Desde que asumió la
nueva conducción en 2002 integrada por un grupo de jóvenes y destacados
dirigentes liderado por Héctor Ponce, ATILRA no ha dejado de crecer, tanto en el
plano nacional como en el internacional.
Hace diez años la organización
pasaba por un momento extremadamente crítico, complicado y hasta desesperante en
términos económicos y de su representación ante el empresariado y las
autoridades de Trabajo de la Nación.
Observar ahora la consolidación y
el protagonismo de ATILRA nos permite afirmar que el proceso iniciado en
2002 admite, inequívocamente, la caracterización de “refundación
organizacional”.
¿Cómo explicar esta extraordinaria
transformación? ¿Cuáles son las herramientas y llaves con las cuales ATILRA
accede y se posiciona en esta nueva realidad? Nuestro vínculo creciente con esta
afiliada nos permite identificar algunas respuestas clave.
La nueva conducción rescató y
reiventó el diálogo permanente y eficaz con todos sus miembros en el país. En
esa dinámica se destaca la propagación de múltiples ámbitos de capacitación y
formación de nuevos cuadros; diferentes y atractivas publicaciones y, no menos
importante, un relacionamiento adecuado con los medios de comunicación locales y
regionales que han contribuido a dar visibilidad a la labor de ATILRA.
A lo anterior añadimos la
profundización de la lucha contra el trabajo precario y el trabajo no
registrado. En este aspecto, se han realizado decenas de fiscalizaciones que han
permitido el encuadramiento laboral y sindical de un importante número de
trabajadores que ahora están incluidos en el Convenio de la industria.
Un punto alto en el quehacer de
ATILRA, y que revela el estrecho lazo renovado con sus afiliados,
lo constituye la defensa del poder adquisitivo del salario. En este
sentido, subrayamos que la recuperación salarial en los dos últimos años alcanzó
prácticamente un 80 por ciento.
Más
allá de fronteras
En el plano internacional, y como
resultado de una participación creciente en el seno de la UITA, ATILRA
viene avanzando y obteniendo un importante reconocimiento.
En 2005, con el patrocinio de la
Secretaría Regional Latinoamericana de la UITA, se firmó un Convenio de
Cooperación con el Sindicato de Trabajadores Lecheros de Nueva Zelanda (NZDWU,
por sus siglas en inglés), con la idea de
formalizar un proceso de
vigilancia en América Latina sobre el cumplimiento del Acuerdo Marco firmado por
UITA, Fonterra y NZDWU, con el visto bueno del gobierno de Nueva Zelanda y de la
OIT en 2002.
El intercambio de información y contactos entre
ATILRA con este importante sindicato neozelandés, potenció la necesidad
de organizar una Conferencia Internacional del Sector Lácteo de la UITA,
que se concretó en marzo de 2010 en Buenos Aires y en Sunchales, provincia de
Santa Fe, Argentina.
Como resultado directo de esta Conferencia, en
abril de 2010 el Comité
Ejecutivo de la UITA aprobó por unanimidad la conformación de una
Sectorial Láctea a nivel Mundial, para cuya presidencia fue electo Héctor
Ponce.
Igualmente es de relieve la firma
del Convenio de Cooperación entre ATILRA y la Federación
Agroalimentaria de la UGT-España, también en 2010, que propició la puesta a
punto de una agenda conjunta en la cual se destacan las siguientes actividades:
-Las Jornadas de Riesgos
Psicosociales en la Industria Láctea, que sesionaron en Córdoba, España,
del 26 al 28 de julio de 2010,
en las cuales se contó con el
análisis y el encare de la industria, del pequeño productor, de los
cooperativistas y de una serie de técnicos y académicos de connotada
trayectoria.
-Y el pasado 5 de mayo,
Sebastián Serena, secretario de Relaciones Industriales de la FTA,
intervino en la reunión del Consejo Directivo de ATILRA brindando una
conferencia sobre la industria láctea en España que fue evaluada muy
positivamente por todos los participantes.
En esa jornada se firmó un nuevo
Convenio de Cooperación entre ATILRA y la FTA, que refuerza la
coordinación en los temas salud y seguridad en el trabajo y capacitación
profesional.
Arturo Jorge Videla,
subsecretario de Lechería del Ministerio de Agricultura y Pesca del gobierno
argentino, presente en esa actividad, celebró el nuevo Convenio de Cooperación
expresando su satisfacción por los acuerdos alcanzados entre las organizaciones
signatarias.
Por último, ATILRA ha
sabido “desencapsular” su organización, llevándola más allá de los
intereses profesionales y de las cuatro paredes de las plantas procesadoras. Hoy
observamos a una organización cercana y sensible con la problemática general del
sector, y en particular con la crisis que golpea a los pequeños productores.
Por eso no es casualidad que el
Ministerio de Agricultura de la Nación, a través de la Subsecretaría de
Lechería, haya contado con ATILRA para el diseño, elaboración y puesta en
marcha del Plan Nacional Lechero.
Para Héctor Ponce, “La
sustentabilidad de este Plan dependerá de la participación y del compromiso de
todos quienes hacen parte del sector lechero, y debe ir más allá de la
aspiración de un gobierno para transformarse en una verdadera política de
Estado. ATILRA apoya con gran entusiasmo esta iniciativa”, puntualizó el
dirigente.
Para el equipo de trabajo de
ATILRA falta mucho por hacer, pero cada uno de sus integrantes sabe con
orgullo que ha sido mucho lo realizado en estos nueve años de labores por un
futuro mejor para toda la familia de la industria láctea argentina.
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