A pocos meses de que la Corporación José R.
Lindley cumpla 100 años de presencia en el
Perú, el Sindicato Nacional de Trabajadores
de Embotelladora Latinoamericana (SINATREL),
que representa a los trabajadores peruanos
de Coca Cola, ha logrado acuerdos muy
positivos en la mesa de trato directo,
aunque aún está por determinarse el período
de duración del Convenio Colectivo que
próximamente firmará con los representantes
de la empresa.
Julio Falla,
secretario general de SINATREL y
actual presidente del
Sector Alimentos
Bebidas y Afines de la Confederación General
de Trabajadores del Perú (CGTP–ABA),
explicó a Sirel que han
logrado un aumento general al básico de 1,68
dólares diarios, es decir 50,5 dólares
mensuales, y “nosotros estuvimos pidiendo un
aumento diario de 1,9 dólares”.
“Además, hemos logrado el ‘premio
educativo’, que tiene el propósito
distinguir a los hijos de los trabajadores
que ocupen los dos primeros puestos en sus
centros educativos y consistirá en un
estímulo económico de 1.852 dólares una vez
al año y estará comprendido en la asignación
familiar del trabajador.
Otro tema importante es que hemos logrado el
horario de trabajo de ocho horas diarias de
lunes a sábado. Son pocas las organizaciones
sindicales que mantienen 48 horas semanales.
No tenemos horarios atípicos en Coca Cola”,
dijo.
Asimismo, el SINATREL recibirá una
asignación mensual de 505 dólares para el
pago del alquiler de un local que será su
sede sindical. “Nos están haciendo una
propuesta muy buena, darnos para la entrega
inicial de 10 mil dólares para la
adquisición de un terreno para el sindicato,
pero condicionan la vigencia del Convenio a
tres años; estamos evaluando técnicamente
esta oferta para ver si conviene o no”,
señaló Falla.
La adquisición de un terreno para construir
su local sindical es uno de sus proyectos
más ambiciosos del SINATREL, pero
están convencidos de que esa aspiración no
les hará tomar una decisión apresurada que
lamenten a futuro.
“La decisión se debe tomar en Asamblea
General. Tenemos que encontrar un punto de
equilibrio; quizás establecer dos años como
período de duración del Convenio Colectivo,
con ciertas condiciones porque los
trabajadores de SINATREL no estamos
acostumbrados a cierres de más de un año, y
explicar a la clase trabajadora cuáles son
los pros y los contras. Es un poco
complicado, creo que esto tiene que ir de
manera progresiva”, explicó.
Hemos logrado el horario de
trabajo de ocho horas diarias de
lunes a sábado. Son pocas las
organizaciones sindicales que
mantienen 48 horas semanales |
Julio Falla,
al referirse a la crisis económica, lamentó
que el gobierno aprista este más preocupado
en apoyar a las transnacionales que han
invertido en el país que en la situación de
los trabajadores peruanos.
“El gobierno debería velar porque las
transnacionales reinviertan en el país. En
cinco meses empezará a regir el Tratado de
Libre Comercio (TLC) con Estados
Unidos y aún no se ha corregido siquiera
el tema de la agroindustria, que va a ser el
caballito de batalla en la economía del
país”, indicó.
Sostuvo que Alan García “es un
demagogo que nuevamente ha timado al pueblo
peruano, al que le prometió el oro y el moro
en su campaña electoral, promesas que está
incumpliendo porque se ha unido a los grupos
de poder económico y a los inversionistas
transnacionales para seguir con modelos
económicos y políticos que continúan
golpeando a la clase trabajadora”.
El secretario general de SINATREL y
presidente de CGTP-ABA señaló que
desde esta sectorial, “se trabaja en defensa
de los derechos laborales de los
trabajadores, más aún cuando en el país es
muy limitada la posibilidad de
sindicalización”.
“Como CGTP-ABA aspiramos a
constituirnos en una de las fuerzas más
importantes de la actividad productiva del
país, porque representamos un sector
industrial que lamentablemente ha estado
desarticulado”.
Para subsanar esta situación están
identificado el tipo de empleo que rige en
el sector privado de la industria de
alimentos, bebidas y afines, y esperan que
dentro de un año puedan estar en condiciones
de elaborar un par de propuestas
legislativas para cambiar los decretos que
perjudican y limitan la formación de
sindicatos en el Perú.
Las empresas deberían aportar
más al país generando empleos
dignos y no con
sobreexplotación, y entender que
los mejores resultados con sus
trabajadores se consiguen en la
mesa de diálogo |
Señaló que las empresas deberían aportar más
al país generando empleos dignos y no
empleos con sobreexplotación, y entender que
los mejores resultados con sus trabajadores
se consiguen en la mesa de diálogo.
Cien años en
el Perú
El próximo año la Corporación José R.
Lindley SA cumple 100 años de vida en el
Perú, y todo indica que quieren
celebrar su centenario sin conflictos. De
ahí que su negociación con los trabajadores
se venga desarrollando en buenos términos y
con importantes ofertas.
En 1910, en el Rímac, uno de los distritos
más tradicionales de Lima Metropolitana con
calles de influencia sevillana, la
Corporación José R. Lindley SA (CJRL)
inició sus actividades en forma manual y con
una producción promedio de una botella por
minuto. Posteriormente se fueron
introduciendo innovaciones que llevaron a
crecer el rubro de bebidas a través de
cambios como el del antiguo sistema de tapa
de corcho o tapa de bola por la tapa corona.
En 1999, el 51 por ciento de las acciones de
la Corporación, que entonces producía
Inca Kola, fue comprado por la
transnacional estadounidense Coca Cola
que obtuvo la propiedad de la marca sólo
para su producción y comercialización fuera
del país, mientras que Lindley
mantuvo la propiedad de la marca en el
Perú.
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