Comunicado
Quien quiera oír que oiga
Desde algún sector de la
industria, trataron de poner a los productores tamberos en contra de
los trabajadores, aduciendo que no podían mejorar el precio de la
materia prima recibida, en razón de los altos costos de los salarios
pagados a los trabajadores y los aportes que debían efectuar hacia
el sindicato.
Al respecto debemos aclarar muy especialmente que:
1)
El porcentaje de incidencia del costo total de la mano de obra,
respecto del costo de los productos en la actividad, alrededor de un
12 por ciento, se mantiene estable desde hace aproximadamente 10
años atrás.
2)
La Industria hace diez años atrás procesaba unos 8.500 millones de
litros de leche anuales y en la actualidad procesa 12.000 millones
aproximadamente. La cantidad de operarios utilizados por la
industria en la actualidad, no difiere del número de trabajadores
que empleaba hace diez años atrás, lo cual denota un mejoramiento de
su productividad respecto del costo de la mano de obra en un 30 por
ciento.
3)
Lo expresado en los puntos 1) y 2), demuestra que las mejoras
salariales y beneficios obtenidos por los trabajadores, ya sea en
forma directa en los salarios y condiciones laborales, o indirecta
por medio de aportes a la entidad sindical, que los destina a
servicios a sus afiliados, no es sino el mantenimiento del
porcentual de distribución de riqueza de la actividad que se
mantiene desde hace una década.
4)
Existen industrias, sobre todo algunas de gran magnitud, que
mantienen dificultades preexistentes desde hace más de una década,
casi dos, de las cuales no se le puede imputar responsabilidad
alguna ni a los trabajadores, ni a los productores lecheros, sino
que esas situaciones son consecuencia de desaciertos en decisiones
estratégicas, tomadas en su momento, lo que les ha generado serios
problemas económicos y financieros, subyaciendo en la actualidad
condiciones en la que nada tienen que ver el costo de la mano de
obra, o de la materia prima.
5)
A la inversa, existen también a su vez, importantes empresas lácteas
cuyo uso racional de los recursos, sumado a una prolija
administración, resultan altamente rentables y se encuentran fuera
de todo riesgo, sin embargo al verse favorecidas por la política
restrictiva de los precios a la materia prima que establecen las
altamente endeudadas, que son formadoras de precios al productor
tambero, estas empresas optan por no mejorar su oferta lo que les
permite incrementar aún más sus márgenes de utilidad.
6)
La obtención en negociaciones colectivas, por parte de ATILRA,
de aportes de la industria con destino al gremio para ser utilizados
en beneficios de los afiliados, ha sido legítimamente conseguido,
negociado libremente y acordado con las cámaras empresarias en el
marco de las previsiones establecidas en la ley 14.250, su marco de
legalidad y formalidad ha sido revisado por la autoridad de
aplicación, homologado y debidamente publicado en el Boletín
Oficial, tales recursos no son dilapidados ni direccionados en
beneficio de alguien en particular, sino que se destinan a servicios
vitales para los trabajadores y sus familias, como es el caso de la
salud. No hay que olvidar que cuando la actual conducción se hizo
cargo de los destinos de la organización, solamente en concepto de
prestaciones médico-asistenciales nuestra obra social debía más de
siete millones de dólares; produciéndose no sólo una situación de
quebranto en lo numérico, sino y lo que es más grave, nuestros
beneficiarios, trabajadores de la industria, quedaban en una
situación de indefensión en lo que a la salud se refiere.
Los
industriales saben perfectamente que sería imposible brindarles
salud a nuestros beneficiarios sólo con los aportes ordinarios
recibidos por la obra social; ellos tienen plena conciencia que una
pareja joven con 2 hijos, está abonando alrededor de 2 mil pesos
mensuales a una prepaga por obtener servicios similares a los
nuestros.
Gran
parte de los aportes extraordinarios se utilizan para complementar
servicios de salud, pero también para formar y capacitar a los
trabajadores de la industria. Les consta también a los empresarios,
que nos hacemos cargo de la salud de muchos trabajadores y sus
familias aún sin percibir de sus empleadores el correspondiente
aporte que muchos de ellos eluden realizar.
Finalmente, la correcta utilización de los recursos le permite a
nuestra organización volcar parte de los mismos a la sociedad en
apoyo a la cultura, al deporte y en actividades solidarias, ya que
ATILRA entiende que como gremio representante de trabajadores
bien pagos, tiene la obligación de proyectarse a la comunidad de
cual forman parte sus afiliados.
Para
concluir: apoyamos las legítimas aspiraciones de los productores
tamberos, que no colisionan con los intereses de los trabajadores
lecheros, creemos firmemente en el rumbo político, económico y
social de este gobierno del que nos sentimos parte, y no renunciamos
al derecho de exigir lo que a los trabajadores lecheros nos
corresponde.
CONSEJO DIRECTIVO NACIONAL
ATILRA
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