La
Federación Sindical de Trabajadores de la
Alimentación, la Agroindustria y Similares (FESTRAS)
denuncia persecución sindical y despidos
injustificados de los cuales son víctimas
los trabajadores de Distribuidora del Peten,
conocida por comercializar la marca Agua
Pura Salvavidas. Esta empresa es propiedad
de la Corporación Castillo Hermanos, que
entre su treintena de empresas en Guatemala
cuenta con Cervecería Centroamericana.
En diálogo con Sirel, Edwin Álvarez, secretario
general del Sindicato de Trabajadores de
Distribuidora del Peten (SITRAPETEN)
en formación, comentó que “La constante
presión de la empresa, manifiesta en malos
tratos, explotación y bajos salarios, llevó
a que el 9 de febrero de 2007 diéramos
ingreso a los trámites para la inscripción
del sindicato en el Ministerio de Trabajo.
Cuando fue notificada, la gerencia
inmediatamente convocó a los trabajadores
que habíamos tomado la iniciativa y, además
de lanzarnos amenazas -inclusive de muerte-
e insultos, nos despidió.”
La campaña de intimidación que viene llevando
Distribuidora del Peten desde hace casi
un año incluye desde amenazas verbales hasta
encerrar a los trabajadores en oficinas
durante horas, obligándolos a firmar un
documento de desistimiento a la afiliación
al sindicato.
“Los compañeros desesperaban pues ni siquiera les llevaban
agua; bajo estas presiones la mayoría
sucumbía”, señaló Álvarez.
Los trabajadores realizaron la denuncia ante el Ministerio de
Trabajo y la Procuraduría de los Derechos
Humanos, solicitando el reintegro de los 13
trabajadores despedidos y el reconocimiento
del SITRAPETEN como tal, a pesar de
que los empresarios se jactan de tener
compradas a las autoridades y por ende
tienen la certeza de que éstas actuarán
siempre en su beneficio.
“El resto de los compañeros, solidarizándose con la Junta
Directiva del sindicato en formación,
decidió parar las actividades el 13 de
febrero. Ese mismo día la empresa aceptó
firmar un acuerdo en el cual se comprometía
a reintegrar a los trabajadores despedidos y
a no tomar represalias en su contra; los
trabajadores, por su parte, se comprometían
a lo mismo. Cuando todo parecía estar dado
para que formáramos el sindicato en paz, la
empresa presentó una demanda contra los
trabajadores por paralizar las actividades
obstaculizando la distribución. Esto nos
costó una multa de 14.000 quetzales,
equivalente a 13 salarios mínimos
(1.800
dólares aproximadamente). La situación se ha vuelto insostenible”, subrayó el
secretario general.
En el correr de casi un año de iniciados los trámites para la
formación del sindicato, los trabajadores de
Distribuidora del Peten presentaron
cinco solicitudes ante el Ministerio de
Trabajo, todas fueron rechazadas con
diferentes y camuflados argumentos que
esconden -según consideran los trabajadores-
la connivencia de las autoridades nacionales
con los empresarios
Por su parte, David Morales, secretario general de
FESTRAS, comentó que “la Federación está
brindando asesoramiento organiza-tivo,
formativo y legal, al tiempo que realiza el
seguimiento de los acontecimientos,
denunciando la política antisindical de esta
compañía a nivel nacional, ante el
Ministerio de Trabajo y la Procuraduría de
los Derechos Humanos, y a nivel
internacional, ante la secretaría regional
de la UITA y la secretaría general en
Ginebra, la cual respondió
inmediatamente enviando una nota al gerente
general solicitándole que ponga fin a la
campaña sistemática de intimidación que
vienen llevando a cabo los mandos medios de
la Distribuidora del Peten”.
Aunque el nuevo gobierno asumió el pasado 14 de enero de
2008, el director general de Trabajo,
Rodolfo Colmenares, es el mismo que ha
estado en los últimos cuatro años, por
consiguiente la situación de los
trabajadores de Distribuidora del Peten
no ha reflejado solución.
“Esperamos que el cambio de gobierno venga acompañado de
soluciones concretas y que podamos formar
nuestro sindicato, según nos ampara la ley
en Guatemala”, concluyó Edwin
Álvarez.
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