La Junta
Directiva del Sindicato de Trabajadores del
Instituto Nacional Agrario (SITRAINA),
denuncia que autoridades judiciales, agentes
de la Policía Nacional Preventiva y de la
Dirección General de Investigación Criminal
(DGIC), en complicidad con el director
regional del INA, Germán René Silva, han
desatado una cacería contra los integrantes
de la Empresa Asociativa Campesina (EAC)
“Yarushin No 2”, afiliada a la
Central Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC)
y ubicada en la comunidad de Yarushin,
municipio de Santa Rosa de Copan,
departamento de Copan.
El SINTRAINA informó que como consecuencia de la
represión contra los campesinos “han sido
detenidos la compañera María Idulvina
Guevara y los campesinos Juan
Francisco Acevedo Hernández, Andrés
Acevedo Hernández, Eusebio León
Melgar, Antonio Fuentes Escobar y
Leonel. Los hermanos Acevedo
Hernández guardan prisión junto a
peligrosos delincuentes en la Granja Penal
de Santa Rosa de Copan desde hace 17 días, y
el resto han sido detenidos en estos dos
últimos días”.
El marco de esta represión es la aplicación de la Ley de
Reforma Agraria y de un reciente Decreto
presidencial por los cuales se les reconoce
el derecho a la propiedad de la tierra a
grupos y comunidades que las vienen
trabajando desde hace décadas. Estas tierras
han estado en usufructo de los campesinos y
campesinas, pero en permanente disputa con
los grandes terratenientes que pretenden
anexarlas a sus ya vastas propiedades. El
Decreto presidencial agudizó el conflicto.
El comunicado del SITRAINA expresa que “a las ordenes
de captura emitidas por los juzgados de
Santa Rosa de Copan se agregan las
arbitrariedades cometidas desde la oficina
regional del INA. El director
regional, Germán René Espinal, desde
que inició su gestión en el gobierno del
‘Poder Ciudadano’ se ha parcializado por
cuestiones políticas con los terratenientes
de la zona. En 2007, Espinal declaró
sin lugar el dictamen de los propios
funcionarios de la institución agraria que
favorecía a los campesinos de la EAC
‘Yarushin N0 2’.
Hasta ahora la única respuesta
que han recibido los campesinos
de parte de las autoridades
agrarias, de los fiscales,
jueces y policías, son las
típicas medidas represivas |
El trabajo de campo realizado entonces determinó que los
miembros de la EAC sí eran
beneficiarios de la Ley de Reforma Agraria y
del Decreto 18-2008 aprobado este año por el
Congreso Nacional, que busca resolver la
mora agraria con casos que tengan una
antigüedad de más de 30 años.
Un informe posterior del Jefe de Reconversión de la Regional
del INA en Santa Rosa de Copan,
Flavio Antonio Flores -expulsado del
SITRAINA por acciones en contra de la
organización de los trabajadores-, determinó
lo contrario del informe original, lo que ha
sido usado en los juzgados para favorecer a
los terratenientes”, aclara el comunicado.
“Las decisiones tomadas por el director regional del
INA, Germán René Espinal, y
los jueces de Santa Rosa de Copan han
permitido que los terratenientes dispongan
abusivamente de más de 20 manzanas de maíz
propiedad de los campesinos y campesinas de
la EAC ‘Yarushin 2’
-agrega el SITRAINA-,
y
actualmente están sirviendo para alimentar
el ganado de la familia que reclama las
tierras y el de algunos de sus vecinos que
lograron reunir para dañar a los labriegos.
Las 39 familias de la EAC “Yarushin 2”, originarios
del lugar de donde pretenden ser
desalojados, cultivan la tierra que reclaman
desde hace más de 20 años. Ellos solicitaron
formalmente desde el año pasado al Instituto
Nacional Agrario la adjudicación de las 80
manzanas que cultivan con granos básicos.
“El predio que los campesinos solicitan -dice el comunicado-
es reclamado por una familia de
terratenientes de la zona encabezados por
Rosa Candida Trigueros y su hijo
Gustavo Trigueros. Estos últimos
disponen de un título al que arbitrariamente
quieren agregar las tierras de los
campesinos afectados”.
Con este tipo de acusaciones los
fiscales y jueces buscan
ahuyentar a los campesinos de
sus tierras para allanarles el
camino a los ricos
terratenientes |
“Los campesinos han solicitado a las autoridades agrarias una
remedición de la propiedad de la familia
terrateniente, que a sus 750 manzanas quiere
agregar las 80 que reclama el grupo
campesino -denuncia el SITRAINA-.
Hasta ahora la única respuesta que han
recibido los miembros de la EAC
‘Yarushin 2’ de parte de las autoridades
agrarias, de los fiscales, jueces y
policías, son las típicas medidas
represivas, jurídicamente denominadas
cautelares que suelen solicitar los fiscales
del Ministerio Publico.
La
preferida e imposible de cumplir es la que
impide el acceso a las tierras de cultivo y
a sus viviendas de los afectados. Con esta medida las ‘autoridades’ violan los mas elementales derechos de
los campesinos y los obligan a aceptar un
desalojo que violenta fundamentalmente su
derecho a la inocencia, a la propiedad, a la
alimentación y a la vivienda. Con esta
medida también le facilitan a los poderosos
la ocupación de la tierra”.
En diálogo con Sirel, Manuel de Jesús Sosa,
presidente del SITRAINA afirmó que
“Los campesinos y campesinas detenidas son
acusados de allanamiento y de delitos
ambientales, muy de moda entre los
‘operadores de justicia’ cuando de acusar
campesinos se trata. Las penas establecidas
en la nueva legislación por los delitos
ambientales andan arriba de los cinco años,
no excarcelables. Con este tipo de
acusaciones los fiscales y jueces buscan
ahuyentar a los campesinos de sus tierras
para allanarles el camino a los ricos
terratenientes que no se conforman con las
extensas propiedades que ya tienen y que no
logran explotar al cien por ciento”, agregó.
Manuel de Jesús Sosa
advirtió que “Para evitar su detención por
parte de las llamadas autoridades, el resto
de los miembros de la EAC ‘Yarushin
2’ se están exponiendo al peligro de cruzar
ríos crecidos por las fuertes lluvias que
caen en la zona. Responsabilizamos al Estado
de las violaciones a los derechos humanos
que los campesinos y campesinas del
occidente de Honduras están sufriendo
por culpa de los funcionarios designados en
aquella región”, finalizó.
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