Sobre el reciente convenio firmado entre el sindicato y la
empresa, Sirel conversó con José Modelski Junior, presidente
del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la
Alimentación de Serafina Corrêa (STIA) y dirigente de la
Confederación Nacional de Trabajadores en las Industrias de
la Alimentación (CONTAC).
-¿Cómo
es la relación entre la empresa y el sindicato?
-Tenemos una buena relación, lo que se discute en la mesa de
negociaciones es cumplido, claro que no resolvemos todos los
problemas, pero se puede decir que Perdigão tiene un
buen nivel de confiabilidad en ese sentido. Cabe destacar
que ésta, es una relación construida en base a muchas luchas
anteriores.
-¿Cómo
se desarrolló la negociación del convenio de este año?
-Luego de dos meses de negociaciones, la semana pasada
firmamos el convenio para este año.
-¿Qué
logros destacarías de este acuerdo?
-En la parte salarial, hace unos tres años, los sindicatos
hemos adoptado una política donde no sólo reclamamos la
inflación del período, sino también un incremento real en
base al crecimiento del Producto Bruto Interno del país. En
el último año, entre inflación y el PIB, se estuvo en
el entorno de un 11,3 por ciento, que fue el incremento
alcanzado en la negociación.
Este ha sido uno de los mejores acuerdos que hemos firmado en
Serafina Corrêa
y uno de los mejores a nivel nacional del sector.
-¿Qué
otros reclamos importantes destacas?
-Además del tema salarial nuestra pauta reivindica la
reducción de la jornada laboral para 6 horas diarias. Este
es un reclamo que está presente todos los años y que aún no
lo hemos logrado, pues es muy difícil negociar eso para una
sola empresa. Pero este es un proyecto y una lucha de todo
el movimiento sindical de Brasil.
Otra cosa por lo que estamos luchando es para implementar lo
que llamamos “Beneficio de Quinquenio”. Se trata de un bono
para aquellos trabajadores y trabajadoras con más de cinco
años en la empresa.
-¿Cómo
es el ritmo de trabajo en Perdigão?
-El ritmo de trabajo es el principal problema que enfrentamos
en la industria avícola en general y la empresa Perdigão
no escapa a ello.
La situación es insoportable y ello explica la altísima
rotatividad del personal.
-¿Los
trabajadores no aguantan?
-No. En muchas plantas la rotación mensual del personal viene
siendo un tema insostenible para las propias empresas. En
muchos casos, las avícolas deben salir fuera de las ciudades
donde tienen sus plantas, para contratar personal que
desconoce las inhumanas condiciones de trabajo en esos
frigoríficos.
-¿Qué
acciones ha tomado el sindicato frente a esta problemática?
-Como acción principal estamos denunciando este ritmo feroz a
nivel nacional e internacional, recientemente en Atibaia, en
São Paulo, realizamos el Encuentro Internacional de la
Industria Avícola. Allí surgió la idea de confeccionar
una carta que llevamos a la 2ª Conferencia Internacional
del Sector Carne de la UITA, que se realizó en Londres
el mes pasado. Con esto estamos presionando a las empresas y
al gobierno sobre el problema: la industria avícola está
dejando una legión de inválidos como consecuencia del ritmo
frenético de trabajo.
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