Grupo Calvo, el atún enlatado invade Latinoamérica

Pep Lobera

28 de abril de 2007

El Grupo Calvo ha desembarcado en América Latina. Fundado en Coruña un año después del fin de la Guerra Civil española, este grupo es hoy el quinto productor de atún enlatado del mundo. Pero no todo parece ser atún claro.

Desde hace ya algunos años, el grupo está aumentando el número de lomos de atún que enlata gracias a los menores costos laborales que existen en América Latina y en Marruecos. Según Manuel Calvo, “la planta de El Salvador estará más enfocada al Norte [EE UU y México] y al Caribe, la de Brasil hacia el mercado sudamericano” (El Diario de Hoy, 6/2/07). Sin embargo, la planta salvadoreña, teóricamente destinada a abastecer el mercado americano, envía el 95% de su producción a la Unión Europea.

Lo que sí parece claro es la estrategia a seguir: “Tenemos que ser más agresivos”, aseguraba el empresario en la misma entrevista. Y para ello, el grupo parece no tener reparos en recortar derechos laborales o presionar a gobiernos para que aprueben tratados de libre comercio. El grupo Calvo ha amenazado públicamente con retirar su inversión si el Gobierno salvadoreño no mantiene el acuerdo preferencial SGP+ con la UE. El motivo: tendría que pagar aranceles, un 20,5% de impuestos a la entrada de la Unión.

Al mismo tiempo de exigir la ratificación del SGP+ al Gobierno salvadoreño, casi una tercera parte de la fuerza laboral del Grupo Calvo en El Salvador, 600 empleados, fue despedida de un día para otro. ¿Un aviso para navegantes? Será, porque al poco de que el país declarara su disposición a hacer los cambios necesarios para ratificar el acuerdo preferencial con la UE, Manuel Calvo adelantó a la prensa “la posibilidad de contratar a 400 personas más”.

Trabajadores en lata

Sorpresas te da la vida. Uno de los requisitos que debe cumplir El Salvador para mantener el acuerdo preferencial con los europeos es el derecho de los trabajadores al convenio colectivo. Derechos laborales básicos, vamos. En cambio, la empresa despidió el 9 de febrero a una operaria que días antes había pretendido fundar un sindicato de trabajadores. El lunes se inscribía en el Ministerio de Trabajo la sección del sindicato SGTIPAC en Calvo Conservas, el viernes Berta Menjívar era despedida. ¿Otro aviso? Recientemente, una inspección especial del Ministerio de Trabajo señaló que la empresa no había cumplido las recomendaciones de pagar los salarios pendientes y de reinstalar en sus funciones a la operaria despedida.

¿Cuál es la razón principal de que el grupo se instale en El Salvador? Las mujeres salvadoreñas trabajan más por menos dinero, lo que en términos empresariales significa “ganar más” con las latas que se venden en Europa. A este paso en términos de derechos laborales, en diez años todos calvos