Una grave crisis afecta nada más y nada menos que al Registro Nacional de las Personas a pocos meses de las elecciones nacionales. Mediante una decisión funcional y legalmente absurda, el Director Ejecutivo de esta institución despidió a 600 funcionarios y pretende licenciar al doble. ¡Oh, casualidad: son todos los  sindicalizados! Sirel dialogó con César Augusto Luna, secretario general de Sindicato de Trabajadores del Registro Nacional de las Personas (STRENAP), afiliado a FESTRAS.

-¿Cuáles son los antecedentes de este conflicto?

-El nacimiento del Registro Nacional de las Personas (RENAP) se produjo en 2007. Su actividad principal es llevar a cabo el registro del quehacer jurídico de todas las personas desde su nacimiento hasta su deceso. Quiere decir que lo que antes hacían los registros civiles de las municipalidades, ahora lo hace el RENAP como una institución autónoma de alcance nacional.

Desgraciadamente, el RENAP ha sido en parte politizado porque su autoridad superior es un Directorio conformado con un representante del Tribunal Supremo Electoral, el Ministro de Gobernación en representación del Poder Ejecutivo y un representante del Poder Legislativo.

Esta integración lo marca mucho y le da un carácter muy político.

-Cuando debería ser una entidad técnica y jurídica... 

-Así es, desde que ella es la que lleva el registro civil de las personas, nacimiento, bodas, divorcios, cambios de nombre, etc. Lo que ha ocurrido es que muchos nombramientos de funcionarios se han producido por nepotismo, por clientelismo, por tráfico de influencias. Son los legisladores y los integrantes del Poder Ejecutivo quienes designan al personal.

Ellos han manejado los recursos con criterio partidario, incluyendo a algunos funcionarios en el Presupuesto y a otros dejándonos fuera, en realidad, a la gran mayoría. Pero ellos descuidaron este aspecto laboral ya que la mayor parte de los funcionarios estamos aquí desde la fundación de la institución en 2007 hasta reciente el despido masivo.

-¿Cómo surge el Sindicato?

-El 16 de julio de 2010, cuando se veían venir más despidos ya que en marzo y mayo de ese año ya se habían producido 200 licenciamientos, decidimos presentarnos como sindicato ante el Ministerio como lo dispone el Código de Trabajo. Según nuestra ley, los fundadores de la organización sindical gozábamos desde ese momento del beneficio de inamovilidad.

Cumplimos con todos los requisitos legales, y aún así recién quedamos debidamente inscritos el 5 de octubre pasado, después de superar una severa persecución sindical dentro de la institución.

-¿Por qué pasó tanto tiempo hasta ser reconocidos?

-La ley establece que para inscribir un sindicato el plazo máximo es de 20 días, pero nosotros tuvimos que esperar más de tres meses. La mayoría de las instituciones administrativas políticas públicas hicieron de todo para que no nos autorizaran. Nos pusieron 187 previos antes de acordarnos una personería jurídica. Le buscaban “mangas al chaleco” para evitar que tuviéramos un sindicato legalmente constituido.  

Esta oposición la desarrolló sobre todo el director ejecutivo de RENAPES, Jorge Adolfo Matheu Fong, quien contrató un grupo de asesores laboralistas encabezado por el abogado Randolph Castellanos, quien se hace llamar “el destructor de sindicatos”.

-¿Cómo ocurrieron los despidos?

-El pasado 3 de enero, luego de un periodo de persecución y guerra de nervios, la Dirección nos despidió; ése día no nos permitieron ingresar a nuestros puestos de trabajo. 

El Directorio Ejecutivo aduce que no hizo ningún  despido ilegal y argumenta que somos “trabajadores temporales”, pero Catellanos, su representante legal, ha dicho públicamente que su mandato es eliminar de la institución a todas las personas vinculadas o con intención de vincularse al Sindicato.

-¿Cómo es eso de “trabajadores temporales”?

-Es absurdo. La ley guatemalteca dice que cualquier organización sólo puede hacer contratos temporales con aquellos empleados que no se desempeñen en tareas esenciales al objetivo de la empresa. ¿Cómo se puede argumentar que hacer registros civiles en el RENAP no es esencial a los cometidos de la institución?

-¿Cuántos son los despedidos? ¿Son sólo los sindicalizados?

-A la fecha los despedidos son más de 600, y el ingeniero Matheu ha dicho que aún faltan 1.200 por despedir. De hecho, todos los trabajadores sindicalizados. 

-¿Cuántos trabajadores tiene el RENAP?

-Al 31 de diciembre de 2010 tenía 3.975 funcionarios.

-O sea que quieren despedir al 50 por ciento sindicalizado…

-Así es. Es evidente que estos despidos son ilegales y tienen por objetivo destruir el Sindicato.

-¿Por qué quieren destruirlo?

-Si llevamos casi cuatro años trabajando en la institución, y despiden a todos los registradores del país que tenían por cometido la emisión del Documento Personal de Identificación (DPI), que será el nuevo documento habilitante para emitir el sufragio, hay que sospechar. Sin él no se podrá votar. O sea que además de destruir al sindicato, es posible que se esté fraguando un fraude electoral.

-¿Quién está promoviendo ese fraude?

-Nosotros lo que sabemos es que el actual director Matheu Fong está creando condiciones para que mucha gente no pueda obtener a tiempo su documento para votar.

Hasta ahora se ha remitido al Tribunal Electoral sólo el 3 por ciento del nuevo padrón depurado, y ese padrón electoral se cierra en julio próximo ya que las elecciones están previstas para el 11 de septiembre.

Así que, ¿cómo van a hacer para completar en forma adecuada el restante 97 por ciento del padrón, si ahora hay que volver a contratar personal y luego capacitarlo para la tarea?

Ya no dará el tiempo, quedan sólo cuatro meses para hacer todo el proceso. Muchos jóvenes se quedarán sin votar en estas elecciones. Quienes hoy cumplan 18 años o pierdan su documento difícilmente podrán sufragar. Pero además, todo el trabajo acumulado hasta ahora queda en manos de un Director con intenciones aviesas. Como Sindicato, no nos responsabilizamos de lo que pueda ocurrir con los registros de ahora en adelante.

Nosotros tenemos la experiencia y la capacitación para llegar a cumplir con ese plazo, y quizás por eso nos están despidiendo.

No queremos entrar en especulaciones políticas o partidarias, sino que denunciamos al director del RENAP como trabajadores de la institución.

-¿En qué punto está el conflicto?

-Ante un emplazamiento por parte de nuestro Sindicato, el 23 de septiembre de 2010 un juez determinó que el RENAP no pude rescindir ningún contrato de trabajo sin previa autorización de un juzgado, cosa que no se ha cumplido en ninguno de los casos que denunciamos. Incluso continúan despidiendo gente.

Estamos creyendo en un Estado de derecho, en la justicia, y buscamos una instancia legal para detener y revertir este atropello. No queremos que se continúe perjudicando al pueblo de Guatemala. Queremos que Matheu Fong renuncie a su cargo y respete la democracia.

Quiero destacar también que desde el inicio de nuestro Sindicato estamos recibiendo el apoyo de la Federación Sindical de Trabajadores de la Alimentación, Agroindustrias y Similares (FESTRAS), con varios compañeros y compañeras asesorándonos en diversos aspectos, cosa que mucho agradecemos.

Por su parte, el secretario general de FESTRAS, David Morales, señaló que “En el momento de la fundación del Sindicato pensamos que íbamos por buen camino, pero ahora estamos asistiendo a una persecución desembozada, a la violación sistemática de la libertad de asociación y demás derechos laborales, y que el propio Poder Ejecutivo está avalando estos hechos ya que forma parte del Directorio -denunció-.

Estamos encaminando todas las acciones jurídicas y administrativas pertinentes para lograr el restablecimiento del Estado de derecho. Estamos denunciando estas violaciones en las instancias nacionales e internacionales, y agradecemos a Unión Guatemalteca de Trabajadores (UGT) a nivel nacional y a la UITA en lo internacional por el apoyo que siempre nos está brindando en estos casos.

Este conflicto ya está siendo analizado al más alto nivel. Se ha instalado un diálogo directo con el presidente de la República, Álvaro Colom, y estamos esperando que él tome cartas en el asunto para restablecer el orden democrático en esta institución”, concluyó David.