Chile

Con Alexis Cansino

Las condiciones de trabajo

en las salmoneras chilenas

Es presidente de la Confederación de Trabajadores de la Industria Pesquera de Chile, constituida en 1990. En aquella época contaba con 58 sindicatos afiliados, de los cuales hoy solamente existen 48. El cierre de empresas en la zona norte del país se debe a la llamada “crisis de la anchoveta”, provocada entre otras causas, por la pesca indiscriminada.

 

En total, la Confederación representa cerca de 3.500 trabajadores y trabajadoras, vale decir el 50 por ciento del total que ocupa la industria. Las expectativas son de crecimiento desde el momento en que se está tratando de organizar al resto y a los trabajadores salmoneros, que en total suman unos 24.500.

 

-¿Es difícil crear un sindicato en la industria pesquera?

-Sí, resulta muy difícil. Los empresarios son reacios a las organizaciones sindicales e inmediatamente despiden a los que pretenden organizar un sindicato, y como en Chile los juicios duran entre dos y tres años, muchos trabajadores abandonan sus reclamos porque para ingresar a trabajar a una nueva empresa se requiere el finiquito de su último trabajo y es lógico que no pueden permanecer años alegando ante los tribunales. De todas formas, nuestra Confederación está comenzando un programa de organización que esperamos arroje resultados en el corto plazo.

 

-Me imagino que ustedes comparten los mismos problemas que el resto de los trabajadores chilenos, entre ellos los bajos salarios, pero, ¿que problemas específicos enumerarías dentro de los trabajadores y trabajadoras de la pesca?

-Tenemos varios, uno de ellos es que el 70 por ciento del personal son mujeres y de ellas aproximadamente el 60 por ciento son jefas de hogar, lo que genera varios problemas todavía no resueltos. Por otro lado, trabajar con movimientos repetitivos y en muy bajas temperaturas trae problemas de artritis, con problemas de deformación en las manos o de lesiones por esfuerzos repetitivos. En cuanto al salario tenemos un ingreso mínimo de $120 mil (US$ 225), pero para llegar a ese monto debemos percibir gratificaciones, sobretiempos, etc., de manera que el ingreso mínimo no puede de ninguna manera equipararse a un salario mínimo.

 

-Dado el alto porcentaje de trabajadoras que son madres solteras o jefas de familia, ¿existen guarderías en las empresas?

-La ley exige la instalación de guarderías, pero muchas veces este beneficio, a pedido de las trabajadoras, se negocia a cambio de dinero y lamentablemente algunos dirigentes locales aceptan este criterio.

 

-Parecería que los bajos salarios llevan a ese tipo de arreglos donde, por ejemplo, las compañeras prefieren correr el riesgo de dejar solos a sus hijos en sus casas a cambio de un ingreso extra que les garantice la alimentación. También me da la impresión que existen graves fallas en la Inspección del Trabajo, al parecer incapaz de identificar y corregir estas anomalías.

-En la zona sur de nuestro país es donde existe el 90 por ciento de los problemas, debido a que son zonas aisladas y donde los inspectores no tienen las mínimas condiciones para cumplir con sus funciones. Por otro lado, los bajos salarios de los inspectores del trabajo, lleva a que muchos de estos en realidad se encuentren al servicio de las empresas.

 

-¿Cuántas compañías salmoneras existen?

-Son tres: Salmonera Antártica (de capitales japoneses y donde existen las mejores condiciones de trabajo), Frío Sur (de capitales chilenos) y Pesca Chile (subsidiaria de la española Pescanova).

 

-Nuestras informaciones son que en estas salmoneras, además de una serie de abusos (por ejemplo, el despido de trabajadoras embarazadas) existen muchos problemas con las lesiones por esfuerzos repetitivos (LER).

-Es un problema grave, y por otra parte no existen posibilidades reales de que llegado a un grado de invalidez el caso pueda llevarse con éxito a la justicia. Esta es una realidad que deberíamos cambiar mejorando la legislación, pero lo que sucede es que las organizaciones sindicales del sector pesquero han estado siempre muy encerradas en los límites de Chile. Hoy, estamos haciendo un esfuerzo para organizarnos internacionalmente –por ejemplo la afiliación de nuestra Confederación a la UITA– lo que nos permitirá llevar adelante denuncias y luchas con mayores posibilidades de éxito.

 

Es claro que tenemos dos tareas urgentes por delante: comenzar con una campaña de denuncia internacional sobre las condiciones de trabajo en la industria salmonera y al mismo tiempo iniciar un trabajo de capacitación sindical destinado a contribuir con la organización de los trabajadores y trabajadoras del sector.

 

 

En Santiago de Chile, Enildo Iglesias

©Rel-UITA

6 de setiembre de 2005

 

 

  

  UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

Wilson Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 -  902 1048 -  Fax 903 0905