El Sindicato de Obreros y Empleados de Norteña acaba de
celebrar las primeras elecciones desde el conflicto que
desatara la compra de la planta por Ambev, que pretendió
cerrar la fábrica e imponer un despido generalizado. El SOEN
resistió hasta encontrar una fórmula en la cual no se perdió
ninguna fuente de trabajo. Casi un año después, estas
elecciones tenían aire de evaluación del camino recorrido.
-¿Cómo se desarrolló este acto electoral?
-Concurrió a votar el 86 por ciento de los 128
afiliados habilitados, lo que está dentro del rango de lo
habitual en nuestro sindicato que siempre tiene una
participación importante. Asimismo, aunque se presentó una
sola lista, era posible votar en blanco. Sin embargo,
nuestra lista recibió el respaldo del 96 por ciento de los
votantes. Creemos que esto es también un índice de la
expectativa que tenemos todos los trabajadores de que, a
partir de que asuma el nuevo gobierno y se convoque a los
Consejos de Salarios, las condiciones de negociación sean
más favorables para los sindicatos.
-¿Cuáles fueron los principales temas que jugaron en estas
elecciones?
-Los desafíos más importantes, sin duda, siguen
teniendo que ver con la conservación de los puestos de
trabajo. La empresa ha planteado que hay que volver a la
“normalidad” lo antes posible. Para ella la normalidad son
las 48 horas y quedarse con la plantilla de operarios que
necesita, ya que desde el fin del conflicto y en virtud del
convenio que tiene vigencia hasta mayo de 2005, estamos
trabajando en régimen de 36 horas con una compensación del
60% del tiempo no trabajado, lo que equivale a 44 horas
cobradas. Para nosotros la normalidad es que ninguna familia
se quede sin su lugar de trabajo, porque detrás de cada
trabajador hay una familia. Otro propósito es que, ahora que
se reinstalarán los Consejos de Salarios, podremos tener un
marco adecuado para discutir la readecuación de la categoría
de muchos compañeros que con el pasaje de la planta
cervecera a una maltera han cambiado de categoría.
-¿Qué está produciendo ahora la planta?
-La fábrica tiene algunas variedades de cebada que las
procesa en malta. Pero hay una gran expectativa porque en
poco tiempo se pasará de una planta de 90 mil toneladas a
otra –en curso de ampliación- de 135 mil toneladas. Esto
debería entrar en funcionamiento en los primeros meses de
2005. Esto implicará un área de siembra mayor, habrán más
puestos de trabajo, y nosotros queremos estar alerta para
que nuestro objetivo de que cada familia tenga su trabajo se
mantenga en pie.
-¿Habrá más puestos en la planta?
-Bueno, eso habrá que verlo en la práctica porque como
estamos trabajando 36 horas y aún no sabemos cuántos puestos
más generará la ampliación, eso es por ahora una incógnita.
Tenemos una planilla de 38 compañeros que están prejubilados
que con 55 años quedan a disponibilidad, dejan de concurrir
a la empresa y siguen cobrando el 80% del salario hasta
cumplir los 60 años.
-¿Cómo se ha continuado con las importantes actividades
sociales del SOEN?
-Alguno de los temas lo estamos evaluando con la UITA,
particularmente con Leonardo de León, con quien hemos
analizado la posibilidad de iniciar un proyecto productivo
en la chacra propiedad del sindicato. Seguimos trabajando
intensamente en el área de salud con la policlínica médica,
la odontología, mantenemos los convenios con los comercios
para las compras agrupadas, estamos buscando la forma de
generar algún ahorro en el tema de los medicamentos. La
biblioteca ha continuado comprando todos los textos desde
jardinera hasta el nivel universitario. Nuestra idea más
acariciada, pero será para otra etapa, es intentar mantener
un hogar estudiantil ya sea en Salto o en Montevideo para
que nuestros hijos puedan concurrir a la Universidad sin que
todo el costo recaiga en el bolsillo de cada trabajador.
-Quiere decir que el balance ha sido positivo.
-Sin duda, inclusive sentimos que el respaldo masivo
de los compañeros es un espaldarazo muy importante porque
hubo sólo tres votos en blanco y uno anulado. Continuamos
con un 100% de afiliación y nuestro sindicato llega a esta
etapa manteniendo una fuerte cohesión interna.
Carlos Amorín
© Rel-UITA
7 de enero de
2005