La mayor
empresa peruana de alimentos que cuenta con
una gran infraestructura de fabricación y
distribución en tres divisiones de negocios
(aceites y grasas, farináceos y golosinas),
propiedad del Grupo Romero, se niega -de
manera prepotente- a negociar con el
Sindicato Nacional de Trabajadores de
Alicorp.
Para llamar la atención de la empresa y
hacer públicas su prepotencia y
arbitrariedad, los trabajadores de
Alicorp realizaron una nutrida
movilización por la avenida Argentina, una
de las principales arterias del centro
industrial de Lima.
“¡Aquí, allá, el miedo se acabó!”, voceaban
los trabajadores que marcharon en medio de
un grueso cordón policial, mientras eran
filmados por una persona que se ocultaba en
los altos muros de la empresa.
“Se
niegan a iniciar el trato directo y nos
desconocen como sindicato, pese a que el 10
de agosto el Ministerio de Trabajo, mediante
una resolución, nos reconoció legalmente.
Por eso hoy, en las calles, les decimos que
estamos acá, y somos el Sindicato Nacional
de Trabajadores de Alicorp”, dijo
Francisco Benito, su secretario general.
Explicó
que en julio, la Asamblea General de
trabajadores declaró la vacancia de la
anterior Junta Directiva del Sindicato por
actos infraternos, y se eligió a la actual
que ha sido reconocida por el Ministerio de
Trabajo.
Pese a dos resoluciones en las que el
Ministerio de Trabajo le exhorta a que
inicie las negociaciones colectivas, la
empresa se niega. “No entendemos cómo esta
compañía, con la cultura empresarial que
tiene, no reconoce nuestro derecho a la
negociación colectiva; ¿dónde está su
responsabilidad social?”, se preguntó
Benito.
“El acta directoral 052-2008 recomienda que
ya de una vez se abra el expediente y se
inicie la negociación colectiva. Sin
embargo, la empresa presentó un recurso de
apelación. La Dirección Regional de Trabajo
ratificó el auto directoral y declaró la
improcedencia de ese recurso”, comentó
Segundo Hipkam, secretario de Defensa
del Sindicato.
“Estamos realizando estos plantones y
marchas para sensibilizar a la empresa.
No es justo que el personal que no es
afiliado esté recibiendo aumentos desde
junio y a nosotros nada. Es una
discriminación que se esta haciendo con los
sindicalizados”,
agregó.
Marcelo Rosado,
secretario de Organización, denunció las
medidas antilaborales implementadas por la
empresa con el propósito de promover la
desafiliación del Sindicato.
“Bajan
la categoría a los trabajadores
sindicalizados, en mi caso me han mandado a
un lugar donde hay poco movimiento, con el
fin de aislarme”,
denunció.
Por su parte, el secretario general lamentó
el proceder de la empresa con personas “que
le hemos dado los mejores años de nuestras
vidas. Aquí estamos los trabajadores que
desde hace 15 años estamos aportando al
crecimiento de la empresa, y sólo recibimos
maltrato y discriminación”.
“Han pasado casi diez años y el jornal
básico de un trabajador ha bajado, aunque la
inflación ha aumentado, así como la canasta
básica familiar y el costo de vida son cada
día mayores”, sostuvo el secretario general.
El jornal básico del trabajador de Alicorp
ha descendido;
en 2000 el básico era de 9 dólares,
actualmente es de 5,02 dólares, mientras que
la inflación acumulada en ese período
fluctúa en el 30por ciento,
según el Instituto Nacional de Estadística e
Informática (INEI).
Mientras tanto la expansión económica
internacional de Alicorp no se
detiene: luego de la compra de la argentina
The Value Brand Company (TVB) por 65
millones de dólares y de Helados Eskimo,
de Ecuador, por 10,6 millones de dólares,
en julio compró por 7,4 millones de dólares
la empresa colombiana Propersa (Productos
Personales SA) que desarrolla, fabrica y
comercializa productos para niños y para el
cuidado del cabello.
La inversión de Alicorp en su expansión
internacional asciende en total a 83
millones de dólares.
El crecimiento de Alicorp también se
reflejó en sus ingresos, pues
sólo en el primer trimestre de 2008 sus
utilidades netas superaron en 162,2 por
ciento al mismo período del año pasado.
A nivel nacional Alicorp
dispone de diez fábricas, siete de ellas en
Lima y tres en provincias. Dentro de
estas últimas se incluye una fábrica de
alimentos balanceados para animales, ubicada
en Trujillo, a 500 kilómetros al norte de la
capital.
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