Este X Congreso de la Confederación
Nacional de Trabajadores en la
Agricultura (CONTAG) será escenario de
decisiones relevantes desde varios
puntos de vista. Además de la revisión y
redefinición de los estatutos que se
adecuarán a los nuevos desafíos de la
realidad, al término del evento habrá
una nueva Directiva que incluye un
cambio en la presidencia, y se habrá
adoptado una opción relativa a qué
central estará afiliada en adelante esta
organización.
En el acto de apertura del X Congreso de
la CONTAG, su presidente,
Manoel José dos Santos, resaltó con
orgullo el proceso interno que desde
hace más de un año viene preparando esta
instancia resolutiva. “Esta CONTAG
que cumplirá 46 años ya no es una
sorpresa; ella ha superado numerosos
obstáculos y crisis, porque demostró
tener una gran capacidad de innovar, de
crear ingeniería organizacional para
adaptarse a la realidad”.
Recordó los primeros pasos de esta
organización, nacida en un contexto de
“fuertes procesos de debate y agrupación
populares “de los que fueron
protagonistas el Partido Comunista de
Brasil (PCB) y sectores de la
iglesia católica, entre otros”. Saludó a
aquellos dirigentes heroicos que
condujeron a la organización en épocas
difíciles, como Francisco Urbano,
que se encontraba presente en el acto y
recibió un prolongado aplauso de
reconocimiento.
“La CONTAG fue intervenida por la
dictadura militar apenas un año después
de su fundación, y muchos de sus
dirigentes fueron presos o al exilio
-relató Manoel-. Pero cuatro años
después, otros compañeros pudieron
arrebatarle la dirección a los
interventores al ganar una votación en
la directiva por apenas un voto”.
Manoel
recorrió la historia de la CONTAG
marcando los diversos momentos en los
cuales la Confederación fue tomando
opciones ante las encrucijadas que cada
momento le planteaba, y señaló que esas
decisiones habían redundado en
consolidación y crecimiento.
Hizo hincapié en la eficacia de la lucha
de la CONTAG, ya que “de
las 800 mil familias que han sido
asentadas por reclamos y ocupaciones de
tierras en diversas modalidades, el 60
por ciento provino de nuestra
organización”,
afirmó.
Resaltó el proceso de adaptación
organizativa que transformó a una
Dirección Ejecutiva de pocos miembros en
una Directiva con once secretarías,
“cada una correspondiendo a un frente de
lucha específico”.
Destacó la lucha de las mujeres de la
CONTAG por abrir en la organización
un espacio de igualdad entre géneros, “y
aunque aún falta bastante, ya tenemos
mucho camino recorrido en este aspecto”.
Afirmó que el gran avance logrado por la
Confederación fue haber construido y
probado en la práctica una fuerte
capacidad de movilización y de
influencia en las políticas públicas
referidas “a la agricultura familiar, a
la salud y la educación en el medio
rural, a la transformación del campo por
la cual seguimos luchando”.
Aclaró que no era el suyo un discurso de
despedida, porque después de once años
de ejercer la presidencia de la
CONTAG permanecerá en la Directiva
aunque en otro puesto, “pero tampoco
será por mucho tiempo, ya que este
campesino nordestino y negro, que fue
sin tierra hasta 1986, y que nunca soñó
dirigir siquiera su sindicato, mucho
menos la Confederación, sabe que hay un
tiempo para todo, y que el retiro de la
actividad sindical también tendrá su
momento”, dijo Manoel.
Refiriéndose a las elecciones de la
nueva Directiva que tendrán lugar en
este Congreso, Manoel subrayó el
amplio y profundo debate interno que
condujo a la confección de una lista
unitaria, y saludó calurosamente a
Alberto Broch, quien ocupará la
presidencia de la CONTAG durante
el siguiente período.
Finalmente, detalló que en este Congreso
se estará discutiendo -y decidiendo por
voto secreto- si la CONTAG se
mantendrá afiliada a la Central Unitaria
de Trabajadores (CUT) como hasta
ahora, si se afiliará a la nueva central
nacida de una escisión de la CUT,
la Central de Trabajadores de Brasil (CTB),
o si permanecerá independiente.
“¡Viva la unión de los trabajadores y
trabajadoras!, ¡Viva la CONTAG!”,
proclamó Manoel al término de su
intervención.