El pasado 25
de febrero asumió la nueva directiva del Sindicato de
Trabajadores de la Industria de la Alimentación de Campinas.
Su flamante presidente, Marcos Araújo, nos comenta esa
jornada y los desafíos de su organización en un escenario
complejo.
-¿Cómo viviste la asunción de la nueva dirección del
Sindicato?
-Para quien no lo sabe, Melquíades Araújo, el
presidente saliente, es mi padre. Entonces asumo este cargo
con una doble responsabilidad: además de tomar un compromiso
con los trabajadores, tendré que mantener el mismo nivel de
eficiencia del antiguo presidente.
La ceremonia fue muy emotiva, realmente me emocioné mucho,
sobre todo en el momento en que Gerardo Iglesias,
secretario regional de la UITA, me entregó en nombre
de la Internacional una plaqueta alusiva a mi nuevo cargo.
Intenté controlarme pero la avalancha de emociones me ganó,
no esperaba este homenaje; estoy muy agradecido a la
Regional por este gesto.
-¿Cómo analizas la actual coyuntura sindical de Brasil?
-El escenario es complejo, sobre todo porque considero que
hubo cosas que debieron ser hechas y no se hicieron, y con
esto me refiero a que tuvimos durante ocho años un
presidente de la República que provenía del movimiento
sindical, con gran influencia en las centrales y sindicatos
de trabajadores y que pudo cambiar un sinfín de situaciones
para favorecer a la clase trabajadora, pero no lo hizo.
Entonces, ahora, con este nuevo gobierno que es la
continuidad del anterior, personalmente no tengo mucha
expectativa en que las reformas se efectúen si no luchamos
intensamente para alcanzarlas.
-El sector de la alimentación está con pleno empleo en
Brasil, ¿eso no es positivo
desde el punto de vista sindical?
-Por un lado sí, porque las empresas tienden a mejorar las
ofertas para atraer mano de obra y se mejoran las
condiciones para negociar, pero por otro, la rotatividad de
trabajadores y trabajadoras es tan grande, que dificulta el
trabajo sindical. Esa situación implica que estemos
recibiendo a diario en el Sindicato, decenas de caras nuevas
que están un tiempo y luego dejan su empleo.
Asimismo, el desafío pasa por concientizar y preparar a los
jóvenes para incorporarlos a las acciones del Sindicato. Por
eso aplaudo la idea de la Rel-UITA de impulsar un
programa de educación específico para jóvenes en este
año…¡Una necesidad que no podemos soslayar!
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