La semana pasada los trabajadores de la
frutícola Mi Granja SA denunciaron ante el
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS)
el despido indirecto del total de la
plantilla de la empresa. Sirel dialogó con
Germán González, secretario general de la
Unión de Trabajadores Rurales y Afines del
Sur del País (UTRASURPA), para conocer el
origen del conflicto y su posible desenlace.
-¿Cuándo comenzó el actual el conflicto
en
Mi
Granja?
-Desde el 1º de junio la empresa no convoca
a los trabajadores para laborar. El pasado
sábado 6 solicitamos una audiencia de
carácter urgente al Ministerio de Trabajo de
San José, porque consideramos que con estas
acciones la empresa estaba incurriendo en
despido indirecto. Convocamos a todos los
trabajadores para que acompañaran a la
delegación que iría a denunciar este hecho
al Ministerio. Como no nos daban audiencia
hasta ayer, miércoles 17, el miércoles 10
ocupamos las oficinas del MTSS en San
José, para forzar a que nos otorgaran una
audiencia lo antes posible. Luego de esta
movilización acordamos una reunión
tripartita el jueves 11 de junio.
-¿Cuáles fueron los resultados?
-Luego de siete horas de negociación
logramos que la empresa reconociera a todos
los trabajadores como empleados directos de
Mi Granja, que se paguen los primeros
diez días de este mes como si se hubiese
trabajado y a partir de esa fecha (10 de
junio), pasar al seguro por desempleo hasta
el 1º de agosto. Cabe señalar que algunos de
los trabajadores no cumplimos con el mínimo
de jornales necesarios (250) para obtener el
beneficio del Seguro.
-¿Qué sucederá con esos trabajadores?
-La empresa propuso a esos trabajadores
tomar la licencia y luego de esos 20 días
reubicarlos en otros puestos dentro de la
empresa.
-¿Porqué se está dando esta situación? ¿Cuál
es el argumento de la patronal?
-La empresa argumenta pérdida de mercado en
las exportaciones debido a la crisis. Algo
que es real, ya que la producción no alcanzó
los niveles requeridos por los importadores
en esta zafra.
-¿Por qué consideras que ocurrió esto?
-Esta
situación es consecuencia directa del
conflicto que vivimos en mayo del año
pasado; la empresa envió a la totalidad del
personal al seguro de paro, en una época
fundamental para los frutales que es la de
poda. El conflicto de 2008 impidió que se
realizara el tratamiento adecuado de los
frutales y las consecuencias se vieron en
esta zafra. Los frutos no llegaron al tamaño
óptimo porque tampoco se realizó el raleo,*
entonces toda la fruta que se cosechó este
año tenía alrededor de 5 cm. de diámetro,
cuando el mínimo que se exige para la
exportación es de 7 cm. Toda la producción
de este año fue vendida para la industria de
jugos y dulces en el mercado interno. Esto
tuvo como consecuencia una merma importante
de trabajo.
-¿Esto se debe a una mala gestión por parte
de los directivos de Mi Granja?
-Sin dudas la empresa ha venido en franco
declive desde 2001, cuando fue adquirida por
capitales israelíes. En 1999, cuando aún
pertenecía a la Corporación Nacional para el
Desarrollo (CND), Mi Granja contaba
con 2.500 trabajadores. Actualmente, y en
períodos de zafra, apenas alcanzamos los 300
trabajadores. Un hecho reciente que
contribuye al deterioro de la empresa es que
están talando las denominadas “cortinas” que
son plantaciones de pinos y eucaliptus que
rodean a los frutales y los protegen, entre
otras cosas, de los factores climáticos como
heladas, granizo, etc. La tala es porque la
empresa está vendiendo madera al mercado
local. Esto sin duda va a tener un efecto
devastador para los frutales. Personalmente
considero que la empresa ve más rentable la
actividad forestal o la posibilidad de venta
a productores sojeros de la zona, que la
producción de frutales. Cabe señalar que
Mi Granja SA está en venta desde
principios de este año.
-¿Qué acciones tomaron ante esta serie de
decisiones de la empresa?
-Hemos denunciado ante el Ministerio de
Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP),
el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
(MTSS), la Dirección Nacional de
Medio Ambiente (DINAMA), Comisión de
Legislación del Trabajo, Junta Departamental
de San José. Hace un año que venimos
denunciado esta situación junto con la
UITA y la central de trabajadores PIT-CNT,
pero no hemos recibido ninguna respuesta, ni
se ha realizado ninguna acción para sanear
esta situación.
-¿Cómo evalúas el desenlace de este reciente
conflicto?
-En relación con la situación actual,
personalmente considero que este desenlace
no ha sido del todo satisfactorio ya que lo
ideal hubiese sido continuar trabajando y
que la empresa mejorase sus condiciones en
vez de deteriorarlas cada vez más.
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