Miles de
trabajadores y trabajadoras de Nicaragua recorrieron las calles de la
capital para celebrar este Primero de Mayo, en una de las marchas más
numerosa de los últimos años. En los días pasados, las principales centrales
sindicales del país anunciaron que en este día tan importante para la clase
trabajadora, iban a arrancar la lucha en las calles para lograr el aumento
del 25 por ciento del salario mínimo, cuya negociación queda estancada por
la intransigencia de la empresa privada y del gobierno, que siguen
proponiendo un ridículo aumento del 10,4 por ciento
Miles de
banderas del Frente Nacional de los Trabajadores (FNT) y de la
Central Sandinista de los Trabajadores (CST) fueron distribuidas
entre los participantes, que llegaron hasta la estatua del Combatiente
Popular, en la central Avenida Bolívar donde concluyó la actividad.
La que
históricamente ha sido una actividad organizada y desarrollada por las
centrales sindicales, se transformó este año en un acto muy parecido a una
actividad de gobierno, en donde el presidente Ortega monopolizó el
mensaje a las miles de personas que habían concurrido a la celebración.
Sentados a una larga mesa, puesta sobre una tarima dominada por las imágenes de
Sandino y
Rubén Darío, y la estatua del Combatiente Popular,
Ortega y los dirigentes sindicales se dirigieron a los presentes, mientras
los parlantes difundían las notas de la Internacional.
Gustavo Porras |
El
secretario general del FNT, Gustavo Porras, dijo que “Los que
estamos aquí hoy somos sobrevivientes del neoliberalismo. Fueron 16 años de
atropellos en que tuvimos que defendernos en la calle, exigir aumentos
salariales y el respeto a nuestros derechos. Aquí están los trabajadores y
trabajadoras por cuenta propia que siguen trabajando vendiendo en los
semáforos. Son producto del neoliberalismo, muchos de ellos ex trabajadores
del Estado que fueron despedidos y que siguen siendo explotados. Lo que
ahora queremos -continuó Porras- es bienestar, empleo y mejores
salarios, pero no queremos que nos los den como limosna. Vamos a luchar por
un salario digno y de una forma que no afecte a los pobres y esto significa
que, a la par, vamos a luchar por una reforma tributaria progresiva y para
que los banqueros del país paguen los impuestos que nunca han pagado”.
Porras
terminó señalando que el objetivo de la clase trabajadora debe ser la
transformación del sistema existente y esto pasa también a través de la
lucha contra las políticas neoliberales del FMI. “El hecho de que
este gobierno sea responsable -terminó el dirigente de la FNT- y
busque una negociación con el FMI no quiere decir que nosotros, las
organizaciones sociales, estemos de acuerdo con que el FMI venga a
imponer sus políticas. Vamos a luchar contra las imposiciones del FMI
y por un cambio del sistema”.
En su larga
intervención, que más bien fue un análisis de los primeros cuatro meses de
gobierno, el presidente Ortega, dejando atrás el discurso conciliador
y casi mesiánico de la campaña electoral que lo llevó al poder, desempolvó
un discurso antineoliberalista, con tonos muy fuertes en contra de los
pasados gobiernos y de las prácticas del capitalismo salvaje. Ortega
informó sobre los resultados de la Cumbre del ALBA que se desarrolló
en Venezuela, en la cual se acordó con el gobierno venezolano el
suministro del 100 por ciento de la demanda de petróleo de Nicaragua,
con facilitaciones de pago para el 50 por ciento de esta cantidad. El país
latinoamericano invertirá también en las empresas que están controladas por
los trabajadores, como resultado de los Acuerdos de Concertación de los años
90. Dejó también en claro que el objetivo final de este gobierno es
liberarse del FMI y que en las negociaciones con este organismo se
van a defender los aumentos para los trabajadores del Estado.
Con
respecto a la demanda de las centrales sindicales para un aumento del 25 por
ciento del salario mínimo, Ortega confirmó que el Ministerio de
Hacienda (MHCP) está coincidiendo en su propuesta con la de las
empresas privadas. Frente a miles de trabajadores y trabajadoras que
esperaban algunas declaraciones al respecto, Ortega llamó al
responsable del MHCP para darle mandato de que se reuniera mañana
mismo con los dirigentes sindicales, para llegar a una posición común que se
acerque a lo que las centrales sindicales están exigiendo, buscando los
recursos a través del pago de los impuestos adeudados por parte de los
banqueros nacionales y de una renegociación de la deuda pública que el
Estado tiene con ese sector.