Provoca una gran
repercusión la
intensa campaña nacional e internacional que vienen
desarrollando la Confederação Nacional dos Trabalhadores
nas Industrias de Alimentação, Agro-indústrias e
Cooperativas de Beneficiamento de Cereais (CONTAC) y la
UITA contra el ritmo excesivo de trabajo en las avícolas
brasileñas. Siderlei, su presidente, dialogó con Sirel
al respecto.
-¿En qué
consistió la reciente audiencia que mantuvieron en el Senado
Federal?
-La audiencia fue solicitada por nosotros, la CONTAC, y
organizada por el senador Paulo Paim, presidente de la
Comisión de Trabajo del Senado Federal. Asistimos todas las
federaciones vinculadas al sector, incluyendo la
Confederación Nacional de Trabajadores de la Alimentación (CNTA)
que, a pedido nuestro, fue incluida en la mesa y pudo hacer
uso de la palabra. Nuestro trabajo sobre los problemas que
se manifiestan en la actualidad dentro de la industria
avícola está teniendo una repercusión muy fuerte, y eso se
hizo visible en la nutrida concurrencia de legisladores a la
audiencia. De hecho, hemos llegado a todos los legislativos
estaduales que ya están analizando crear una legislación
local al respecto. Pero ahora logramos captar la atención de
los senadores federales, lo que abre la importantísima
posibilidad de que se apruebe una legislación nacional
referida al ritmo excesivo de trabajo en el sector.
-¿Qué
está ocurriendo a nivel del Poder Ejecutivo?
-Nos preocupa mucho que en contraste con la excelente acogida
que estamos teniendo en el ámbito legislativo, no hemos
conseguido ser recibidos por el Ministro de Trabajo. Creemos
que esto se debe a que desde el gobierno no se perciben la
importancia y la gravedad del tema, pero tendrán que hacerlo
en cuanto el Senado federal comience a emitir medidas
concretas sobre este tema.
-¿Cómo
se está enfrentando la amenaza de la gripe aviar?
-Se están tomando todas las medidas de prevención que
veníamos reclamando desde hace meses. Sólo tenemos una
materia pendiente y es que no hemos conseguido participar en
el grupo interministerial que integran los Ministerios de
Salud y de Agricultura, donde estimamos deberían estar
representados los trabajadores. Además, nos preocupa que
utilizando la crisis de la gripe aviar los empresarios ya
estén obteniendo beneficios del gobierno federal como, por
ejemplo, subsidios para adquirir el maíz. No estamos en
contra de esa ayuda, pero nos inquieta que ella no provenga
vinculada con un compromiso empresarial que garantice el
mantenimiento de los empleos. Ya tenemos más de 20 mil
despedidos a nivel nacional, y 30 mil en licencia colectiva
obligatoria. Esto implica más del 10% de los 400 mil
trabajadores y trabajadoras del sector.
¿Este
subsidio proviene del Ejecutivo?
-Así es. Este gobierno está cometiendo los mismos errores que
los anteriores: atiende los problemas del sector sólo del
lado empresarial, cuando también debería cuidar los
intereses de los trabajadores. Si se entrega dinero del
pueblo a fondo perdido a los empresarios, por lo menos debe
existir una garantía de cero despidos. Esta es ahora nuestra
meta, y para eso queremos integrar el comité
interministerial, para poder discutir estos aspectos
esenciales de la crisis generada por la gripe aviar.
-¿Cuál
será entonces la próxima acción?
-Ahora debemos esperar los resultados de la audiencia en el
Senado. Todo indica que las novedades serán muy positivas.
Carlos
Amorín
© Rel-UITA
21 de
abril de 2006
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