El
pasado 29 de agosto la Central Unitaria de
Trabajadores (CUT) de Chile, convocó a una
Jornada Nacional de Movilización y Acción
Sindical en reclamo de salarios justos y una
mejor distribución del ingreso. La
movilización contó con una fuerte adhesión
de los diferentes gremios, tanto de la
capital como del interior del país. Pese a
que pretendía ser pacífica, los
participantes fueron reprimidos por la
fuerza policial que efectuó más de 250
arrestos. Sirel conversó con Cijifredo Vera,
presidente de Confederación de Trabajadores
de Empresas de la Alimentación y Área
Privada de Chile (CONTALAPCH), quien
participó de la marcha y comentó lo
sucedido.
-¿Con cuanto tiempo de antelación se realizó
la convocatoria?
-Aproximadamente un mes atrás a través de los medios masivos
de comunicación y de las bases sindicales.
El instructivo de la Central llamaba a
realizar asambleas y luego a una
concentración final.
-Como participante en movilización ¿qué
puedes contarme de lo ocurrido?
-Esta fue una movilización diferente a las que acostumbra a
hacer la CUT, se convocó muy temprano
a la mañana. La gente empezó a llegar a los
puntos neurálgicos de Santiago, como
la Estación Central y Plaza Italia, que son
los dos extremos de la Alameda. Lo que más
llamó la atención fue la predisposición de
los carabineros a provocar la reacción de
los manifestantes. Habían muchos de ellos a
caballo que insistentemente arremetían
contra las personas esperando una reacción,
a pesar de eso continuamos marchando
pacíficamente. Cuando las agresiones fueron
en aumento comenzaron las reacciones, al
principio los típicos forcejeos y luego los
gases lacrimógenos, guanacos (vehículos
lanza agua) etc., lo que recordó la época de
la dictadura. De los años que llevamos en
democracia, nunca había visto una
provocación tan explícita por parte de la
fuerza policial.
-¿Cómo crees que seguirá la relación entre
el gobierno y el movimiento sindical luego
de estos sucesos?
-La presidenta ha dicho que está dispuesta a dialogar, pero
partimos de la base que en Chile
existen diferencias sociales muy grandes que
no se ven desde el exterior, porque se vende
la imagen del crecimiento económico. Pero la
realidad es que el 80 por ciento de los
trabajadores gana lo equivalente a 250
dólares mensuales, en un país donde todo se
tiene que pagar, hasta para transitar en una
avenida principal hay que pagar (peajes),
gratis nos está quedando el aire. La luz
subirá un 20 por ciento, también subió el
agua, el kilo de pan está valiendo más de un
dólar, al igual que el litro de leche. Ni
hablar de la salud pública, que es
desastrosa, están atendiendo a la gente en
camillas, en sillones, en el suelo. Esta es
nuestra realidad y no lo que venden los
economistas y empresarios al exterior, donde
hablan de un crecimiento país de 7 por
ciento y de inmensas cantidades de dinero.
Eso es verdad, pero el costo social es tan
alto que esta movilización es producto
directo de ello.
El gobierno por su parte crea Comisiones de estudio*, que por
ahora han quedado en eso, de acciones
concretas no se ha visto nada.
-¿Cómo se vivió este acto en el resto del
país?
Como sucede generalmente, fuera de la ciudad las cosas tienen
otro ritmo. De todas formas se realizaron
manifestaciones en diferentes regiones.
-¿Cómo sientes hoy el estado de ánimo de los
chilenos?
-Existe una gran efervescencia social, producto de problemas
como los del transporte en la ciudad de Santiago. Actualmente para llegar a
cualquier sitio hay que tomar cuatro o cinco
micros, cuando anteriormente se utilizaba
solo uno y no hay una real preocupación del
gobierno en dar solución a estos problemas.
-¿Se han planteado nuevas movilizaciones?
-Los sindicatos estamos planteando dar continuidad a este
tipo de manifestaciones, pero esta vez
apuntando a fortalecer la CUT para
realizar una paralización a nivel nacional.
Estamos trabajando en eso.
En Montevideo, Amalia Antúnez
©
Rel-UITA
3 de setiembre de 2007 |
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(N de R) Ningún representante
de los trabajadores ni de las clases
populares ha sido citado a esas comisiones.
Foto: Rel-UITA