Los
trabajadores reivindican una carga horaria
máxima de 30 horas semanales y el pago por metro
en lugar de tonelada de caña cortada. 120 mil
cortadores de caña –70 por ciento del total–
podrían declararse en huelga. SIREL dialogó con
Miguel Ferreira, tesorero de la Federación de
los Empleados Rurales del Estado de São Paulo (FERAESP)
y secretario del Asalariado Rural de
Confederación Nacional de los Trabajadores en
las Industrias de la Alimentación y
Agroindustrias (CONTAC)
-¿Cuál es la situación actual
de la negociación
colectiva?
-La negociación colectiva de los cañeros comenzó con un
proyecto de la FERAESP basado en
solicitar un piso salarial constitucional de
1.620 reales (736 dólares). La primera instancia
de negociación tuvo lugar en Araracuara,
donde los cañeros estuvieron paralizados durante
14 días hasta llegar a un acuerdo el pasado
viernes 15 de junio, con vigencia de un año.
Lograron un salario base de 500 reales (230
dólares), el anterior era de 428 reales
(194 dólares), y un aumento de 3,5 reales (1,5 dólares) por tonelada
cortada de caña de azúcar. Con esto culminó la
huelga en tres de los ingenios que estaban en
conflicto. Todavía continuamos el proceso de
negociación en otros ingenios, los trabajadores
están en estado de alerta y los sindicatos de
cada ingenio están negociando y según el
resultado logrado determinarán si continúan
trabajando o van a huelga. Este proceso se da en
diferentes fechas por la cantidad de ingenios
existentes en el Estado, la siguiente instancia
de negociación será entre el lunes y jueves de
la próxima semana.
-Es sabido que en el sector de los cortadores de
caña se han producido un número importante de
muertes por el excesivo esfuerzo que realizan.
¿En la negociación colectiva, se está poniendo
énfasis en este tema?
-Está dentro de las reivindicaciones que la FERAESP ha
planteado, la reducción de la jornada laboral de
8 a 6 horas, pero no hemos tenido éxito en
ninguno de los acuerdos que se han firmado hasta
ahora.
-¿A qué se debe esta falta de éxito en un tema
tan importante?
-No hemos logrado comprobar científicamente que las muertes
ocurren debido al exceso de esfuerzo físico. A
través de la FERAESP comenzará, junto al
Instituto del Corazón (INCOR) un estudio
más profundo, con 15 trabajadores para comparar
cual es su estado físico antes y después de la
zafra, de esta forma pretendemos fundamentar la
solicitud de reducción de la jornada y del ritmo
de trabajo.
-¿Cómo percibes el ánimo de los trabajadores del
sector?
-Hoy los trabajadores son más concientes, están mucho más inmersos
en el sindicalismo brasileño, que ha dejado de
ser un sindicalismo de directivos para ser un
movimiento abierto a todos los trabajadores, que
debaten los temas dentro de las mismas
plantaciones. Esta nueva conciencia se viene
gestando desde la formación de la FERAESP,
anteriormente las decisiones las tomaban los
directivos de los sindicatos y los trabajadores
solo se entraban de los acuerdos una vez que
estos se habían alcanzado y a través de papeles.
En Montevideo,
Enildo Iglesias y Amalia Antúnez
© Rel-UITA
22 de junio de 2007