La delegación internacional y los
sindicalistas
locales ante la planta de Calvo
Conservas
en El Salvador |
Josu
Onaindi, secretario general de CCOO-Euskadi y miembro de la dirección nacional
de CCOO se encuentra en estos días en El Salvador encabezando una delegación
integrada también por Felisa Piedra, secretaria de la Mujer e Internacional, y
Lourdes García, secretaria de Formación y Empleo, para realizar visitas a
diversos sindicatos, especialmente al SGTIPAC Seccional Calvo Conservas, donde
se está aplicando una política salvajemente antisindical. Sirel dialogó con él
sobre este tema
-¿Cuál es tu
evaluación de la situación en esta empresa?
-El de Calvo
Conservas de El Salvador es un caso flagrante de no respeto de los
derechos básicos de los trabajadores y de los sindicatos. La violación por parte
de esta empresa de los Convenios 87 y 98 de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), que protegen el derecho de los trabajadores a organizarse
en el ámbito laboral, ha cercenado esa posibilidad, y cuando lo han intentado ya
tienen tres compañeros despedidos. Comprobamos que esta empresa, que ha
alardeado en El Salvador de estar cumpliendo las normas de la OIT,
en realidad no lo hace, no es cierto; y lo grave es que ha estado recibiendo
apoyos de la Unión Europea en el entendido de que sí estaba cumpliendo
con convenios firmados que suponen el respeto de los derechos de los
trabajadores. A la hora de la verdad, hay tres compañeros sindicalistas
despedidos de Calvo Conservas por su acción sindical. Lo que es todavía
peor, y más flagrante, es que se niega a recibir a nuestro Sindicato, que tiene
una representación importante en las empresas de Calvo en España.
Creo que debemos denunciar duramente la actitud antisindical de esta empresa.
Trabajadoras de Calvo Conservas son
"disuadidas" de hablar con los
sindicalistas
a la salida de la planta |
-Ustedes
estuvieron ayer en la puerta de la planta solicitando una entrevista que no les
fue concedida…
-Así fue.
-¿La empresa
Calvo en España tiene la misma actitud?
-No, en
absoluto, mantiene relaciones fluidas con los sindicatos, uno afiliado a la
UGT y otro a Comisiones Obreras. Aquí lo que hacen es cercenar los
derechos de los trabajadores y negar la posibilidad de cualquier tarea sindical.
Además, impone condiciones de trabajo totalmente lastimosas, como es la
presencia de guardias armados dentro de la planta, lo que significa una
intimidación contra los trabajadores, además de un riesgo, ya que el suelo está
siempre mojado, los guardias no tienen calzado adecuado y un resbalón podría
provocar algún herido entre los operarios.
-¿Cómo has
encontrado al Sindicato local?
-Nos hemos
reunido y los encuentro bastante animados. Tienen una actitud muy decidida de
seguir adelante, afiliar a la gente y conseguir sus reivindicaciones.
-¿Cómo
continuarán las gestiones de la delegación?
-En el contacto
telefónico que hemos mantenido con las autoridades de la empresa, se nos
comunicó que nos recibirán el próximo viernes 18, pero no sabemos qué sucederá.
Carlos Amorín
©
Rel-UITA
11
de mayo de 2007 |
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