El pasado15 de noviembre, en la ciudad de
Mar del Plata, sesionó la 50 Asamblea
General Ordinaria de Delegados Congresales
de la Asociación de Trabajadores de la
Industria Lechera de la República Argentina
(ATILRA)
Héctor Luis Ponce,
secretario general de la ATILRA, asumió la
dirección del sindicato junto a un grupo de
jóvenes y entusiastas militantes en enero de
2002. Encontraron a un gremio en estado
calamitoso, quebrado económicamente y ajeno
a la problemática y aspiraciones de sus
afiliados. Como él mismo lo señala, “Hubo
que remar contra la corriente para
reposicionar a la ATILRA como una
organización de lucha intransigente por los
derechos de los trabajadores. Lugar que
nunca debió perder”.
En los últimos años, ATILRA no sólo ha
conquistado el respeto de sus miembros,
también se ha convertido en una de las
organizaciones más dinámicas en la propia
Confederación General del Trabajo (CGT)
y en el seno de la Confederación de
Asociaciones Sindicales de la Industria de
la Alimentación (CASIA).
En el discurso de apertura de la 50
Asamblea, Ponce destacó la “colaboración
recibida de parte de todos las compañeras y
compañeros lácteos del país, que se
movilizaron cada vez que su presencia fue
solicitada en los distintos conflictos,
dejando de lado actividades tanto laborales
como personales, para integrarse al frente
de lucha. Ello ha ido creando un clima de
solidaridad y compañerismo que es la base
para el fortalecimiento de nuestro gremio,
fortaleza necesaria para defender los
derechos de todos nuestros afiliados a lo
largo y ancho del país”, comentó Ponce.
El dirigente también resaltó el trabajo
realizado por la Comisión Paritaria
nacional. “Luego de arduas negociaciones, la
Comisión y la movilización del gremio
conquistaron una nueva recomposición
salarial del 33,34 por ciento para el
período junio/05 a abril/06. Ese
incremento fue muy superior a los índices
inflacionarios, lo que implicó una
recomposición real del salario”.
A la 50 asamblea concurrieron 73 delegados y
delegadas de 28 seccionales del país, que
entre otros puntos aprobaron lo actuado por
ATILRA en relación con el trabajo en negro o
no registrado. Estimaciones oficiales ubican
en 40 por ciento del trabajo en negro en la
industria en general. En el sector lechero
llegaría a un 25 por ciento, en virtud de
que la gran masa de trabajadores está
concentrada en medianas y grandes empresas.
De todas formas, son muchos los trabajadores
que están en esa situación, sin derechos y
en total indefensión. A las malas
condiciones de trabajo se suma el riesgo que
implica para el consumidor la venta de
productos fabricados en empresas sin
registro.
Junto a otros gremios, ATILRA ha realizado
operativos de “blanqueo” en la ciudad de
Paraná y zonas adyacentes. Según Héctor
Luis Ponce, “Las acciones para combatir
el trabajo no registrado van a continuar, en
alianza con la CASIA y el Ministerio
de Trabajo, Empleo y Seguridad Social”.
El informe de la secretaría general enfatizó
la implementación del plan “Cuenta Conmigo”,
por el cual la solidaridad de las
trabajadoras y trabajadores lácteos llega a
todos los rincones del país. ATILRA
formalizó un compromiso con la fundación del
sacerdote Luis Farinello, por medio
del cual la leche del plan “Cuenta Conmigo”
llega a sus 30 comedores comunitarios.
Entre los conflictos más importantes del
período, Ponce subrayó la situación
originada en la Compañía Láctea del Sur (ex
Parmalat), durante el cual, y en
defensa de la fuente de trabajo, se realizó
una “movilización ante el Ministerio de
Trabajo, Plaza de Mayo, se instaló una carpa
en la entrada de la planta Pilar cortándose
el acceso al Parque Industrial y
posteriormente se procedió al corte de la
ruta 2 en enero de 2006”, resaltó el
dirigente.
En Mar del Plata,
Gerardo Iglesias
©
Rel-UITA
20
de noviembre de 2006 |
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