Bolivia
Avances y
retrocesos en la construcción de alternativas |
Las
movilizaciones sociales que el año pasado forzaron la salida
del presidente Gonzalo Sánchez de Losada sembraron la
esperanza de que, una vez más, los sectores populares
bolivianos serían capaces de torcerle el brazo a los
poderosos y encaminarse a la construcción de un modelo
alternativo. Sin embargo, esa esperanza parece haberse
diluido
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EFE |
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El nuevo
jefe de Estado, Carlos Mesa, un antiguo analista televisivo
que acompañó a Sánchez de Losada en las últimas elecciones,
había prometido que revisaría los acuerdos con las
transnacionales para la explotación del gas, pero ello
todavía no ha sucedido.
Según Víctor Hugo Chávez, director de ERBOL, uno de los
principales medios de comunicación independientes, los
acuerdos firmados previamente con las empresas obligarían al
Estado boliviano a pagar la friolera de 8.000 millones de
dólares para resarcir a esas firmas de sus "pérdidas".
Todos los sectores que participaron en la caída de Sánchez
de Losada se han movilizado en las últimas semanas para
forzar a Mesa a cumplir con sus promesas. La Central Obrera
Boliviana (COB) había anunciado para comienzos de esta
semana la posibilidad de nuevas huelgas generales y de que
los campesinos cortaran las rutas nacionales.
Sin embargo, buena parte de esas movilizaciones no pudieron
concretarse. Los campesinos, afectados además por
discrepancias internas, abrieron un espacio para negociar
con el gobierno y postergaron la implementación de las
medidas anunciadas.
La COB ha debido enfrentar simultáneamente la debilidad de
sus sindicatos y las denuncias de que algunos de sus
dirigentes colaboraron con las dictaduras del pasado.
Por su parte, el gobierno decidió declarar feriado el lunes
3 de mayo en conmemoración del Día Internacional de los
Trabajadores, con lo que facilitó la confusión y
desmovilización de las organizaciones sociales.
Como telón de fondo de este panorama se encuentran las
diferentes valoraciones que organizaciones sociales y
partidos realizan de la coyuntura actual.
Mientras algunos siguen creyendo que el punto central sigue
siendo impedir que las transnacionales se enriquezcan
mediante la expoliación de los recursos naturales, otros,
como el Movimiento al Socialismo del líder cocalero Evo
Morales, apuntan a la realización de un referéndum que laude
la situación de los yacimientos de gas y a la convocatoria a
una Asamblea Constituyente que defina los nuevos marcos de
relacionamiento entre los diferentes factores de poder en el
país.
Estos hechos, que echan luz sobre la incapacidad para
construir liderazgos populares capaces de presentar una
alternativa al modelo dominante, postergan los avances en la
unificación de las luchas.
Pasados los estallidos sociales cada sector vuelve a
refugiarse en sus propios problemas, la desconfianza entre
los dirigentes retoma su lugar –amplificada por los medios
de comunicación masivos– y las debilidades se encubren con
discursos altisonantes.
Ariel Celiberti
© Rel-UITA
7 de mayo de
2004
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