Fue una
oratoria desde la evocación, la rebeldía y la emoción. Una nota alta en el
cierre de la reunión del Comité, donde el presidente de SINTRAINAGRO se destacó
por lo que dijo y por cómo lo dijo. Recordó la región de Urabá cuando era la
esquina más peligrosa del mundo, donde cientos de trabajadores bananeros fueron
masacrados en la balacera cruzada entre los grupos armados ilegales. Expuso la
magnitud y alcances de la Campaña Internacional de la UITA en 1996, en aquellos
tiempos en los cuales la pólvora era el incienso cotidiano y la población civil
el principal objetivo militar. Por último, llamó la atención sobre los nuevos
desafíos que presenta ahora la defensa de Urabá, que deberá ser conducida en
cooperación con todos los actores de la sociedad civil. Éstas fueron las
palabras del compañero Rivera.
“Agradezco la
presencia de todos ustedes, compañeros y compañeras, que han caminado mucho y
han pasado varias fronteras para llegar hasta Colombia. Lo tomo como un
verdadero gesto solidario, muy valioso para nosotros en un momento complicado
para el país. Ustedes ya pudieron escuchar varios puntos de vista sobre la
coyuntura colombiana, en la cual nosotros tendremos que continuar luchando con
todas nuestras fuerzas en la defensa del sindicalismo.
SINTRAINAGRO
nunca ha renunciado a enfrentar los grandes problemas que hemos tenido en
momentos extremadamente arduos, en los cuales nos jugamos la vida… y muchos
cayeron.
No olvidamos lo
que fue aquello, así como nunca olvidaremos a la familia de la UITA y su
amplia solidaridad. Cuando no creíamos ser capaces de enfrentar la arremetida
combinada de los empresarios, del gobierno, de los grupos paramilitares, de la
guerrilla de las FARC, encontramos el respaldo de la UITA, incluso
aunque en esos momentos no éramos afiliados. Esa solidaridad nos hizo sentir
fuertes, sentimos que no estábamos solos, que había mucha gente que sabía muy
bien lo que estábamos padeciendo.
Cuando no creíamos ser
capaces de enfrentar la arremetida combinada de los empresarios, del
gobierno, de los grupos paramilitares, de la guerrilla de las FARC,
encontramos el respaldo de la UITA |
Hoy me siento
orgulloso de ser dirigente de la UITA, de integrar su Comité Ejecutivo
Latinoamericano, pero más orgulloso estoy de tener el apoyo y la solidaridad de
ustedes y de organizaciones como las que ustedes representan en diferentes
países de América Latina y del mundo.
Han escuchado
aquí a compañeros de la Central Unitaria de Trabajadores quienes
plantearon, por ejemplo, el tema de los obreros petroleros: 35 mil operarios
tienen trabajo precario. Hay sólo 6 mil trabajadores con contrato indefinido en
el sector petrolero, y apenas 2.700 tienen derecho a la Convención Colectiva. En
la última negociación que hizo COPETROL acordó una Convención a cinco
años sin incrementos salariales. ¿Qué significa esto? Que acabaron con una
organización histórica en Colombia.
Quiero
agradecerle al compañero Gerardo Iglesias, que ha sido un hombre
incansable, agradecerle por su entrega y compromiso. Lo conocimos en los
momentos más difíciles en la región de Urabá, y no se me olvida: un día nos
reunimos en Bogotá y él me contó sobre su primer viaje a nuestra región. Quien
habla volvía de Ginebra (Suiza), de firmar un Convenio de Cooperación con
la UITA y con Luis Anderson, en aquel entonces secretario general
de la ORIT.
Y la pregunta
que nos hicimos fue: ‘¿Qué hacemos?’ ¡Un colegio en el Barrio Obrero!,
decidimos. En ese lugar donde vivían unos 25 mil trabajadores desplazados de las
fincas bananeras donde antes tenían sus casas, el 23 de enero de 1994 las
FARC masacraron a 35 personas.
Y de nuevo,
gracias a la solidaridad internacional de la UITA, de la Unión General de
Trabajadores (UGT), de España, construimos el Colegio que hoy
alberga a más de 3.500 niños donde se imparte educación primaria y secundaria.
Ese colegio es
el mejor de la región de Urabá, y ahí está, en el Barrio Obrero, y ahí está
también la UITA.
Esos niños y
esa gente nunca olvidarán a la UITA y a SINTRAINAGRO.
Gracias a la
solidaridad internacional de la UITA, de la Unión General de
Trabajadores (UGT), de España, construimos el Colegio que hoy
alberga a más de 3.500 niños donde se imparte educación primaria y
secundaria |
¡Qué bueno
poder recordarlo hoy, en condiciones tan diferentes! Y quiero decirles que me
siento más orgulloso todavía de ver el gesto que ustedes hacen de llegar a
Colombia, porque sería mucho más fácil ir a otro país. Créanme que esta
reunión la compartiremos con los trabajadores para seguir dando aliento y la
fuerza necesaria para continuar adelante.
Hoy tenemos una
esperanza, tenemos a un hombre en la Vicepresidencia de la República, como es
Angelino Garzón. Cuando fue Ministro de Trabajo no se olvidó de
SINTRAINAGRO, y estuvo atento para ayudarnos y echarnos una mano en cada
negociación de nuestra Convención. Ahora, como Vicepresidente de la República,
nos sigue apoyando. Hace unos días los empresarios bananeros le pidieron a
Garzón que los ayudara a atrasar dos años la negociación del Convenio, que
tiene fecha de abrir negociaciones para el próximo año. Como el Estado no
subsidia a los empresarios, ellos piensan que nosotros tenemos que subsidiarlos
atrasando en dos años la negociación y quedándonos ese tiempo con el mismo
salario.
En una reunión
conjunta entre SINTRAINAGRO y los empresarios, Angelino Garzón
expresó que el problema de Urabá no es el salario de los trabajadores. ‘En
Urabá tenemos que hablar de cosas más importantes que no se resuelven quitándole
una libra de arroz a un obrero’,
les dijo.
Y también
afirmó: ‘En Urabá hay que hacer cosas, y yo les propongo una agenda de trabajo
para que empecemos a hablar de los problemas sociales, de la seguridad, de la
vivienda, la educación, salud, transporte'… Angelino Garzón les propuso
instalar este mes una Mesa de Trabajo que él mismo va a liderar, junto a
empresarios y a SINTRAINAGRO. Y ayer, cuando nos visitó en esta reunión,
manifestó que ahí también quiere a la UITA, porque todo el mundo
en Urabá sabe muy bien el papel que ella jugó en la pacificación de la región.
Queridos
compañeros: para terminar, les agradezco su presencia, su respaldo, y sepan que
el apoyo solidario de ustedes tiene mucho valor y no hay con que pagarlo. Muchas
gracias”.
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