Los obstáculos para llegar a este resultado han sido
innumerables, así como los métodos intimidatorios y
violatorios para que los trabajadores no se organizaran de
defensa de sus derechos, garantizados por el Código del
Trabajo y las leyes del país.
En el 2004, recién constituido el sindicato, el Secretario
general,
Luis Manuel Mejía ,
el Secretario de Organización,
Carlos Sanarrucia
y uno de los afiliados,
Horacio Ramòn Payán, fueron injustamente despedidos.
Comenzaba de esa manera una larga lucha para que cesaran los
despidos, para que se reconociera el derecho de constitución
del sindicato, para que las partes se sentaran a dialogar y
para que la Parmalat Centroamérica S.A. aceptara negociar el
Pliego Petitorio que llevaría a la firma de un histórico
primer Convenio Colectivo.
Los trabajadores, amparados en el fuero sindical, lograron
sentar a la empresa y comenzó una larga negociación para
llegar a la firma del Convenio Colectivo.
En Marzo del 2006, mientras se estaba desarrollando una
huelga general que paralizaría la actividad productiva de la
empresa, el Secretario general del sindicato “Armando Llanes”,
Luis Navarro, daba esta declaración a SIREL:
“Actualmente hemos negociado y firmado con la empresa todas
las cláusulas del Pliego Petitorio, pero todavía no lo hemos
finiquitado en el Ministerio del Trabajo para legalizarlo.
Una vez que firmemos y finiquitemos el Pliego Petitorio,
cuando ya hagamos el Libro del Convenio Colectivo,
desaparece un artículo que es el 376 del Código del Trabajo
que protege a todos los firmantes del Pliego Petitorio.
Una vez que desaparezca ese artículo, nosotros no tendríamos
un instrumento legal que le prohíba al empleador aplicar el
“despido sin causa justa” que es el artículo 45.
Ellos podrían aducir cualquier causal para despedirte y
sería una fuerte forma de represión laboral y de ilegalidad.
En el pliego hay una cláusula que por supuesto firmamos, en
donde se determinó que “cláusula firmada, cláusula
cumplida”. Nosotros no estamos obligados legalmente a
finiquitar, mientras que la empresa está obligada a cumplir,
porque ya firmó”.
Meses más tarde, Luis Navarro denunció que la empresa y
algunos funcionarios del MITRAB “están elaborando y
certificando el Convenio Colectivo sin la última revisión
nuestra y sobre todo, sin nuestra firma.
Tenemos la certeza de lo que estamos diciendo porque ya
miramos una copia del Convenio y muy probablemente lo
hicieron para darlo a conocer a nivel internacional y de su
jefatura, pero saben perfectamente que no va a tener mayor
implicancia y es otra forma de tratar de maquillar la
situación. Pueden perseguir otro objetivo, de evitarse la
introducción de un nuevo Pliego Petitorio en vista de que
prácticamente ha desconocido lo que nosotros queríamos.
Legalmente no va a tener valor, pero creemos que lo hayan
hecho juntando las diferentes cláusulas ya acordadas entre
la empresa y nosotros y certificándolas como si ya se
hubiera cerrado el Convenio. Esto pone de manifiesto que la
actitud verdadera de la empresa no ha cambiado para nada y
que está tratando de desmontar las condiciones organizativas
de disposición a la huelga general”.
Después de la celebración de la Asamblea General del
sindicato “Armando Llanes”, SIREL conversó con el
recién reelecto Secretario general, Luis Navarro,
para conocer como se llegó a la firma del Convenio
Colectivo.
-¿Cómo se solucionaron todos los problemas relacionados con
la firma del Convenio?
-Fue una maniobra legal que hizo la empresa y nosotros
accedimos a firmar en Julio de este año. Quedó la fecha
original de febrero de 2006, pero la firma final fue en
Julio de este año. Aportamos algunas modificaciones al texto
original que reunía todas las cláusulas acordadas con la
empresa y lo finiquitamos con las mejores intenciones, pero
actualmente lo que ya tenemos son violaciones a lo que
firmamos.
-¿Qué tipo de violaciones?
-En el informe que presenté a la Asamblea general del
sindicato hice un largo elenco de las violaciones que se
siguen presentando y en su momento vamos a ir denunciando
punto por punto lo que está pasando, porque la represión
continúa, como por ejemplo el hecho de trasladar a miembros
de la Junta Directiva de un cargo a otro sin su
consentimiento.
Estamos frente a diferentes violaciones como si el objetivo
del empleador fuera lo de querer imponer el hecho de que
ellos son los patrones y nosotros los empleados sin voz en
esto, como si quisieran despojarnos de nuestra inmunidad y
personería como sindicato, chantajearnos y despedirnos.
Lógicamente, mientras este empleador mantenga esta actitud
no va a haber paz en esta empresa.
-Hubo un momento en que no querían finiquitar el Convenio
por miedo a que les aplicaran el Art. 45 del Código del
Trabajo, “Despidos sin justa causa”, cosa que no podían
hacer mientras tanto estaban discutiendo el Pliego
Petitorio. ¿Por qué al final accedieron a firmar?
-Hicimos el gran esfuerzo de lograr mantener esta posición
por más de cinco meses para ver lo que pasaba y justamente
por el miedo a ser despedidos. Logramos mantener esta
posición, pero al final no podíamos seguir sosteniendo esta
situación porque teníamos un Convenio con compromisos
adquiridos por ambas partes y teníamos que terminarlo para
que fuera efectivo y para tener un instrumento legal que
podemos utilizar para defender nuestros derechos.
-¿Al final hubo despidos?
-Hubo despidos al desgrano. Están desgranando completamente
algunas áreas, como es el caso de Liquidación y mantienen un
sistema de contratación totalmente irregular, metiendo a
trabajar a la gente sin ni siquiera un contrato firmado y
sin ningún derecho para los trabajadores.
-¿Qué importancia tiene este Convenio?
-Es un primer paso en que se establecen las relaciones
generales y los parámetros de la relación entre el empleador
y nosotros. Nos costó muchos esfuerzos pero al final lo
logramos.
-Ahora el Convenio Colectivo tendrán que hacerlo respetar
frente a la nueva Gerencia. ¿Aún no hubo algún contacto con
el nuevo Gerente general?
-No ha habido ningún contacto y seguramente estaba esperando
esta asamblea y como pudiste ver la participación fue
masiva. Fue ratificada la nueva Junta Directiva, fortalecida
con nuevos miembros y eso viene a darle cuerpo y más fuerza
a nuestra organización sindical y como una muestra también
de que existe un interlocutor entre el trabajador y la
empresa que se llama Sindicato. No pueden seguirnos haciendo
a un lado y desconociéndonos. Esto debe de servir a la
empresa para que comience a respetar las normas
internacionales de la relación entre empleador y empleados y
nosotros nunca vamos a pedir nada que no sea un derecho.
Las leyes existen, pero ellos quieren imponer su ley, que es
la ley del más fuerte, la ley de la selva.
-¿Qué pasó con los miembros de la primera Junta Directiva
que fueron despedidos y que fueron objeto de una campaña
internacional para su reintegro?
-Les estamos dando seguimiento y los casos de
Luis Manuel Mejia y Carlos Sanarrucia están en Apelación en
la Corte Suprema de Justicia y
no vamos a descansar hasta que haya una resolución favorable
y que sean reintegrados en sus cargos.
-El próximo mes se vence la personería jurídica del
sindicato y tienen que renovarla en el MITRAB. ¿La presencia
del Ministro del Trabajo el día de hoy en la Asamblea
General podría ser un factor que agilice los trámites?
-Eso es lo que esperamos. Vamos a meter toda la
documentación y la ley concede al MITRAB diez días para
entregarnos la personería.
Ojalá sea un proceso serio, porque en el MITRAB hay también
personal corrupto y si uno no conoce sus derechos es posible
que se aprovechen y engaveten la resolución.
Tenemos el caso del Ingenio San Antonio, donde los
trabajadores han hecho cuatro o cinco intentos de formación
de un sindicato obrero y una vez que introducen la
documentación al MITRAB, la engavetan, informan a la empresa
de quiénes son las personas que se postulan para la Junta
Directiva y la empresa los despide y se acabó.
De esa forma han destruido cuatro Juntas Directivas. En el
Ingenio San Antonio, que es propiedad de la Familia Pellas,
hay sindicatos, pero son “sindicatos blancos” y no defienden
al trabajador, sino al patrón. A éstos sí que el MITRAB les
da permiso y les da la personería jurídica.
En el caso de nosotros esperamos que el MITRAB actúe como un
juez en la relación entre empleado y empleador, pero a veces
hay funcionarios que en lugar de ser imparciales favorecen
sólo a las empresas y golpean a los sindicatos.
Vamos a seguir en la lucha y vamos a seguir defendiendo
nuestros derechos, nada más que nuestros derechos.
En Managua,
Giorgio Trucchi
© Rel-UITA
28
de setiembre de 2006 |
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