En la
primera reunión de la 2da. Misión de verificación
de la situación sindical en Panamá
de la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM), Saúl
Méndez, flamante secretario general del Sindicato Único Nacional de Trabajadores
de la Industria de la Construcción y Similares (SUNTRACS), realizó un detallado
informe de coyuntura que vale la pena socializar.
La importancia
de la Solidaridad
Internacional
“El problema
que teníamos los trabajadores, en particular los de la construcción, es que lo
que ocurría en Panamá no se conocía en el mundo. Hoy debemos reconocer
satisfactoriamente que ya no es así”, enfatizó Méndez.
En ese
sentido, resaltó como muy positiva “la política de relaciones internacionales
que se imprimió desde el
SUNTRACS:
la afiliación a la ICM, y los contactos con organizaciones hermanes como
Comisiones Obreras y su
Federación
de
Construcción, Madera y
Afines (FECOMA), han sido fundamentales para nuestra organización.
Es muy
importante para nosotros que todos ustedes estén hoy aquí en esta Misión de la
ICM, junto a los compañeros de la UITA y la UNI. Tenemos un
fin en común, la defensa de los derechos humanos, de las libertades sindicales y
sus componentes principales: el derecho de organización, el derecho a la huelga
y el derecho a la negociación colectiva.
Es muy importante
para nosotros que todos ustedes estén hoy aquí en esta Misión de la
ICM, junto a los compañeros de la UITA y la UNI. Tenemos un fin en
común, la defensa de los derechos humanos, de las libertades
sindicales |
Evaluamos muy
necesaria, oportuna e importante vuestra presencia –subrayó Méndez-.
Sabemos de sus ocupaciones, de lo cargada de su agenda sindical internacional,
pero están aquí en este Panamá que hoy los necesita. Por ello agradecemos
profundamente el esfuerzo que han realizado para respaldar al movimiento
sindical panameño.
También
quiero destacar la presencia de Oscar Valverde, representante de la
OIT. Dicho sea de paso, queremos informar que en los últimos años hemos
trasladado dos denuncias a la OIT y estamos presentando otra más por
violación de la libertad sindical. Ustedes saben que nos han asesinado a tres
dirigentes del SUNTRACS: Aliron Smith, Osvaldo Lorenzo y
Luis Arguelle, y muchos otros fueron perseguidos o encarcelados”, agregó.
La represión
y desregulación
sin límites
Sobre la
violencia que padeció el pueblo de Bocas de Toro, en Colón y en la Ciudad de
Panamá, el dirigente sindical señaló: “Lo que estamos viviendo es la
implementación del modelo económico neoliberal que se ha venido imponiendo a
sangre y fuego. Hay toda una casta que llega hoy a gobernar, que como ha
ocurrido en el pasado, son grupos económicos que se hacen de los recursos
públicos para repartírselos entre ellos.
Está en
marcha una ola de megaproyectos de minería, lo que ha llevado a la actual
administración a aprobar una serie de normas para evitarles a esas inversiones
cualquier reclamo de impacto ambiental.
En ese
sentido, se aprobó una ley (la Ley 30) que se denominó ‘Carcelazo’, que en
resumen criminaliza la protesta social y la penaliza con de seis meses a dos
años de prisión para quienes osen salir a la calle a protestar por alguna
injusticia que se cometa.
Esto ataca
directamente al movimiento obrero y en especial al SUNTRACS, que se vale
de esta herramienta de protesta contra la injusticia -continuó Méndez-.
La ley se preparó desde abril de este año y en medio del Mundial de Fútbol,
durante el primer partido que jugaba Argentina que aquí tiene muchos
seguidores, llevaron la ley a consideración del Parlamento. Era originalmente
una ley que trataba sobre aeronáutica civil, pero sorpresivamente se le
incorporaron cinco disposiciones más, entre las cuales se encuentran las
cláusulas que afectan la libertad sindical en términos de huelga, de
organización y, por consiguiente, que anulan el poder de negociación de los
sindicatos. Es por ello que la Ley 30 también se denomina popularmente ‘Ley
Chorizo’.
También se
presenta una norma que elimina los controles de impacto ambiental en las obras.
Esto tiene sentido porque el gobierno está entregando concesiones mineras e
hidroeléctricas. Se trata de debilitar a los sindicatos para que los
trabajadores no tengan representación en esas mega obras.
Para colmo de
males –denunció-, esta ley faculta a la Policía Nacional para que la vida de los
ciudadanos de este país ande en el gatillo y el dedo de los policías, y esto es
muy grave.
Ni a la
dictadura militar se le ocurrió algo como esto –advirtió el dirigente sindical-.
Y lo que dice esta ley en sus artículos 27 y 28 es que el policía que en
ejercicio de sus funciones haga uso excesivo e injustificado de la fuerza, no
podrá ser separado de su cargo ni podrá ser encarcelado. Y también dice la ley
que si se lo encuentra culpable, pagará su pena siendo policía, realizando
trabajo administrativo”.
Méndez
informó sobre las consecuencias inmediatas que tuvo esa Ley 30: “La mejor forma
de demostrar lo perverso de esta ley es ver los acontecimientos ocurridos en
Changuinola, donde fueron asesinadas más de diez personas -a pesar de que el
gobierno solo reconoce dos muertes-, y donde fueron heridas más de 650, de las
cuales más de 50 quedarán ciegas y aproximadamente 60 perderán una vista, y
todos los demás tienen una lluvia perdigones en el cuerpo.
Por eso la
presencia de ustedes aquí es tan importante, junto a las gestiones que se han
realizado ante la OIT.
Aún en medio
de la aprobación de la Ley 30, el gobierno asumió la actitud beligerante de
empezar a exigirle a las empresas, incluyendo a los representantes de la Cámara,
la aplicación inmediata de la Ley.
En materia
laboral –explicó- la norma dice que el trabajador debe comunicar al empleador si
quiere o no que se le descuente la cuota sindical. Y ya hay empresarios que
comenzaron a poner esta condición en los contratos de trabajo, por lo que
coaccionan al trabajador, ya que si se decide por el descuento de la cuota puede
no conseguir el puesto. O sea que la autonomía de los sindicatos queda en manos
de los empresarios.
Si
aún sin facultades para hacerlo los empresarios ya perseguían a los
trabajadores que se organizan sindicalmente, imagínense ahora,
teniendo potestades para ello. Esto desmantelaría a los sindicatos |
Si aún sin
facultades para hacerlo los empresarios ya perseguían a los trabajadores que se
organizan sindicalmente, imagínense ahora, teniendo potestades para ello. Esto
desmantelaría a los sindicatos –advirtió-. Por otra parte, la Ministra de
Trabajo manifestó en reiteradas ocasiones que la Ley está por encima de los
Convenios Colectivos”.
El secretario
general del SUNTRACS informó que “En el caso de los trabajadores de la
construcción siempre se colocó entre las cláusulas de los Convenios Colectivos
el descuento de la cuota sindical. En el derecho laboral existe algo que se
denomina in dubio pro operario, que establece que cuando hay dos normas
que regulan una misma temática debe aplicarse la más favorable al trabajador.
La gota que
derramó el vaso llegó cuando la empresa Grupos Unidos por el Canal
comenzó a distribuir un formulario donde preguntaba a los trabajadores si
querían que se les descontara la cuota o no, sumado a una serie de carencias y
negligencias que se venían presentando a diario, como falta de transporte,
condiciones de seguridad, pago de horas extra, entre otras.
Como protesta
ante esto se definió una paralización que se extendió del Caribe al Pacífico, y
se detuvieron por completo las obras de construcción del Canal.
Luego
–relató-, la Policía, junto al viceministro de Trabajo, esgrimiendo la Ley y a
punta de fusiles pusieron a los trabajadores en fila india diciéndoles que si no
iban a trabajar quedarían afuera; ésa fue la primera medida.
Así se
reanudaron las obras del Canal de Panamá, a punta de pistola, bajo
presión de la Policía y el Ministerio de Trabajo en contubernio con la empresa.
Cabe señalar
–continuó Méndez- que a raíz de esa huelga se abrió un expediente en la
Procuraduría General de la Nación, en el cual ocho miembros de la Junta
Directiva del SUNTRACS, junto a otros nueve compañeros del movimiento
popular, están siendo investigados por el Ministerio Público por supuestamente
‘atentar contra la personalidad interna del Estado’ -un delito que aquí se pena
con diez a 20 años de prisión-, por paralizar las funciones del Canal, lo que es
penalizado con diez a 15 años, y finalmente por ‘asociación ilícita para
delinquir’.
Como aquí las
instituciones están carcomidas y podridas –señaló-, esto era un invento para
detener a Genaro López, entonces secretario general del Sindicato, y a
otros siete compañeros entre los que me encuentro yo, y sólo cuando la situación
se puso más tensa hubo una orden para que nos dejaran de perseguir.
Una hipocresía
llamada diálogo
Aquí no se
están respetando las libertades sindicales ni las garantías mínimas –expresó
denunciando un clima de persecución-. En los días de la represión de julio
pasado se detuvieron a 300 personas sin ningún tipo de orden de captura, de las
cuales 200 eran miembros del SUNTRACS. Esta situación se viene
agudizando, y cada día viene cobrando más fuerza la represión y el
desconocimiento de los derechos de los trabajadores.
Así se reanudaron
las obras del Canal de Panamá, a punta de pistola, bajo presión de
la Policía y el Ministerio de Trabajo en contubernio con la empresa. |
En este
momento el gobierno ha llamado al diálogo, pero no es un diálogo tripartito como
al que estamos acostumbrados los trabajadores –señaló-, sino que en verdad es
una pantomima donde el gobierno controla la mesa, y los beneficiarios son los
empresarios; los trabajadores iríamos a dialogar en última instancia, cuando ya
no quedará nada para negociar.
Se están
agotando las instancias, está en manos de los trabajadores decidir hasta dónde
se podrá seguir con esta farsa. Si no hay verdadera voluntad de negociar, los
trabajadores volveremos a las calles. Lo sucedido en Bocas del Toro no es algo
que pueda quedar en el pasado porque es probable que se repita si no hay avances
en las próximas semanas –advirtió el dirigente de SUNTRACS-.
Según la
peculiar visión de la Ministra de Trabajo, el gobierno viene a liberar a los
obreros de los sindicatos explotadores, y pensaron que habría una desbandada de
los trabajadores, sobre todo de la construcción, pero se equivocaron. La
situación es compleja, y es muy importante esta labor que ustedes han venido a
cumplir.
Termino por
denunciar que cuando apresaron a los trabajadores la intención era enviarlos al
centro penitenciario y mezclarlos con los delincuentes comunes para que se
produjera algún asesinato –agregó Méndez-.
En este
contexto, hemos realizado la denuncia de inconstitucionalidad de la Ley 30 a
propósito de una próxima visita a la Corte, aunque los jueces están aliados con
el gobierno por lo que no hay mucha esperanza.
El
SUNTRACS, en medio de todos estos enredos, está de elecciones, pero hubo en
nuestras filas una unión desde abajo. Frente a esta agresión brutal –expresó-,
la unidad es la salida.
No quiero
terminar sin enfatizar una vez más que toda la solidaridad que han brindado es
muy importante para nosotros”, concluyó Méndez.
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