El
pasado 28 de agosto la Central Única de Trabajadores de
Chile (CUT), eligió a sus nuevos Concejales. Sirel dialogó
con Cijifredo Vera, presidente de Confederación de
Trabajadores de Empresas de la Alimentación y Área Privada
de Chile (CONTALAPCH), y flamante Concejal del la CUT, quien
analizó la compleja coyuntura sociopolítica de su país y los
desafíos en este nuevo cargo.
-¿Cuál
es la tarea de un Concejal?
-El directorio de la Central se compone de 45 Concejeros a
nivel nacional que trabajan con el comité ejecutivo en los
diferentes departamentos: internacional, finanzas,
organización, conflicto, etc. La función principal, es
desempeñarse junto al ejecutivo en uno o más departamentos
de la organización.
-¿Qué
expectativas tienes?
-Hace alrededor de tres años que he estado alejado de la
Central, me automarginé porque no me sentía cómodo con lo
que venía haciendo la CUT, pues considero que en
muchos temas ha perdido la brújula y ha dejado a la deriva a
los trabajadores y trabajadoras. La Central ha realizado una
infinidad de medidas cliché que no beneficiaron en lo más
mínimo a los trabajadores.
Hace pocos meses tomé la decisión de presentarme para estas
elecciones pues corre el rumor de un cambio importante en la
dirección de la Central. Entonces mi expectativa es seguir
trabajando, representando al sector obrero, que no es poca
cosa, en un país donde existe solo “clase media pobre” y
donde llamarse obrero puede costar una agresión. Además
espero darle más fuerza a nuestra Confederación y a través
de ella a la UITA, buscando afiliar a la mayor
cantidad posible de organizaciones.
-¿Cómo
definirías la actual coyuntura del movimiento sindical
chileno?
-La coyuntura sociopolítica de Chile es bastante
compleja. Este es un país muy rico, pero la riqueza se
concentra particularmente en un reducido grupo de
empresarios y los cambios que se han dado y promocionado con
grandes pompas no son reales. Los trabajadores no pueden
obtener beneficios del gobierno que ayudó a elegir -que se
dice socialista- si no hay voluntad por parte de los
mandatarios para realizar cambios profundos en temas tan
importantes como la negociación colectiva, que no se ha
tocado desde la dictadura. Para los trabajadores Pinochet
está presente todos los días en la legislación laboral,
donde no existe nada claro en relación a eso y los
sindicatos interempresas no pueden negociar. Cabe destacar
que ninguno de los tres últimos gobiernos ha tenido la
verdadera voluntad de cambio.
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