Coordinador de la Comisión Internacional de
la Unión General de
Trabajadores, Joseba es un “viejo” amigo de
la Rel-UITA y un destacado promotor de
nuestro Sirel. Lo conocimos en 1996, cuando
comenzaba sus labores auxiliando a Manuel
“Manolo” Bonmati, secretario de relaciones
internacionales de la UGT. En el marco de la
Conferencia contra la Impunidad, Sirel lo
entrevistó para conocer su opinión sobre
esta actividad y en relación a los desafíos
sindicales que comporta la presencia
creciente de las
transnacionales españolas.
-¿Cómo evalúas la Conferencia Internacional
contra la Impunidad?
-La Conferencia organizada por la
Confede-ración Internacional Sindical con
el apoyo de la ITF y la UITA,
entre otras organizaciones, fue muy
importante para posicionar el papel de los
sindicatos en la lucha contra la impunidad.
La impunidad en Guatemala alcanza al
98 por ciento de los casos y se menciona que
en el femicidio llega al 100 por ciento.
Ante esta situación, los sindicatos veníamos
reclamando enérgicamente la intervención a
diferentes autoridades nacionales e
internacionales, hoy nos alegra que las
Naciones Unidas hayan creado la Comisión
Internacional Contra la Impunidad en
Guatemala (CICG), algo muy positivo.
-Carlos Castresana, jurista y ex fiscal
anticorrupción en España, es el jefe de esa
Comisión…
-Es verdad, y para nosotros es un honor.
Castresana tiene una trayectoria firme y
comprometida en nuestro país desarrollando
el cuerpo teórico y jurídico que en su
momento permitió el enjuiciamiento a
Pinochet y fue, además, quien impulsó
las primeras denuncias en España
contra los represores argentinos.
-Galardonado con el Premio “Derechos
Humanos”, por la prestigiosa Asociación Pro
Derechos Humanos (APRODEH)…
-Premio que recibió justamente al promover
los procesos contra los responsables de la
detención ilegal y la desaparición de
personas durante las dictaduras militares en
Argentina y en Chile. Podemos
decir que la Comisión está en muy buenas
manos.
-Hablando de la lucha por los Derechos
Humanos, UGT tiene un rico historial donde
se destaca su compromiso solidario.
-La UGT, en sus 120 años de
existencia, ha aprendido muy bien el
significado y el alcance de la palabra
solidaridad. Por ello fuimos muy sensibles y
actuamos con decisión cuando el movimiento
obrero enfrentó a las dictaduras militares
que asolaron América Latina.
-Cuando comenzó a reorganizarse el
movimiento obrero en Uruguay ganándole
espacios a la dictadura militar, en la
puerta de la sede de la UITA, además de
nuestro logotipo, estaba el de la UGT.
Enildo Iglesias, secretario regional de la
UITA en aquel entonces, tenía la
representación de vuestra confederación y
ello fue un respaldo muy importante.
-Lo que narras habla de nuestro compromiso,
un acto de solidaridad donde nosotros
pudimos retribuir en parte, el amplio apoyo
que siempre ha recibido el movimiento
sindical español durante toda su historia.
-Volviendo al tema de la impunidad y la
discriminación sindical ¿cómo te sientes
cuando muchas de las transnacionales
españolas se caracterizan por violentar los
derechos sindicales y humanos?
-Nosotros estamos muy preocupados por el
proceder de las empresas transnacionales
españolas en América Latina. Estamos
preocupados porque en España esas
empresas están sindicalizadas. No queremos
aceptar que esas transnacionales ya sean
españolas, japonesas o estadounidenses,
hagan o pretendan hacer en los países donde
hay inversión directa, aquello que no se
atreven en su países de origen, dada la
relación de fuerza que imponen los
sindicatos.
Debemos reconocer que la
internacionalización del capital español es
reciente, sin embargo estamos llevando
nuestra cooperación sindical y estamos
empeñados en coordinar en el plano
informativo y en la acción sindical para
cambiar esas conductas antisindicales.
Nosotros tenemos una responsabi-lidad
añadida, como decía un clásico: las batallas
que no damos, se pierden. Las pierden los
compañeros en cada país, pero al final de
cuentas las perdemos todos. Si no realizamos
ante una empresa equis una acción
solidaria y contundente allá donde se
necesita, ya sea en Uruguay, en El
Salvador, en Guatemala,
acabaremos perdiendo todos. Esto es lo que
debemos tener claro.
-¡Vale!
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