Nos
dirigimos al norte de San Salvador junto a Alfredo Osorio
Morantaya, el joven y recién electo secretario general de la
Federación Sindical de Trabajadores Salvadoreños del Sector
Alimentos, Bebidas, Restaurantes, Hoteles, Agroindustria y
Afines, (FESTSABRHA) afiliado a UITA. Vamos a entrevistarnos
con René Canjura, el alcalde del municipio de Nejapa.
Sabemos que este pequeño municipio de San Salvador, que
desde hace doce años es administrado por el FMLN, está
teniendo problemas con la empresa
Coca Cola
que mediando los noventa, cuando se agotó el manto acuífero
de Soyapango, reubicó allí su planta embotelladora para
aprovechar el rico manto acuífero de la zona de recarga del
Volcán de San Salvador.
Durante la
década de los 90, bajo la administración del partido de
izquierda, Nejapa acogió a varias empresas en la zona con
las cuales firmó diversos acuerdos comprometiéndolas a
respetar el ambiente y brindar empleos a los pobladores,
iniciar una reforestación y, por supuesto, a pagar los
impuestos municipales y hacer obras en beneficio de los
Nejapenses. Algo que contrastaba con la clásica acusación de
que la izquierda ahuyenta la inversión. Casi diez años
después, las transnacionales han mostrado su verdadero
rostro: ni impuestos, ni tratamientos de aguas, ni obras
para la comunidad, y ahora hasta quieren demandar al
municipio por exigir lo acordado. Dos de estas empresas son
Embotelladora Salvadoreña,
Coca-Cola y
la administradora del relleno sanitario que recibe 1.400
toneladas diarias de desperdicios de la Región
Metropolitana. Los dueños del relleno son inversionistas
noruegos que han dejado su representación legal en manos de
militares como el general en retiro Orlando Zepeda, acusado
por la Comisión de la Verdad como uno de los oficiales
responsables del asesinato de sacerdotes jesuitas en 1989 y
miembro de “La Tandona”, la promoción de la Escuela Militar
que encabezó la guerra en El Salvador, y cuyos integrantes
fueron identificados por la Comisión de la Verdad de la ONU
como autores materiales e intelectuales de las más nefastas
masacres y violaciones a los derechos humanos en el pasado
conflicto.
Luego de un
efusivo saludo de René a Alfredo (quien también imparte
clases de dibujo y pintura a jóvenes en un proyecto de la
misma municipalidad), comenzó el diálogo con
Rel-UITA.
-¿Cuáles son los problemas que en este momento está
enfrentando la Municipalidad tanto con Coca-Cola como con la
empresa administradora del relleno sanitario?
-Con
Coca-Cola
tenemos tres problemas: uno es que construyeron una planta
que supuestamente les da tratamiento a sus vertidos, pero
han tenido dificultades por lo que descargan sus aguas sin
tratamiento a una cañada donde se ha generado una situación
ambiental grave. Se ha contaminado y matado buena parte de
la pequeña fauna que ahí existía, principalmente peces, y la
gente ya no puede usar esas aguas. Hemos hecho un esfuerzo
para que superen esas fallas pero hasta el momento ha sido
infructuoso.
-¿Cuando se instaló la planta Coca-Cola asumió algún tipo de
compromiso con esta Municipalidad y con las comunidades,
referente al tratamiento de las aguas industriales?
-Por
supuesto, y gracias a eso optamos por otorgarle los permisos
necesarios para su instalación, pero hasta ahora,
lastimosamente, la empresa ha generado problemas que antes
las comunidades no tenían.
-¿A
qué se comprometieron concretamente?
-A que su
planta funcionaría sin fallas ya que estaba probada en otras
partes. Hasta nos quisieron llevar a Guatemala donde hay una
planta con las mismas características. Lo que uno observa es
que es una planta muy mal manejada, lo que genera
dificultades fuertes en la comunidad y, por supuesto, la
gente se ha volcado a nosotros para que entre todos
encontremos una solución. Hasta ahora
Coca-Cola no
ha hecho nada que indique que tiene algún interés en
corregir este tema.
Y el otro
problema es que está funcionando de manera ilegal, ya que
algunos permisos que tendrían que estar en poder del
Municipio hasta hoy no los han completado. Hemos llegado a
algunos acuerdos, pero al final se negaron a cumplirlos. Hoy
hemos acudido a los tribunales.
Coca-Cola le
debe a este Municipio un poco más de 200 mil dólares, y
hasta hoy ha preferido no ir a los tribunales usando la
lógica de la gran empresa: “Debo 200 mil dólares; con buenos
abogados gano el juicio y pago sólo 100 mil”, sin
importarles que deben cumplir con lo que se han comprometido
y con lo que exactamente la ley demanda.
Otro asunto
es que se comprometieron a generar fuentes de empleo, a
hacer inversiones sociales acá y hasta hoy no trabaja nadie
de este municipio. Es decir, no han generado empleos, no han
cumplido con algunos compromisos en términos sociales y en
lo legal tampoco han cumplido con el municipio, por eso
estamos en los tribunales y en la Corte Suprema de Justicia.
Estamos cumpliendo dos años de haber iniciado el proceso y
hasta hoy la CSJ no se ha pronunciado.
-¿Hubo presiones al órgano judicial por parte de la
Coca-Cola?
-Lo que
debe de entenderse es que aquí en El Salvador el privilegio
es para los que tienen dinero, para la gran empresa. La
Corte Suprema de Justicia se ha tardado casi dos años para
dar su veredicto. Hoy, con el caso de la basura, que es
complementario si se quiere, en menos de dos días dieron su
veredicto, entonces es contradictorio.
-¿Tiene conocimiento sobre las condiciones laborales en esta
planta de Coca-Cola?
-No, porque
no tenemos dentro gente del municipio, y eso es una
fortaleza, es más fácil entrar a un cuartel que entrar ahí,
entonces no tenemos ninguna información.
-Cuéntenos algo de la situación de la empresa de relleno
sanitario Mides, y que muestra las dos varas con que está
procediendo la justicia.
-Bueno, en
este tema realmente se hizo un proceso, al final se acordó
traer la basura y ubicarla en un sitio, darle el tratamiento
adecuado, pero hasta este día la empresa anterior y la nueva
no han cumplido sino que han desaparecido del proyecto
componentes como la selección, la elaboración del compostaje,
la construcción de escuelas para abordar el tema ambiental y
otras cosas que las empresas no han cumplido. Además, en el
último período han envenenado nuestros ríos, nuestras
tierras, ya que el elixir sin tratamiento lo han estado
tirando prácticamente crudo y tenemos las pruebas de
laboratorio. Ante esto hemos decidido hace pocos días
ordenar un cierre técnico de ese predio y estamos en proceso
a un cierre definitivo. La empresa presentó un recurso ante
la Corte un lunes a la tarde y el miércoles ya estaba el
veredicto, cuando nosotros con
Coca-Cola
llevamos casi dos años y la Corte aún no se pronuncia.
Entonces, ¿cómo se manejan las cosas? Esta es la justicia
que tenemos y padecemos los salvadoreños, y ojalá esto pueda
modificarse por el bien de todos.
-¿Quiénes son los empresarios que manejan Mides? ¿Hemos
escuchado que antes eran empresarios de maquilas y que
también hay ex militares?
-Lastimosamente no sé quiénes son los nuevos dueños, se dice
que son unos noruegos pero también que es gente de capital
fuerte del país. Los dos representantes que tiene hoy son
militares: el general Zepeda, que es miembro de “La Tandona”,
un hombre imposible de tratar, y otro de apellido Ávila que
no sé qué grado militar tiene, pero de sólo verlo uno piensa
si hay que hablarle o no. Hasta hoy no han dado muestras de
querer negociar. Como alcalde del área metropolitana hace
una semana he dado un mes de espera, y ojalá que en ese
plazo encontremos solución a las demandas que tenemos como
Municipio: una es que suspendan la contaminación, que para
nosotros es grave; segundo que legalicen su situación,
porque están funcionado de manera ilegal; y tercero que
cumplan sus compromisos con las comunidades.
-¿Qué mensaje enviaría al movimiento sindical internacional
respecto a lo que está viviendo el pueblo de Nejapa?
-Agradecerle la oportunidad de ponernos en contacto y que
hay que seguir adelante, especialmente en un mundo
globalizado donde el derecho a la sindicalización está
siendo atacado con mucha fuerza. En El Salvador han
desmantelado a los sindicatos a tal grado de que no son lo
que deberían ser, y por supuesto les pedimos apoyo en este
tema que va más allá de las cosas propias de nuestro
municipio. Por ejemplo, la empresa Mides nos demanda por
supuestos daños y perjuicios por valor de 102 millones de
dólares, al estilo Hollywood, como si fuese Michael Jackson.
Hay intencionalidad de doblarle el brazo por esa vía a
nuestra demanda que nada tiene que ver con política sino con
que hagan bien las cosas y respeten sus compromisos.
Enviamos un saludo y agradecemos todo lo que se pueda hacer
para ayudarnos a obligar a la empresa a cumplir con las
demandas que tenemos.
Gilberto García
© Rel-UITA
16 de
junio de 2005