La
actividad, que reunió a 81 congresales
delegados de las 27 seccionales del
país, se realizó ayer, miércoles 10, en
el balneario Mar del Plata, al sur de la
capital. Durante la Asamblea, Héctor
Ponce, secretario general de la
Asociación de Trabajadores de la
Industria Lechera de la República
Argentina (ATILRA), presentó un informe
del cual ofrecemos aquí un resumen.
En su reporte, Héctor Ponce destacó: “Debo renovar mi
agradecimiento por la colaboración y
solidaridad recibida de parte de todas
las compañeras y compañeros lácteos de
Argentina, que se han movilizado
cada vez que su presencia fue solicitada
por el surgimiento de algún conflicto,
dejando actividades de lado tanto
laborales como personales, para
integrarse a la lucha, creando con ello
un clima de solidaridad y compañerismo
que es la base sobre la cual se sustenta
nuestro gremio, fortaleza necesaria para
defender los derechos de todos los
trabajadores a lo largo y ancho del
país”.
Ponce
enfatizó sobre la importante labor de la
Comisión Paritaria Nacional: “Este año
llegamos a la sexta negociación desde
que asumimos en 2002. Todos ustedes
saben que nuestros salarios están por
encima de otros sectores de la industria
alimentaria. Este logro no ha sido
producto de la casualidad, para la
recomposición del poder adquisitivo de
los salarios de nuestros trabajadores
hizo falta mucha lucha, profundas
convicciones, un horizonte definido y,
fundamentalmente, humildad y
solidaridad. Los argumentos en la
negociación salarial fueron:
-
El derecho de los trabajadores a una
remuneración digna y suficiente,
acorde a las necesidades actuales.
-
El derecho de los trabajadores de
participar en una distribución justa
y equitativa de los beneficios
obtenidos por la industria en
general.
-
Mejorar la calidad de vida de
nuestros trabajadores y trabajadoras
a través del beneficio directo que
implica subir sus salarios, e
indirecto, a través de la mejora en
la estructura de ingresos de las
entidades que forman la cadena de
servicios: Sindicato, Obra Social y
la Mutual”, subrayó el dirigente.
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Desde que Héctor
Ponce asumió la
conducción de la
Asociación en 2002 junto
a un formidable grupo de
dirigentes, ATILRA no ha
dejado de crecer. En
aquel año los afiliados
no llegaban a 10 mil
miembros, hoy suman 20
mil |
En otro momento del informe Ponce abordó la actual
coyuntura: “La aparición de la
denominada crisis financiera global
resintió todo el comercio internacional
y por ende las exportaciones de los
productos que remiten las empresas
lácteas argentinas al exterior, por lo
cual bajaron en forma considerable sus
ventas y los valores de los productos
que se exportan. Atentos a esta
circunstancias ─consignó el secretario
general de ATILRA─, hemos
considerado necesario priorizar el
mantenimiento de las fuentes de trabajo
de nuestras compañeras y compañeros, a
la espera de que la situación
internacional mejore y que los productos
vuelvan a ser exportados en los
volúmenes y precios de años anteriores”.
La lucha contra el trabajo no registrado (un flagelo a nivel
nacional) fue examinada cuando se
informó que “se intensificaron las
inspecciones a las empresas con nuestro
propio cuerpo de inspectores, además de
los operativos llevados a cabo junto con
el Ministerio de Trabajo y la
Confederación de Asociaciones Sindicales
de Industrias de la Alimentación
(CASIA)”.
Un tema que destacó el informe fue el plan “Cuenta
Conmigo”,
mediante el cual la solidaridad de los
trabajadores lácteos llega a todo el
país. “El aporte de los trabajadores
─anexó Ponce─ llega también a la
fundación del Padre Luis Farinello,
con quien hemos formalizado un
compromiso por el cual la leche del plan
‘Cuenta
Conmigo’ está presente en sus 30 comedores comunitarios. Al
mismo tiempo, nuestro Sindicato
proporciona medicamentos y se hace cargo
de horas médicas como una forma de
contribuir a paliar las necesidades
básicas insatisfechas de una parte de
nuestra lastimada sociedad”.
Desde que Héctor Ponce asumió la conducción de la
Asociación en 2002 junto a un formidable
grupo de dirigentes, ATILRA no ha
dejado de crecer. En aquel año los
afiliados no llegaban a 10 mil miembros,
hoy suman 20 mil. Las razones de ese
crecimiento estriban en la cercanía que
esta dirección tiene con su gente, sus
demandas y luchas, sobre lo cual
Ponce hizo hincapié: “ATILRA
tiene una capacidad de movilización que
supimos, entre todos, construir. Esa
capacidad debe servirnos para lograr las
metas que nos trazamos y recordar que
debemos redoblar los esfuerzos para que
en el futuro, se sumen más trabajadores
y trabajadoras en las labores del
Sindicato y en cada movilización y
conflicto, como una manera práctica y
contundente de hacer notar nuestra
fuerza y nuestro poder.
Sabemos ─prosiguió Ponce─ que no basta con sumar
nuevos afiliados al padrón del
Sindicato, sino, y fundamentalmente, es
necesario que esos afiliados adquieran
un profundo sentido de pertenencia con
la organización sindical encargada de
tutelar sus intereses de clase”,
puntualizó el secretario general de
ATILRA.
