En México,
los contratos de protección son la
constante, no la excepción, pues de los casi
un millón de contratos colectivos de trabajo
(CCT) que se calcula existen en el país,
sólo 50 mil se revisan cada año, lo cual
indica que el resto son sindicatos
blancos, mientras que en el Distrito Federal, de los 110 mil
CCT que hay, apenas 5 mil se revisan, lo que
refiere que 105 mil caen en el rubro citado.
En el contexto de la 15 asamblea nacional de
la Federación de Sindicatos de Empresas de
Bienes y Servicios (Fesebs),
Francisco Hernández Juárez, secretario
general del Sindicato de Telefonistas de la
República Mexicana (STRM), y
Mauricio Aguilera, director general del
Centro de Estudios de la Asociación Sindical
de Pilotos Aviadores (ASPA),
criticaron la existencia de “gremios
simulados” y el hecho de que el gobierno
federal no haga acciones para terminar con
esta situación.
Sobre esto, Hernández Juárez expuso
que Ramón Gámez “debe
tener unos 5 mil contratos de protección”,
muchos de ellos en consorcios como Wal-Mart
y las empresas de Grupo Carso, y sostuvo que
en lugar de estar enfrentando a la justicia
(cabe recordar que fue acusado de
pederastia), “está en Europa muerto de la
risa, y sigue manteniendo los contratos de
protección, y la autoridad lo sabe”.
Según el también dirigente de la Unión
Nacional de Trabajadores (UNT), en
México “sólo hay un puñado de sindicatos
que tienen posibilidad de pelear por los
trabajadores; se cuentan casi con los dedos
de la mano, mientras el resto de los
empleados están controlados por gremios
mafiosos, o no los tienen”.
Aguilera precisó que ASPA forma parte
de la campaña internacional contra el
sindicalismo de protección patronal, y
expuso que el sector aéreo está “invadido
por los sindicatos simulados”.
Apuntó que en los próximos días la
asociación tendrá terminado un análisis
sobre la situación en dicho ámbito, dónde
“pilotos, sobrecargos y trabajadores de
tierra son víctimas de estos contratos
blancos,
especialmente ahora con la
aparición de las denominadas aerolíneas de
bajo costo. Los pilotos de Interjet,
de Volaris y de Viva Aerobús
están en esas condiciones, con gremios
que se formaron a espaldas de los
trabajadores y que sólo evitan que otras
organizaciones protejan a los empleados”.
Apuntó que, gracias a lo referido, “compiten
deslealmente en el terreno laboral”.
De acuerdo con Hernández Juárez, con
el avance de estos gremios de protección a
los trabajadores literalmente se les han
“quitado y expropiado” los sindicatos y “los
han entregado en manos de mafias, que en
complicidad con el gobierno se encargan de
mantenerlos arrinconados sin capacidad para
defenderse”.
Sostuvo que en razón de esto las
administraciones federales “han
impuesto sus criterios y políticas y los
empresarios se han enriquecido, porque los
trabajadores no tienen con qué defenderse”.
Afirmó que empresarios y gobierno ya les quitaron su salario digno y sus
pensiones, y ahora van contra sus
prestaciones -“vencieron a los sobrecargos,
a los que literalmente encueraron”- y cada
vez quieren más; “el último obstáculo son
los sindicatos”.
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