Intoxicación masiva en CALVO (I)
Crónica de un desastre anunciado
La
sustitución de uno de los cuatro químicos que se usan habitualmente para
desinfectar las mesas en las que se procesa el pescado, podría haber sido la
causa de la reacción química que creó una nube tóxica al interior de la planta
CALVO CONSERVAS. Tal es la explicación que surge de los testimonios recogidos en
La Unión por el Sindicato General de Trabajadores de la Industria Pesquera y
Actividades Conexas (SGTIPAC) y el Centro de Estudios y Apoyo Laboral (CEAL).
Faltaba un
cuarto para las doce de la noche el 21 de diciembre de 2007, terminaba la última
jornada laboral del año en la planta conservera y algunas líneas de producción
aún se encontraban procesando pescado. Una cuadrilla de limpieza empezó a
esparcir el químico sobre una de las mesas que recién había sido desocupada.
Inmediatamente, la mezcla hizo reacción con el aire o con el agua, habrá que
investigarlo, liberando una nuble blanca y tóxica.
Los dos
principales encargados de la planta estaban fuera del local al momento del
accidente. Algunos trabajadores afirman que se encontraban con personal del
departamento de frigorífico en una celebración navideña que estaba teniendo
lugar en un club adjunto al complejo de CALVO.
Al percatarse
de que la nube era tóxica, los representantes sindicales instaron a sus
compañeras a evacuar la planta. Algunas supervisoras querían que las
trabajadoras terminaran de limpiar las últimas bandejas de pescado antes de
salir. En un primer momento, el encargado de Seguridad Industrial sugirió que
salieran un momento y luego regresaran para terminar las tareas.
Afuera de la
planta, muchas de las que habían logrado salir se desmayaban, tenían vómitos y
náuseas, fuertes dolores de cabeza, mareos, y se les cerraba la garganta
creándoles una sensación de asfixia. El caos fue total durante varios minutos
instaurando entre las víctimas un fuerte sentimiento de indefensión y de pánico.
De manera
improvisada, varios vehículos particulares y de la Policía comenzaron a llevar a
las desmayadas a los centros asistenciales más cercanos. Fue entonces cuando el
director de planta, Antonio Huezo, ordenó a los buses de transporte de
personal que llevaran a las trabajadoras de regreso a sus comunidades.
Los
representantes sindicales del SGTIPAC, al percatarse de que en el camino
más personas podían sufrir colapsos respiratorios o desmayos, pidieron a los
chóferes que se dirigieran al hospital del Seguro Social de La Unión. Uno de los
chóferes que prefirió seguir las órdenes de Antonio Huezo, cambió de idea
a medio camino y se dirigió también hacia el hospital ya que las pasajeras
seguían desmayándose y colapsando
A la una de la
mañana del 22 de diciembre la emergencia del hospital estaba completamente
desbordada, por lo que se convocó de urgencia a más médicos y enfermeras para
atender al personal intoxicado de CALVO.
Bajo una lluvia
de insultos de su superior, el trabajador que supuestamente esparció el químico
fue despedido sin dilaciones mientras se desarrollaba el caótico incidente. El
operario, no obstante, argumenta que fue su jefe inmediato quien preparó y le
entregó la mezcla del químico para efectuar la limpieza.
Esta
reconstrucción de los hechos tiene por hilo conductor el relato aportado por
diversos testimonios de trabajadores y trabajadoras afectados, así como del
personal de salud que participó en la atención a las víctimas de la intoxicación
en CALVO.
A partir de
esos testimonios se pueden hacer algunas valoraciones preliminares:
-
No existe
una adecuada capacitación del personal en el manejo de productos químicos;
tampoco un protocolo adecuado sobre su uso seguro.
-
No existe
un plan de evacuación de la planta, o al menos uno que funcione y que sea de
conocimiento de las/os trabajadoras/es.
-
Tampoco
existe una sirena o señal de alarma que anuncie peligros inminentes que
ameriten evacuación.
-
Los dos
principales encargados de la planta se encontraban en una fiesta mientras su
personal laboraba.
-
Las
acciones y decisiones de los representantes sindicales del SGTIPAC
evitaron que el personal fuera afectado de una manera más grave.
Este no es el
primer incidente de este tipo que se produce en las instalaciones de CALVO.
De hecho, sería el tercero. Una fuga de amoníaco en 2004 también generó una
protesta espontánea y masiva de los trabajadores, que la empresa saldó con
cientos de mujeres despedidas. Otra intoxicación similar, aunque de menor
gravedad, ocurrió en 2006.
Por su parte,
los representantes sindicales del SGTIPAC afirman que cuando las
diferentes oficinas estatales retomen su actividad normal -luego de las
vacaciones de navidad y fin de año- realizarán las demandas legales
correspondientes. Asimismo, exigen una investigación en profundidad para
delimitar responsabilidades e ir a la raíz del problema, que en su opinión es la
negligencia escandalosa en materia de seguridad e higiene ocupacional en
CALVO CONSERVAS EL SALVADOR.
En próximas
entregas aportaremos lo sustancial de los diversos testimonios recogidos entre
los trabajadores y trabajadoras afectados/as y el personal de salud que los
atendió en la emergencia.