la creación de una nueva organización llamada Central de los Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CTB), que fue fundada en parte por compañeros y compañeras que abandonaron la CUT y se unieron con independientes y corrientes con otras opiniones. Ella tiene una presencia muy fuerte en el campo y en la base de la CONTAG, ya que hay seis o siete grandes Federaciones que están afiliadas a ella.

Este hecho nuevo seguramente se expresará en el Congreso y será un punto fuerte en el debate, ya que habrá que definir si la CONTAG continúa afiliada a la CUT o si se declara independiente para trabajar con las dos centrales.

Tenemos la certeza de que todos los debates serán saludables, respetuosos, y de que sean cuales fueren las propuestas victoriosas todas sumarán para el fortalecimiento de nuestra CONTAG.

-¿Cómo recibes esta gran responsabilidad que te confieren tus compañeros y compañeras?

-Ser candidato a presidente en esta lista de unidad es una gran desafío, quizás el mayor de mi vida sindical. Lo tomo como una gran responsabilidad, y me apego a la voluntad de que podamos coordinar este proceso unitario, junto con toda la Directiva que, de resultar electa como esperamos, consagrará la presencia de hombres, mujeres, jóvenes, dirigentes de todas las visiones políticas.

Mi objetivo será colaborar con esa unidad para que la CONTAG sea cada vez más fuerte, más combativa, llevando respuestas concretas para el mejoramiento de la calidad de vida de los agricultores y agricultoras de Brasil.

Por otra parte, espero que la CONTAG continúe siendo una organización que aporte al perfeccionamiento de la democracia brasileña, contribuyendo con propuestas para toda la sociedad. Sabemos que será una tarea difícil, pero confiamos en nuestra Directiva, en los principales dirigentes de nuestras Federaciones y Sindicatos. Asumimos entonces esta responsabilidad con mucha modestia, pero también con mucha disposición de ánimo porque sabemos que seremos muchos luchando codo con codo.

Es cierto, además, que vamos a precisar de mucha gracia divina, de mucho “abenço” para llevar todo a buen puerto.

-¿Qué participación tendrá este Congreso?

-Hasta ahora tenemos más de 3 mil delegados y delegadas inscritos. Nuestra Secretaría General está haciendo los últimos procesos de informatización y cierre de las planillas. Estamos llegando a las 250 inscripciones de asesores de nuestras Federaciones, a quienes se agregan numerosos observadores y una gran lista de invitados nacionales e internacionales de varias organizaciones amigas de la CONTAG. Entre ellas quiero destacar la presencia la Coordinador de Productores Familiares del Mercosur (COPROFAM) y de nuestra querida Regional Latinoamericana de la UITA y de varios sindicatos afiliados a la UITA. Estamos esperando entonces celebrar un Congreso con cerca de 3.500 personas. La elección tendrá lugar el 14 de marzo, cuando se cerrará el Congreso, y las nuevas autoridades asumirán a fin de abril para un mandato que durará cuatro años.