Miles de trabajadores
salieron a las calles para rechazar la intromisión de las
autoridades en la vida gremial
El 2 de julio Calderón y Fox se van a
arrepentir de sus ataques, afirman
El sector
obrero tomó ayer la ciudad de México para cobrarle al
secretario del Trabajo, Francisco Javier Salazar, la factura
por su intromisión en la vida interna de los sindicatos y la
muerte de los trabajadores mineros, y durante varias horas
pararon labores, estrangularon las vialidades neurálgicas
del Distrito Federal, realizaron bloqueos, mítines y marchas
para repudiar la política antisindical del gobierno panista.
"Esta es la
primera demostración de fuerza del sector obrero, ya que las
movilizaciones continuarán y podrían llegar a la huelga
nacional", fue la advertencia que enviaron los sindicatos de
telefonistas, electricistas, Seguro Social, UNAM, la
Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC),
y organizaciones como la Central Campesina Cardenista.
Señalaron que "el gobierno está provocando a los
sindicatos".
El 2 de
julio el presidente Fox se va a arrepentir de haber atacado
durante todo el sexenio a los trabajadores; Salazar, de
haber reprimido y asesinado a los mineros, y Felipe
Calderón, de haber avalado la utilización de la fuerza.
Porque una de las consignas que ahora enarbolará el
movimiento obrero será: "Ni un voto al PAN", sentenciaron
los líderes del paro.
El Frente
Nacional por la Unidad y la Autonomía Sindical (FNUAS), el
Frente Sindical Mexicano y aseguraron: "o sale Salazar Sáenz
o esto continúa hasta las últimas consecuencias".
Casi en
forma simultánea, entre las 12 y las 13 horas los líderes de
la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), Francisco Hernández
Juárez, en Parque Vía; Roberto Vega Galina, en el Circuito
Interior y Juan Escutia; Agustín Rodríguez, a las afueras de
la Secretaría del Trabajo, en Periférico Sur, así como
Martín Esparza, del Mexicano de Electricistas, en las
oficinas centrales de Luz y Fuerza, en Circuito Interior y
Marina Nacional, iniciaron sendos mítines en los que
calificaron como un "éxito" la jornada de movilización por
la respuesta de los trabajadores.
La protesta superó
las expectativas. Los trabajadores afiliados a la CROC
realizaron paros en importantes hoteles como el Nikko, el
Presidente Intercontinental, Fiesta Americana, Marquis,
Meliá, Camino Real, Galerías Plaza, Marriot, Grand
Chapultepec, Four Seasons y Sevilla Palace, entre otros.
Pararon también lujosos restaurantes como La Hacienda de los
Morales, Casino Español, Club España, Bellinghausen, así
como hospitales privados como el ABC y Los Angeles.
De la misma
CROC, más de 400 costureras salieron a calzada de Tlalpan
con pancartas de rechazo a la intervención del gobierno en
los sindicatos y realizaron una manifestación. Según reporta
esta central obrera, también pararon trabajadores textiles,
maquiladoras y manufactureras de Tlaxcala, Puebla, estado de
México, Querétaro e Hidalgo.
En el IMSS,
40 mil trabajadores administrativos de todo el país hicieron
efectivo el paro laboral; mientras que en las tres unidades
de la Universidad Autónoma Metropolitana los trabajadores
afiliados al Situam, administrativos de base, realizaron
paros internos.
En una
ciudad tensa y expectante, conflictuada por el tráfico en
unas zonas, por el calor y los retenes policiacos y de
granaderos, que le cambiaron el rostro, ¿de qué paz social
habla el gobierno?, se preguntaron los manifestantes.
La cerrazón
del gobierno lleva el país al caos
En el
improvisado templete a las afueras de las oficinas centrales
de Telmex, Francisco Hernández Juárez sentenció que "la
cerrazón y necedad del gobierno están llevando el país al
caos" y aseveró que ya no puede sorprender nada que venga de
este gobierno después de que decidió disparar contra los
trabajadores. "Es mentira que haya disposición al diálogo,
el presidente Vicente Fox ni siquiera ha querido escuchar a
las organizaciones laborales, por eso ya no queremos
negociar nada, sólo queremos la renuncia de Salazar y vamos
a incrementar las protestas".
El líder
del sindicato del Seguro Social, Roberto Vega Galina, afirmó
categórico que de las filas de esta organización no saldrán
votos para el PAN ni el PRI, y sostuvo que "de no corregir
su política laboral criminal antes de la jornada nacional
del primero de mayo, el gobierno federal obligará al FNUAS a
comenzar la operación de la huelga nacional, en la que los
trabajadores del instituto participarán activamente".
Martín
Esparza también llamó a "levantar un movimiento nacional"
para reconstituir el orden nacional, parar la voracidad de
las trasnacionales y defender la Constitución que "Fox no
respeta". Este dirigente encabezó una marcha de la sede de
LFC a Gobernación, en la que los trabajadores, al pasar por
Reforma e Insurgentes, se encontraron con los campesinos de
Veracruz pertenecientes al Movimiento de los 400 Pueblos,
tendidos boca abajo en las ardientes banquetas, totalmente
desnudos, pero con el puño levantado de solidaridad.
Quien
encontró más granaderos en su mitin fue Agustín Rodríguez,
pues fue custodiado por cerca de medio millar de elementos
apostados en todo Periférico y la entrada a Picacho, para
resguardar la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS),
la cual, por cierto, ayer guardó silencio absoluto sobre la
movilización.
El líder
del STUNAM se fue de lleno contra el secretario del Trabajo;
ahí, en las puertas de sus oficinas le fue a decir:
"Salazar, si tienes vergüenza reconoce que te equivocaste y
renuncia". Y coincidió en que si éste no deja el cargo antes
del Día del Trabajo obligará a las organizaciones a irse a
la huelga nacional.
Según los
reportes de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito
Federal se destinaron 3 mil elementos policiacos entre
granaderos, policía sectorial, agrupamientos y tránsito.
Esta misma dependencia reportó que fueron más de 22 mil
manifestantes los que salieron a la calle, pero desde sus
centros de trabajo se estima que en este movimiento
participaron cerca de 4 millones de trabajadores en todo el
país.
Ellos no se
contaron, sólo dijeron que ésta "es una probadita" de lo que
puede venir; no quisieron anticipar si el país caerá en la
ingobernabilidad al final del sexenio del cambio,
pero calificaron al mismo de represor y asesino; lo
equipararon con las administraciones de Gustavo Díaz Ordaz y
Luis Echeverría.
La jornada
de protestas, que en realidad concluyó pasadas las cuatro de
la tarde -cuando estaba programada para durar sólo una
hora-, quedó inscrita como el primer paro global que se
registra en la historia laboral del país.
Patricia Muñoz y Caronlina Gómez
29 de abril de 2006
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