El
pasado 22 de octubre, aludiendo grandes pérdidas económicas,
el Casino Domínico cerró sus puertas sin previo aviso
dejando en la calle a más de 120 trabajadores y
trabajadoras. Ahora, la Secretaría de Trabajo declara ilegal
el cese de actividades. Brasil Aguirre es el presidente del
Comité Gestor del entonces recién fundado Sindicato de
Trabajadores de Casino Domínico (SITRACADOM) y dialogó con
Sirel sobre esta alentadora noticia.
-¿Cuáles
son los hechos recientes?
-El Ministerio de Trabajo no autorizó el cierre de Casino
Domínico. Según la legislación dominicana, las empresas
pueden cerrar tres meses por año sin declarar quiebra en
caso de que así lo requiera su situación económica y si eso
asegura su continuidad posterior. A esto se había acogido el
Casino Domínico en octubre pasado. Pero este
beneficio para las empresas deber tener ratificación de la
Secretaría de Trabajo.
-¿Por
qué la Secretaría no autorizó el cierre?
-Porque sus técnicos no encontraron pruebas reales de las
pérdidas que anunció la empresa cuando cerró. Aquí lo que
debemos recordar es que en septiembre pasado se constituyó
el Comité Gestor del Sindicato de Trabajadores de Casino
Domínico (SITRACADOM), y que apenas dos días después
de eso los tres integrantes de ese Comité fuimos despedidos.
La empresa supuso que con ese gesto brutal lograría
amedrentar a quienes ya se habían afiliado, pero ocurrió
sólo en algún caso aislado. Es claro que si la empresa no
tenía pérdidas el cierre encubrió un intento de desarticular
el Sindicato despidiendo a todo el resto del personal.
-¿La
Secretaría de Trabajo puso un plazo para la reapertura?
-No, pero nos estamos reuniendo mañana con nuestros abogados
para reclamar el retorno inmediato a la actividad y la
recontratación de todo el personal, más el pago de todas las
jornadas perdidas injustificadamente. A esto habría que
agregar el sufrimiento infligido a trabajadoras y
trabajadores, especialmente a mujeres embarazadas o con
niños en período de lactancia que fueron sometidas a estas
tensiones. Aquí recibo llamadas todos los días de compañeras
y compañeros despedidos de Casino Domínico,
desesperados por su situación económica y la de sus
familias.
-Ahora
por lo menos hay una buena noticia…
-Sí, la Secretaría de Trabajo, a cuyo frente se encuentra
Max Puig, cumplió adecuadamente su papel en este caso.
Ahora tenemos que presionar para que se reabra el Casino a
la brevedad y pague lo que nos debe.
-¿Qué
podría ocurrir si no lo hace?
-Esperamos que siga la lógica y reabra sus puertas, ya que
estamos en época de zafra aquí para los casinos y hoteles.
Pero si no, ocurriría que le embargaríamos todas las
máquinas y mesas de juego, que es un capital considerable,
para resarcirnos las deudas. Quiero subrayar que agradecemos
el apoyo y la solidaridad de la Federación de Trabajadores
de la Alimentación y los Hoteles (FENTIAHBETA),
alSindicato de Unilever y de la Rel-UITA que
nos acompañan en todo momento.
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