Con entusiasmo registramos las extraordinarias
movilizaciones que realizamos en todo el país,
respaldando los ejes que motivaron el PARO NACIONAL
y que reflejaron el sentimiento nacional de respaldo
a nuestra acción
En Bogotá denunciamos la disminución del monto de
transferencias que golpea la salud, la educación y
el saneamiento básico. Informamos que el Plan de
Desarrollo no se corresponde con las
necesidades de la Nación, y que los Artículos 34 y 38
establecen ajustes financieros que agravan la situación
de las universidades -mientras el gobierno se deshace de la
responsabilidad del pasivo pensional- que
deriva en un alza de matrículas y en un recorte al
bienestar estudiantil.
El gobierno plantea nuevos impuestos como el de la
financiación de redes de energía de un peso por
kilovatio hora transportado y para el
establecimiento de basureros del 0,23 por ciento del
salario mínimo legal, por tonelada dispuesta, entre
otros.
Del TLC reiteramos que este es un acuerdo de
anexión y que en julio de 2007 viajará una nueva
comisión sindical a los Estados Unidos para
explicar porque consideramos inconveniente su
firma. Sobre la parapolítica, la rechazamos de
manera contundente y explicamos la importancia de un
acuerdo por la verdad y la democracia. Igualmente,
informamos sobre el reclamo colectivoa de los
2.515 sindicalistas asesinados.
Por supuesto que rechazamos el rescate militar de
los secuestrados y exigimos solución política
negociada al conflicto y el Acuerdo Humanitario.
En este marco felicitamos a todos los trabajadores y
trabajadoras colombianas porque las marchas fueron
masivas y pacíficas. Se realizaron reuniones,
jornadas pedagógicas, de propaganda y paros.
Como el 23 de mayo cumplimos, para el 30 de mayo tenemos el compromiso de superarlo, y desde ya ratificamos
la iniciativa de participar en las marchas hacia
Bogotá y la Jornada Nacional que llevaremos a cabo
en todo el país, para la que requerimos de toda la
disponibilidad y esfuerzo, máxime cuando el gobierno
arrecia con su intransigencia, pese a la voluntad de
negociar por parte de la Federación Colombiana de
Educadores.
Por estas razones, se hace imperativo materializar
nuestro compromiso de hacer del 30 de mayo una
Jornada Nacional de Protesta, sin antecedentes en la
historia nacional, caracterizada por lo numerosa y
por lo pacífica.
Carlos
Rodríguez Díaz
Presidente CUT
28 de
mayo de 2007 |
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