La
empresa decidió ayer cerrar todas las plantas del país. Ante
esta situación el Ministerio de Trabajo citó a una Audiencia
de Conciliación para el día de hoy. Sirel dialogó con Jorge
Campos,
secretario Gremial de la Federación Argentina de
Trabajadores de Aguas Gaseosas y Afines (FATAGA), para
conocer el impacto de esta medida que agrava el conflicto y
pone en peligro 800 puestos de trabajo.
-¿Cómo continúa la situación en Naranpol?
-Mal. Teníamos pactada una reunión para ayer 28 por la tarde
con los empresarios, que lamentablemente llegaron muy
ofuscados, con ánimo de provocar, lo que llevó a que no se
llegara a ningún acuerdo.
Es más, la situación se agravó ya que inmediatamente después
de la reunión, decidieron cerrar todas las plantas de
Naranpol
en el país hasta nuevo aviso.
-¿Qué argumentos dio la empresa para tomar una resolución
tan drástica?
-Según los empresarios, se sintieron intimidados por las
acciones tomadas por el gremio con anterioridad. Recordemos
que los trabajadores ocuparon las plantas como medida de
lucha porque la compañía adeuda salarios y entró
recientemente en “Concurso de Acreedores”, situación que
llevó a dejar sin validez los Convenios Colectivos de
trabajo.
Personalmente considero que esta es una artimaña más del
empresariado para cambiar el foco del conflicto. Ahora en
vez de discutir salarios, tendremos que negociar la
reapertura de las plantas y la reincorporación de los
trabajadores.
-¿Qué medidas seguirán?
-El Ministerio de Trabajo de la Nación, teniendo en cuenta
la dimensión del conflicto, donde peligran unos 800 puestos
de trabajo, citó a una Audiencia de Conciliación para el día
de hoy, así que aguardaremos el resultado de la misma para
tomar cualquier medida.
Por lo pronto estamos denunciando el conflicto por todos los
medios a los que tenemos acceso, en la búsqueda de encontrar
una solución favorable para todos.
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