El
pasado 10 de setiembre se festejó en Argentina el día del
trabajador de la industria lechera, conmemorando la fecha
fundacional del sindicato que agrupa a todos los
trabajadores lácteos del país. La celebración tuvo además la
connotación especial de que ATILRA cumplía 60 años de vida.
Rel-UITA transcribe aquí parte del discurso de Ponce y una
entrevista realizada en esa ocasión.
“Claro que la historia comenzó a gestarse un
tiempo antes, en diciembre de 1941, cuando un grupo de
trabajadores pertenecientes a la entonces Quesería San
Carlos, situada en la localidad homónima de la provincia de
Santa Fe, se reunió con la finalidad de formar un sindicato
que tenía como objetivos prioritarios la revisión de los
salarios y la jornada laboral. Nacía así en aquel momento el
Sindicato de Queseros de San Carlos para pasar a denominarse
posteriormente Sociedad Unión Obreros Queseros de San
Carlos”, recordó Ponce en su discurso conmemorativo.
“Desde aquellos remotos momentos de principios de
la década del 40 hasta la fecha, mucha agua ha pasado por
debajo del puente. ATILRA vivió marchas y contramarchas,
muchas veces al influjo de factores exógenos que nada tenían
que ver con cuestiones institucionales internas –comentó
Ponce–. Otras veces, en cambio, hemos sido nosotros, los
trabajadores, que con nuestra activa participación nos hemos
convertido en actores y sujetos en la construcción y
desarrollo de nuestra asociación. Y también en algunas
oportunidades, hemos dejado nuestra organización a la
deriva, o lo que es peor aun, en manos de ineptos o
inescrupulosos. No nos olvidemos de que hasta hace muy poco
tiempo, existía en nuestra organización gremial la
concepción fatalista de que nada se podía hacer, y muchos
trabajadores y una gran parte de la dirigencia del país
enmarcados en esa actitud, habían adoptado la posición
facilista de cruzarse de brazos esperando que las cosas
sucedieran milagrosamente. Nosotros tenemos en claro que por
lo menos en materia laboral nada nos va a ser concedido
gratuitamente.
Por eso es importante –continuó Ponce– la
participación activa de los trabajadores en su sindicato,
aunque mal pueda pesarle a un sector reaccionario de nuestra
sociedad. Muchas veces cuando un trabajador no sindicalizado
pregunta: '¿Y yo qué gano con estar afiliado al sindicato?',
la respuesta necesariamente tendrá que ver con que la
dignidad no se cuantifica. El trabajador sindicalizado actúa
solidariamente, participa, custodia y merece.
Claro que la sindicalización también tiene una
concepción práctica y hasta utilitaria, y tiene que ver con
el enorme poder de negociación colectiva que tiene el
sindicato como tal y el nulo poder de negociación que tiene
el trabajador en forma individual. No necesitamos la
imposición de castigo alguno, ni el otorgamiento de dádivas
para cumplir con nuestros compromisos, porque lo que hemos
hecho sencillamente fue crear conciencia solidaria colectiva
e insertar a nuestros hombres en un proyecto común”, destacó
Ponce.
Al finalizar, el secretario general de ATILRA
transmitió de manera sentida dos agradecimientos: “El
primero, en nombre de todos los trabajadores lácteos y sus
familias, para una persona que trabaja con los necesitados,
para alguien que trabaja con los chicos, que nos permitió a
través de su persona llegar con nuestro plan ‘Cuenta
conmigo’ a los compatriotas con mayores carencias. A pesar
de las enormes dificultades que tenía para llegar a
Sunchales, hoy nos honra con su presencia; me refiero al
padre Luis Farinello.
Mi otro gran agradecimiento es para todos los
trabajadores lácteos del país y a sus respectivas familias,
por todo lo que han aportado, porque nos han acompañado
siempre en forma activa en los conflictos laborales en
distintas partes del país. A muchos compañeros que hoy están
presentes les consta que no hemos sido menos felices ni
hemos estado menos unidos que esta noche, en las
oportunidades cuando nos encontramos en extenuantes vigilias
en diversos conflictos laborales…”
-¿Qué significado tiene este aniversario
para el gremio?
-Tiene un significado muy especial, no solamente
por los 60 años de vida que cumplimos sino fundamentalmente
por cómo se encuentra nuestra organización. Hemos dado un
vuelco de 180 grados, tenemos una organización sindical
fuerte, unida, cohesionada, en movimiento, con un apoyo
constante de trabajadores y de dirigentes que se movilizan
por todo el país, que es el premio mas importante que pueda
tener la conducción.
-¿Cuáles son los planes a futuro?
-En principio movilizarnos por una nueva
recomposición salarial, desde que nosotros estamos en la
conducción –unos dos años– hemos logrado dos ajustes
salariales que sumados significaron un 90% de incremento en
los salarios básicos. Ahora vamos nuevamente a la mesa de
negociación con las cámaras empresarias, tratando de lograr
una nueva recomposición salarial que satisfaga los intereses
de todos los trabajadores del país.
-¿Cómo está funcionando la obra social?
-Está muy bien de salud (risas). Recibimos una
obra social desfinanciada por completo, con una deuda de más
de 7 millones de dólares en aquel momento. Hoy no tenemos
deuda, estamos cumpliendo con las prestaciones a lo largo y
ancho del país, y nuestra finalidad es no solamente
incrementar los servicios sino mejorarlos en cuanto a su
calidad.
-¿Cómo está la relación con los
empresarios en este momento?
-Tenemos una relación armónica con la gran
mayoría de los empresarios, principalmente con las empresas
que están nucleadas dentro del centro de la industria
lechera. Obviamente, estamos preocupados por la suerte de la
transnacional
Parmalat, luego del escándalo financiero.
Todavía no hemos tenido ningún sobresalto, pero seguimos
observando el proceso de venta y estamos atentos a lo que
ocurra. No podemos decir absolutamente nada, todavía no
hemos tenido un conflicto, pero es una empresa en
observación.
-¿Qué opina de la unión de la CGT?
-Mas allá de la visión crítica que tenemos con
respecto al nacimiento y de los proyectos que tiene la CGT
en el ámbito nacional, somos total y absolutamente
partidarios de la unificación de la organización sindical.
Entendemos que todos los dirigentes en el orden nacional
tenemos que hacer una autocrítica a los efectos de que la
unificación no sea formal sino verdadera. Nosotros esperamos
eso.
-¿Qué avizora para el futuro del país?
-Lo vemos con optimismo, y entendemos que en la
coyuntura hay sectores reaccionarios que le exigen más a
este gobierno de lo que pidieron a gobiernos anteriores, por
no decir que fueron cómplices de administraciones que
atentaron contra los intereses de los trabajadores.
Entonces, entendemos que mientras no se demuestre lo
contrario, el presidente Kirchner tiene nuestro apoyo, y
vamos a remar para pueda representar los intereses de los
argentinos en general y de los trabajadores en particular,
como creemos que puede hacerlo.
En Buenos Aires, Nelson Godoy
© Rel-UITA
10 de noviembre
de 2004