Del 19 al
21 de abril 2010 se realizó en Riccione,
Italia, el XIII Congreso Nacional de la
Federación Italiana de Trabajadores del
Comercio, Turismo y Servicios (FILCAMS│CGIL).
Allí se analizó la situación actual y los
desafíos del sector.
FILCAMS,
afiliada a la UITA, es actualmente la
segunda organización por su número de
afiliados de la Confederación General
Italiana de Trabajadores (CGIL). Sobre el
Congreso, hablamos con Guglielmi,
directivo
nacional y coordinador de las Políticas
Internacionales de la Federación.
-¿Qué temas abordaron en el Congreso?
-El
XIII
Congreso de la FILCAMS
se desarrolló en el marco de la preparación
del
XVI
Congreso de la
CGIL,
con el objetivo de analizar las temáticas
específicas de un sector caracterizado por
una alta presencia femenina, por trabajos
por temporada, con una fuerte
subcontratación y flexibilización laboral.
En este sentido, el objetivo principal fue
la búsqueda de propuestas para garantizar
una mayor estabilidad en el empleo,
garantizar una capacitación permanente y un
salario digno durante los periodos en que no
se trabaja.
Finalmente, se trató de identificar los
procesos a implementar ante la crisis
económica y
se
eligió al nuevo Comité Directivo Nacional,
que quedó conformado por 187 delegados,
cien de los cuales son mujeres.
-¿De qué manera la crisis económica afectó
al sector terciario?
-Después del sector industrial hemos sido el
sector más golpeado por la crisis económica
y estamos trabajando en diferentes frentes.
La reactivación de la economía es muy lenta
y por el momento hemos logrado tutelar a los
trabajadores a través de los instrumentos
que existen en
Italia
en relación a la garantía del salario en
períodos de crisis.
Sin embargo, la situación se ha vuelto
dramática para los trabajadores y
trabajadoras que no tienen un contrato por
tiempo indeterminado.
-¿Cuál es la situación de los trabajadores
tercerizados y flexibilizados?
-Conmemoramos el 1° de Mayo junto con las
otras Confederaciones Sindicales en la
ciudad de Rosarno. Esta ciudad se ha
convertido en el símbolo de la lucha de los
trabajadores migrantes, sobre todo de
África, contra las organizaciones
criminales, coludidas con las prácticas del
caporalato (subcontratación).
En los últimos años ha habido un preocupante
incremento del trabajo precario, que muchas
veces se convierte en formas de esclavitud,
y es por eso que todas las Confederaciones
Sindicales se están ocupando de este grave
problema.
El año pasado, por ejemplo,
FILCAMS
participó en la iniciativa “Oro
Rojo”,
impulsada por la Federación de Trabajadores
de la Agro-Industria (FLAI │CGIL),
también afiliada a la
UITA,
para combatir situaciones de esclavitud en
la cosecha de tomates en Puglia, en el sur
de
Italia.
-En el Congreso participaron varios
representantes de la UITA ¿Cuál es su
importancia para la
FILCAMS?
-En nuestro Congreso hubo una destacada
participación de la
UITA:
su secretario general,
Ron Oswald;
el presidente del Comité Mundial Hotelero,
Norberto Latorre
y el secretario regional para América
Latina,
Gerardo Iglesias.
La
FILCAMS
está afiliada a la
UITA
y a UNI
Global, y también tenemos relaciones
bilaterales con organizaciones sindicales
europeas, latinoamericanas y africanas.
Para nosotros son muy importantes estas
relaciones y contactos, en el desafío de
construir una estrategia global ante las
empresas transnacionales. Con la
Central Unitaria de
Trabajadores
(CUT)
de
Brasil, por ejemplo, estamos
desarrollando un proyecto de investigación e
intercambio de experiencia sobre buenas y
malas prácticas laborales en
Italia
y
en
Brasil. En esta línea de acción,
FILCAMS
investigará el comportamiento
de varias empresas, como por ejemplo
Carrefour,
averiguando las condiciones de trabajo, de
salario y de libre ejercicio de los derechos
sindicales.
El objetivo es poder alcanzar 50 acuerdos
globales con empresas transnacionales en los
sectores donde operamos.
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