El secretario general de la Federación Sindical de
Trabajadores de la Alimentación, Agroindustria y Similares
de Guatemala (FESTRAS), David Morales, expresó que luego de
una intervención directa de la
UITA, la campaña de persecución antisindical desatada semanas
atrás por el Movimiento Solidarista interno de la planta de
Coca Cola Retalhuleu -integrado por los cuadros gerenciales
de la empresa y por sus propietarios- amainó de manera
perceptible. Según Morales, “Esto ha retemplado el ánimo de
los trabajadores y trabajadoras para no ceder a las
presiones de los ‘solidaristas’ que han osado visitar a los
compañeros en sus domicilios privados para intimidarlos. Es
la propia gerenta de Recursos Humanos, Alma Concepción
Velásquez de Aceituno, quien presionó en sus casas a los
trabajadores para que se desafiliaran del sindicato”.
En opinión de Morales, “La nueva campaña empezó
inmediatamente después de que en agosto pasado afiliáramos a
34 trabajadores del centro de distribución de Huehuetenango
de un total de 50 que allí se desempeñan. Cabe señalar,
además, que las condiciones laborales a las que son
sometidos los compañeros son de total falta de respeto a
todo nivel, no sólo en esta agencia sino en toda la empresa
en general”.
El pasado 30 de agosto, el secretario regional de la UITA,
Gerardo Iglesias, envió una nota al gerente general de
INCASA, James Ernest Shutts Vlaming, en la que expresó su
preocupación por “la constante violación de los derechos
laborales por parte de su compañía”, y anunció que “de no
cesar inmediatamente estas prácticas, reforzaremos muestras
denuncias a nivel internacional y dispondremos la más amplia
solidaridad con los compañeros afectados”.
David Morales, por su parte, afirmó que “Si bien como
consecuencia de esta advertencia de la UITA la situación se
ha calmado, en virtud de los antecedentes de esta empresa
nuestras organizaciones permanecerán alerta ya que no
descartamos que se trate de un comportamiento meramente
circunstancial.”
Carlos Amorín
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Rel-UITA
5 de setiembre de 2006 |
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