En el Consejo de Salarios
del área rural, faltaba el “humo blanco” en el Grupo Granja.
Al fin del plazo estipulado, las partes no se pusieron de
acuerdo y finalmente el Poder Ejecutivo votó junto con los
empresarios. González, secretario general del Sindicato
Obrero de Mi Granja (SIOMI) y secretario de Organización de
la Unión Nacional de Trabajadores Rurales Asalariados (UNATRA),
en diálogo con SIREL advirtió que “terminó la hora de la
negociación, ahora empieza el tiempo de la movilización”.
-¿Cómo fue el proceso en el Consejo de Salarios?
-Después
de tres meses de discusión en el Grupo Granja, prácticamente
sin presencia de los empresarios, el Poder Ejecutivo
resolvió votar con ellos.
-¿Cuál fue el principal desacuerdo?
-La
retribución del “peón jornalero zafral”, que comprende la
gran mayoría de los trabajadores rurales. Históricamente
siempre hubo un cierto porcentaje de diferencia entre el
salario de un peón fijo y el de un peón jornalero,
considerando que éste tiene un empleo eventual e inseguro.
Con esta disposición aprobada en el Consejo de Salarios, esa
relación cambió, y ahora un jornalero gana casi lo mismo que
un peón, cuando la zafralidad siempre se pagó más.
-¿Cuál fue el comportamiento de los empresarios?
-La
estrategia de la Asociación Rural fue no presentarse a
ningún Consejo de Salarios, pero esa decisión no fue acatada
por un par de Cámaras como la Citrícola, que se presentó con
una propuesta menor a la que adelantaba el Ministerio de
Trabajo. Pero esto ocurrió cuando apenas faltaban dos días
para el fin del plazo legal de las negociaciones, cuando ya
habíamos llegado a un acuerdo con el Ejecutivo de fijar el
salario de los jornaleros en 189 pesos diarios. Faltando dos
días la Cámara Citrícola apareció y propuso 175 pesos, a lo
cual contestamos que teníamos que discutirlo.
-¿Qué
decidieron al respecto?
-Hicimos
una contrapropuesta que consistía en dejar el valor de los
“jornales a la órden” –cuando no se trabaja por razones no
imputables al trabajador, como lluvia y otras- en 181 pesos
en lugar de 189. Pero el Poder Ejecutivo, en la persona del
director de Trabajo, Julio Baraibar, tomó los 181 pesos para
todo concepto, cambiando su posición anterior. Baraibar dijo
que si no aceptábamos ese valor, él votaría con los
empresarios, y así lo hizo y quedó documentado con el voto
contrario de los trabajadores. No entendemos cómo después de
proponer ellos mismos los 189 pesos y nosotros avenirnos a
eso, el Ministerio de Trabajo cambió su postura y votó con
los empresarios que no habían participado en la negociación.
-¿A
qué estiman que se debió ese comportamiento?
-El
Poder Ejecutivo nos argumentó que se trataba de razones de
estrategia política, ya que en los demás grupos del Consejo
de Salarios la Asociación Rural pateó la mesa y se negó a
firmar el documento final. Según nos explicaron, el
Ministerio tenía interés en dividir a los empresarios
logrando que uno de los sectores agroindustriales firmara un
convenio. Quienes pagamos el costo de esa estrategia fueron
los trabajadores de la granja.
-¿Ustedes están obligados a aceptarlo?
-Es un
decreto, no tiene remedio. En la medida en que no hay
acuerdo entre todas las partes, el Ejecutivo decreta el
aumento.
-¿Cuál es su vigencia?
-Es
retroactivo a enero pasado y, supuestamente, en julio habrá
un reajuste no negociado sino establecido por el Poder
Ejecutivo en función de la evolución del IPC y otros
parámetros, aunque ya se sabe que no podrá ser mayor al 4,7
por ciento.
-¿Ustedes fueron muy exigentes?
-Para
nada. Los del Grupo Granja, que reúne a la citricultura,
fruticultura en general, horticultura, floricultura, etc,
quedamos un 10 por ciento por debajo de las demás categorías
de trabajadores rurales. En el Grupo Ganadería se llegó a
firmar 200 pesos el jornal, y en el Grupo Forestación se
obtuvieron 211 pesos para el peón jornalero.
-¿Cómo tomó esto la gente, los afiliados?
-La
UNATRA tendrá una reunión recién a principio de junio en la
localidad de Joanicó, y la posición que llevaremos allí los
sindicatos afiliados a UITA es que el tiempo de la
negociación terminó; ahora llegó el tiempo de los reclamos y
las movilizaciones, tenemos que acordar un Plan de Acción.
Además, nos queda pendiente aún el tema de la duración de la
jornada de trabajo, que hasta ahora el Poder Ejecutivo no ha
logrado definir. La UNATRA se abocará a elaborar su propio
proyecto de ley para presentarlo al Poder Legislativo junto
al PIT-CNT. Tenemos en la Plataforma obtener la declaración
del 15 de setiembre como Día del Trabajador Rural, que sea
un feriado pago, y establecer una mesa cuatripartita con el
Banco de Previsión Social para empezar a discutir y definir
la adopción del Carné del Trabajador Rural.
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