Guatemala
Con David Morales, secretario general de FESTRAS
Acuerdo tras dos años de lucha |
La
Embotelladora Mariposa, propietaria de la franquicia de
Pepsi Cola para Guatemala, es una empresa tradicionalmente
antisindical, característica exacerbada después de su
alianza con la AmBev. Pero esta vez tuvo enfrente un grupo
de trabajadores que las denunció constantemente durante dos
años, hasta que tuvieron que negociar.
-¿Cuál es la
historia de este conflicto tan largo?
-Fueron 99 los
compañeros despedidos en octubre de 2002. Una parte de ellos
recibió las indemnizaciones inmediatamente, mientras otros
46 decidieron instalarse bajo una carpa en el Parque
Central. Hubo varias deserciones durante estos dos años, lo
que motivó que sólo 24 compañeros llegaran hasta el final de
la lucha. Esta situación se definió gracias a un análisis de
la situación que tomó en cuenta primero que tenemos varios
casos similares en la Justicia, pendientes de una resolución
de la Corte Suprema, que ya tienen entre doce y siete años
de espera; este ya iba para dos años. También influyó mucho
la presión y la solidaridad internacional que contribuyeron
a que el gobierno de la República interviniera para que el
conflicto alcanzara una solución.
-¿De qué
manera intervino?
-Acercando a la
Corporación Mariposa de Guatemala, que tiene la franquicia
de Pepsi Cola en el país, con los compañeros despedidos.
-¿Cuál fue la
solución finalmente acordada?
-Había dos
alternativas: una era cobrar las prestaciones que les
correspondía por ley más un negocio en marcha, y la otra un
incremento del 100% de las indemnizaciones normales.
Finalmente se tomó como base la segunda propuesta pero se
solicitó un adicional más, lo que produjo aproximadamente un
160% por encima de lo que exigía la ley.
-¿Cómo se
calculó la base monetaria para ello?
-Bueno, en ese
aspecto se tomó en cuenta la inflación que en los últimos
dos años juntos ha rondado el 20%.
-Esto ha sido
aceptado finalmente por las dos partes.
-Completamente.
Y en la elaboración de este acuerdo intervino directamente
el Presidente de la República, licenciado Oscar Berger, así
como el presidente de la Corporación Mariposa, Carlos
Enrique Matta, y representantes de los trabajadores.
-¿Es común
que el Presidente de la República intervenga en casos como
este?
-No, para nada,
es bastante excepcional.
-¿En qué
situación quedó el sindicato?
-Consideramos
que el Sindicato de Trabajadores de Embotelladora Mariposa (SITRAEMESA)
está acéfalo porque desde el inicio del conflicto el Comité
Ejecutivo que quedó después de los despidos y de una campaña
de persecución lanzada por la empresa no apoyó a los
trabajadores licenciados. Ese Comité Ejecutivo se identificó
con los intereses de la empresa, aunque pensamos que la base
no piensa de la misma forma.
-¿Cómo se
pudo sostener esta lucha durante dos años?
-Porque como
Federación Sindical de Trabajadores de la Alimentación,
Agroindustrias y Similares de Guatemala (FESTRAS) tomamos la
defensa de los compañeros despedidos, y contamos con el
apoyo de otras organizaciones locales e internacionales,
fundamentalmente de la UITA, cuya acción enviando notas al
Presidente de Guatemala y otras al presidente de Pepsi Cola
en Estados Unidos fue de una gran oportunidad y eficacia.
Además hubo muchos esfuerzos de otras organizaciones
europeas que se solidarizaron con los compañeros enviando
correos electrónicos y que fueron de gran ayuda.
Lamentablemente no logramos la restitución de los
despedidos, que era lo que deseábamos, pero este arreglo
resultó satisfactorio para los compañeros.
Como
secretario general
de la Federación quiero agradecer el apoyo brindado por la
UITA a este conflicto y por este intermedio a todos los
trabajadores del mundo que apoyaron esta lucha.
Carlos Amorín
© Rel-UITA
29 de diciembre de 2004
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