Luego de una
larga y desgastante reunión, se llegó a un acuerdo con la gerencia de Seara-Marfrig
y los trabajadores levantaron la huelga, retornando a sus tareas el pasado 24 de
julio.
Marcos Araújo,
presidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación de
Campinas (SITAC), que representa a los trabajadores del Centro de
Distribución de Seara-Marfrig, declaró a Sirel que luego de la
presión ejercida por la medida de fuerza de los trabajadores, la empresa cedió y
mejoró su propuesta.
“Tuvimos una
larga y extenuante reunión con los representantes de la compañía, pero
finalmente alcanzamos un acuerdo satisfactorio. La nueva propuesta -continuó
Araújo- contempla un reajuste salarial de 8 por ciento, retroactivo a abril
pasado; un vale-alimentación de 15 reales diarios hasta los días sábado, lo que
representa 360 reales más al mes (178 dólares aproximadamente); una canasta
básica de 100 reales (50 dólares aproximadamente), también retroactiva a abril,
y el compromiso de conformar una comisión bipartita que analice el tema del
convenio médico, pues con la fusión de empresas hay que evaluar cuál de los dos
planes es el más conveniente para los trabajadores y sus familias, si el de
Seara o el de Marfrig”, señaló.
Según el
dirigente, se garantizó además que no se descontarán los días de paralización y
que no habrá despidos de tercerizados.
Los trabajadores
paralizaron totalmente las tareas en el Centro de Distribución durante dos días
en los cuales se acumularon 600 toneladas de alimentos que no llegaron a los
locales comerciales del estado de San Pablo.
“En términos
generales fue un acuerdo satisfactorio, y gracias a la presión ejercida por el
Sindicato y por la UITA tuvo una rápida solución”, finalizó el presidente
del SITAC.
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