Sirel
dialogó Con Alberto Broch, presidente de
la Confederación Nacional de
Trabajadores en la Agricultura (CONTAG),
quien realizó un repaso de los
principales temas que movilizan a esta
organización actualmente.
-¿Qué
evaluación haces de la movilización de
los asalariados y asalariadas rurales de
la CONTAG en Brasilia?
-Por
primera vez la CONTAG entregó una
pauta específica de los asalariados y
asalariadas rurales al gobierno federal,
movilizando cerca de 5 mil trabajadores
y trabajadoras en Brasilia creando así
un hecho sin precedentes.
Lo
esencial de esa instancia es la adopción
de una política nacional en defensa de
los derechos y de la promoción de
ciudadanía de los hombres y mujeres que
venden su mano de obra en el campo
brasileño.
Inicialmente tuvimos dificultades porque
el gobierno no logró presentar
respuestas concretas el día de nuestra
gran movilización en Brasilia, lo que
motivó que no aceptáramos esos planteos
que consideramos insuficientes.
En este
momento el gobierno continúa discutiendo
en varias de sus áreas para elaborar un
planteo coherente y concreto. No es una
tarea simple porque hay que armonizar
leyes, decretos, resoluciones que ya
existen pero que nunca se
sistematizaron.
Esperamos que esa respuesta del gobierno
llegue el próximo 30 de mayo, cuando
estaremos realizando nuestro Grito da
Terra 2012 en Brasilia.
-¿Cuál es la situación del agronegocio
brasileño en la actualidad?
-En
Brasil el agronegocio se fortalece
cada vez más. Es una verdadera potencia
desde el punto de vista económico. Hay
sectores como el de la caña de azúcar,
el sucroalcoholero y de la soja que
tienen una pujanza muy fuerte.
Libramos
batallas cotidianas contra el
agronegocio, tenemos muchas
discrepancias y al mismo tiempo
intentamos fortalecer la agricultura
familiar.
Es
innegable que hemos avanzado de manera
importante en términos de políticas
públicas, pero no podemos desconocer la
fuerza del agronegocio que incluso está
dentro del propio gobierno que no le
cerró las puertas; también tiene mucha
fuerza en el Congreso Nacional.
Esto nos
plantea un gran desafío, porque en
nuestras discusiones con el gobierno
queremos fortalecer la agricultura
familiar, las políticas de desarrollo
sustentable, de desarrollo territorial.
Continuaremos cuestionando el actual
modelo de desarrollo y planteando el que
nosotros entendemos más adecuado, más
justo y sustentable.
Mientras Brasil no resuelva sus conflictos
agrarios, el acceso democrático a los recursos
naturales -principalmente a la tierra-,
estaremos expuestos y sujetos a la violencia en
el campo. |
-¿Continúa la violencia en el campo?
-En este
último periodo no se han registrado
hechos terribles e inaceptables como son
los asesinatos, pero mientras Brasil
no resuelva sus conflictos agrarios, el
acceso democrático a los recursos
naturales -principalmente a la tierra-,
estaremos expuestos y sujetos a esta
violencia.
En
este momento tenemos en prisión al
presidente del Sindicato de Trabajadores
Rurales de Rondônia, lo que es
claramente una consecuencia de la
violencia en el campo y de las
injusticias de un sistema que promueve
la ley del más fuerte en vez de una ley
igual para todos y todas.
Por otra
parte, la semana pasada, junto a otras
importantes organizaciones sociales,
hemos concentrado el esfuerzo de años en
la Cámara de Diputados del Congreso
Nacional para que se vote la Ley de
Trabajo Esclavo por la cual se
confiscará las tierras de aquellos
propietarios que utilicen trabajo
esclavo. Hemos conseguido la promesa del
presidente de la Cámara de que la
próxima semana se votará esta ley.
Para
nosotros es una lucha de suma
importancia política y así lo dejaremos
expuesto durante el Grito da Terra 2012.
-¿Qué
puedes anticiparnos del próximo Grito da
Terra?
-Estamos en plenas negociaciones.
Entregamos nuestra plataforma de
negociación a la presidenta Dilma
el pasado 28 de abril. Algunas
audiencias con los Ministerios ya
comenzaron y otras están por iniciar.
Tenemos una firme expectativa de que
podremos avanzar en estas negociaciones
para anunciar el próximo 30 de mayo,
ante los miles de trabajadores y
trabajadoras en la agricultura que
vendrán a Brasilia, que nuestra pauta de
reivindicaciones ha sido contemplada.