Van
Camp’s es la marca del atún procesado
por SEATECH. La gerencia de su planta de
Cartagena, se destaca por su extremismo
antisindical. Exasperada por un fallo
judicial que ordenó el reintegro de 42
de los 86 trabajadores ilegalmente
despedidos, SEATECH lanzó un nuevo
embate hacia los trabajadores
sindicalizados, llegando a la agresión
física contra el presidente del
sindicato. Sirel dialogó al respecto con
Edna Guzmán, directiva de la Unión
Sindical de Trabajadores de la Industria
Alimenticia (USTRIA).
-¿Cómo fue exactamente esta decisión de
la justicia laboral?
-Ha sido un fallo parcialmente favorable, ya que ordenó el
reintegro al trabajo de 42 de las 86
compañeras y compañeros despedidos
abusivamente por SEATECH.
No obstante, quedó abierta la posibilidad de iniciar un nuevo
juicio de tutela reclamando se reconozca
el “derecho de igualdad” de los no
considerados en el anterior fallo, ya
que ellos están en las mismas
condiciones que los otros, y si unas
razones son válidas para esos 42, pues
las mismas razones deben regir para los
otros 44. No puede haber diferencia.
También
seguiremos reclamando por las compañeras
enfermas que no han sido contempladas en
este fallo.
-¿Cuánto tiempo puede llevar ese
proceso?
-Debido a las fiestas locales por la independencia que se
avecinan las oficinas públicas funcionan
pocos días, y luego empieza la feria
judicial, por lo que estimamos que
probablemente haya un nuevo dictamen en
enero próximo.
El pasado miércoles 3 el
jefe de Seguridad, Adolfo
Otero, junto a un vigilante,
encerraron al presidente del
sindicato en un taller y lo
golpearon. |
-¿Los incluidos en el fallo favorable
ya se reintegraron al trabajo?
-Todos están trabajando desde hace unos diez días, pero en
los últimos tres días se ha corrido la
voz de que la empresa se está preparando
para deshacerse de ellos nuevamente. Al
presidente de nuestro sindicato,
Fredy
Marrugo,
lo están hostigando otra vez; hay un
vigilante que lo sigue permanentemente…
-Eso es muy grave...
-Y por si eso fuera poco, el pasado miércoles 3 el jefe de
Seguridad, Adolfo Otero, junto a
un vigilante, lo encerraron en un taller
y lo maltrataron.
-¿Cómo…?
-Le quisieron quitar el celular porque lo acusaban de haber
filmado el hostigamiento de que es
víctima. Fredy no se los entregó,
entonces lo golpearon.
El
compañero fue al médico laboral y le
dieron tres días de asueto por un golpe
muy fuerte que recibió en la cabeza.
Ya estamos haciendo las denuncias
respectivas ante la Fiscalía por este
comportamiento inadmisible, criminal, de
estas personas.
-¿Qué ha dicho la empresa al respecto?
-Nada, se mantiene indiferente, no se ha pronunciado sobre
algo tan grave como una golpiza dentro
de la planta a un funcionario que,
además, es presidente del Sindicato.
Pensamos que se trata de una provocación
dentro de una estrategia más grande,
porque coincide con que desde hace tres
días la producción está paralizada, supuestamente
como consecuencia del mal clima que hay
en la zona, pero no han informado
oficialmente las razones de esta
situación.
Estamos muy preocupados, porque ya veníamos sabiendo que la
empresa tiene planes de deshacerse de
una parte del personal afiliado al
Sindicato y nos mantenemos en alerta,
observando cuál va a ser el próximo
movimiento de la patronal.
Nuestros compañeros están siendo
alejados de los demás trabajadores y
trabajadoras,
no les permiten hablar con nadie, y a
los otros les han prohibido relacionarse
con los sindicalizados. Hasta almuerzan
de manera discriminada.
Es una persecución sindical extrema.
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