Tras cinco
días de huelga de hambre, dos trabajadores
de ALICORP con la salud quebrantada fueron
evacuados, mientras que otros cuatro
mantienen la medida de fuerza en demanda de
mejoras salariales, tras haber agotado todas
las instancias de negociación y sin que la
empresa haya mejorado su oferta de 0,5
centavos de dólar diario.
En el improvisado campamento levantado ante
la Catedral de Arequipa, ciudad ubicada a
1009 kilómetros al sur de la capital
peruana, el Sindicato de Trabajadores
custodia de cerca a sus compañeros.
Marcelo Espinoza Mellin,
subsecretario general, dijo a Sirel
que la intransigencia de la empresa no les
ha dejado otra salida que la huelga general
indefinida y la huelga de hambre.
-¿Qué están reclamando?
Estamos pidiendo un aumento diario de 1,4
dólares, pero la empresa sólo quiere
aumentarnos 0,35 centavos de dólar. No
estamos pidiendo nada que la empresa no
pueda dar porque un aumento similar les ha
dado a los trabajadores no sindicalizados.
Actualmente nuestro sueldo diario es de 7,7
dólares, y los que no pertenecen al
sindicato ganan más por el mismo trabajo. No
es justo.
-¿Cuántos afiliados tiene el sindicato?
-Tenemos 58 trabajadores en el sindicato. En
la empresa hay 220 empleados. Exigimos un
trato equitativo en nuestros sueldos. Hemos
presentado nuestro Pliego de Reclamos el 26
de octubre de 2009, el proceso de
conciliación se inició el 22 de diciembre de
2009; han pasado seis meses de 2010 y nada.
Lamentablemente, Daniel Alfaro Delgado
por
ALICORP
Arequipa,
Eduardo Martínez Del Pino
por
ALICORP Lima
y
Walter Salomón Ibárcena,
representantes de la empresa, no han dado
ninguna salida.
-¿Retomarán las negociaciones con la
empresa?
-Queremos el diálogo, pero también que se
respete nuestro trabajo, que se nos pague de
manera justa. Lamentablemente hemos tenido
que llevar a dos de nuestros compañeros al
hospital como consecuencia de la huelga de
hambre. Ya se están recuperando. Ahora
tenemos otros voluntarios que quieren
reemplazarlos. Todos estamos decididos a
llevar adelante la medida de fuerza hasta
que la empresa atienda nuestro pedido. Ellos
serán los responsables de las consecuencias.
Contamos con el respaldo de nuestras
familias y del pueblo arequipeño, aunque
muchos medios de comunicación no han
informando sobre nuestra huelga.
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