En la
edición del domingo 4 del periódico
montevideano
La República, Roger Rodríguez
escribe sobre uno de los protagonistas de
1983, año que marcaría la derrota de la
dictadura. Se trata de Jair Krischke, del
Movimiento Justicia
y Derechos Humanos de
Porto Alegre (Brasil) quien narra su
recuerdo del acto del 1º de Mayo de aquel
año.
"Llegué a presenciar aquel 1º de Mayo de
1983 en Montevideo, porque viajé invitado
por la UITA (Unión Internacional de
Trabajadores de la Alimentación) en la que
estaba mi querido amigo Enildo Iglesias,
con quien habíamos acordado que, si a mí me
pasaba algo alguna vez, quien debía sacarme
de Brasil sería él. Aquel fue el acto
público más impresionante que vi en toda mi
vida. Y he andado bastante. Nunca vi algo
igual. Yo aprendí mucho con los uruguayos.
Viví las movilizaciones por las "Diretas Ja"
en Brasil, pero aquello fue
diferente. Hay cosas en la vida que
impactan. Aquel acto fue emocional,
racional, ideológico. Había como una
electricidad en el aire. No soy una persona
que se deje ganar por las emociones, pero
ver aquella multitud saliendo de las casas,
caminando las calles, llegando frente al
Palacio Legislativo, rompiendo con el miedo
para manifestarse, en sus ansias, en una
mezcla de bronca y alegría, me impactó tanto
que recuerdo imágenes, flashes de lo vivido.
Era el pueblo, los sindicatos, los
estudiantes, los jóvenes que tiraban la
dictadura, que lograban la libertad...
Luego, el acto del Obelisco fue diferente,
más político. Pero aquel Día de los
Trabajadores fue una explosión inesperada en
la que todos estaban juntos, unidos por un
sentimiento único. Una pasión por la
libertad que marcó mi vida...".
Tomado de
La República
6 de mayo de 2008
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