El
sector de la producción de flores en Colombia es un reducto
de patronales antisindicales que, además, promueven falsas
cooperativas y sindicatos amarillos. En CI Bochica se formó
una subdirectiva del Sindicato Nacional de Trabajadores de
la Industria Agroalimentaria (SINTRAINAGRO) que fue barrida
de un plumazo. En diálogo con Sirel, Guillermo Rivera,
presidente de SINTRAINAGRO, anuncia que están siendo dados
los primeros pasos para lanzar una campaña internacional de
denuncia de esta situación.
-¿Cuáles
son los antecedentes de la actual situación en la empresa CI
Bochica del sector flores?
-Ya desde hace tiempo venimos informando que en esta empresa
se había conformado una subdirectiva de SINTRAINAGRO
y se logró afiliar a varios trabajadores y trabajadoras.
Como resultado de la presión y los sobornos distribuidos por
la patronal, esta subdirectiva no recibió la aprobación del
Ministerio de Protección Social (MPS), situación que
fue aprovechada por la empresa para despedir a la directiva
en pleno e inmediatamente a todos los trabajadores y
trabajadoras afiliados al sindicato. La negociación del
Pliego de Peticiones que había presentado el sindicato
quedó, de hecho, paralizada. A instancias de la denuncia que
se presentó ante el MPS, la empresa concurrió a
negociar a una mesa con representación de los trabajadores.
Mantuvo ese comportamiento durante 20 días sin aceptar
ninguna de las propuestas que se hicieron, entre las cuales
la principal era el reintegro de los trabajadores
despedidos. La semana pasada venció sin resultados concretos
el plazo de 20 días acordado legalmente para un posible
arreglo directo, ya que Bochica no admite ningún
reintegro y alega no estar en condiciones de ajustar
salarios en el marco de una Convención Colectiva.
-¿Qué
sigue después de este bloqueo?
-Ahora, como no tenemos gente dentro de la empresa no es
posible iniciar una huelga, por lo que debemos entrar en una
etapa en la que interviene un Tribunal de Arbitramento con
integración tripartita. Esto es totalmente desfavorable para
los trabajadores y trabajadoras, porque la política que han
implementado las empresas en estas situaciones ha sido la de
jugar con el plazo de seis meses que otorga la ley para
designar a la representación al Tribunal.
Cuando falta poco
para los seis meses las empresas nombran representantes que
renuncian el día anterior a iniciar el diálogo, ganando así
otros seis meses para designar una nueva representación.
Este recurso se puede repetir muchas veces buscando
desgastar al sindicato.
-¿Cuál
será la reacción de SINTRAINAGRO ante esta intolerancia?
-Estamos conformando una coordinación con la UITA para
lanzar una campaña de denuncia internacional, no sólo contra
Bochica, sino contra las productoras de flores en
general, ya que todas tienen el mismo comportamiento.
Pensamos que hay que hacer una campaña muy fuerte en los
países donde estas empresas exportan su producción,
esencialmente en Estados Unidos y Europa. Los
consumidores deben conocer la situación de persecución y
falta de garantías para el ejercicio de los derechos
sindicales que afecta a quienes trabajan día a día
produciendo las flores que salen de Colombia. Hemos
denunciado esta situación ante la OIT, ya que el
gobierno colombiano hace caudal a nivel internacional de que
acá existe libertad sindical, pero la realidad lo desmiente
completamente.
-¿Cuántas personas emplea el sector flores?
-Son unas 200 mil personas, de las cuales aproximadamente el
70 por ciento son mujeres. En Bochica hay 400
trabajadores y trabajadoras
-Han viajado a Colombia representantes del Congreso de Estados Unidos en
el marco de la negociación para la aprobación de un Tratado
de Libre Comercio entre ambos países. ¿Han podido ellos
constatar esta persecución?
-La institución ASOCOLFLORES, que reúne a las empresas
locales del sector, les organizó una “visita guiada” de sus
locales y les preparó encuentros con trabajadores y
trabajadoras integrados a sindicatos digitados por la
patronal a los que utilizan haciéndoles decir que allí no se
violan los derechos laborales. Les han mentido
descaradamente, porque estas empresas ni siquiera pagan la
seguridad social. Por eso queremos reunir las condiciones
para enviar comisiones nuestras a Europa y Estados
Unidos para ir a explicar cuáles son las condiciones
reales en las cuales son producidas esas flores que allí se
consumen. Tenemos videos y todo tipo de pruebas que muestran
lo que padecen los trabajadores y trabajadoras de la
floricultura en
Colombia. No usan ningún
tipo de protección ni seguridad en el trabajo, siendo que se
utiliza una gran cantidad de agrotóxicos. Hay trabajadoras y
trabajadores estériles, muchos con enfermedades crónicas de
la piel,
sin que haya una respuesta a las denuncias
que hacemos de forma permanente.
-La
pasividad del gobierno en este aspecto es total…
-A través del MPS el
gobierno es cómplice de todos estos atropellos y violaciones
a los derechos humanos y sindicales de los trabajadores y
trabajadoras, en beneficio y protección de las empresas.
Por eso precisamos presionar fuertemente
mediante una campaña internacional que dé a conocer a nivel
mundial los que ocurre realmente en este sector.
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