El pasado
jueves 21 la Federación Argentina de Trabajadores de Aguas Gaseosas
y Afines (FATAGA) firmó un acuerdo salarial en la rama de gaseosas
que supone un incremento del 32 por ciento, lo que significa casi el
doble de lo establecido en la pauta gubernamental. Sirel dialogó con
Pablo Quiroga, secretario Gremial y Político de la Federación, para
conocer los detalles del acuerdo
-¿Cómo
se llegó a este aumento tan importante?
-Se llega después de
meses de negociación, ya que habíamos iniciado los contactos con la
Cámara empresarial del sector en abril pasado. Recientemente, y ante
el bloqueo de algunas de las empresas que le daban largas a la cosa,
realizamos varias medidas de fuerza que, finalmente, ayudaron a que
llegáramos al final de la negociación con este incremento del 32 por
ciento que se integrará al salario básico a partir del 1º de octubre,
y hasta entonces se cobrará como una cantidad fija no remunerativa.
-¿Qué pasa después del 1º de octubre?
-Luego se seguirían
cobrando otras sumas no remunerativas hasta abril de 2008, fecha de
expiración del acuerdo. En ese momento, el salario inicial de un
trabajador o trabajadora del sector de gaseosas, sin antigüedad ni
categoría, rondará los mil dólares mensuales.
-¿Y a cuánto llegará el salario promedio?
-Teniendo en cuenta
los diversos factores de la ecuación, como la antigüedad y otros, el
salario promedio se ubicará en abril de 2008 en una base de entre un
20 y un 30 por ciento por encima de esa cantidad.
-¿A cuánta gente beneficia este acuerdo?
-Aproximadamente a
unas 12.000 personas.
-¿Cómo fue la negociación?
-Fue complicada por
momentos, ya que tuvimos que implementar varias medidas de fuerza
porque había algunos embotelladores que se oponían al aumento, hasta
que logramos el acuerdo.
-¿Cómo han evaluado este resultado?
-Lo estamos recién
llevando a las bases, pero lo vemos como bastante satisfactorio,
porque cuando nuestro secretario general, Raúl Álvarez,
comenzó su gestión, en 1996, el salario básico era en ese momento de
436 dólares. Quiere decir que en once años esta conducción ha
logrado un incremento salarial del 125 por ciento. Ésa ha sido
nuestra principal preocupación. Algunos otros puntos de negociación
han sido puestos por escrito con el compromiso expreso de hacerlos
avanzar en ocasión de la próxima ronda de negociaciones. En un país
con inflación lo más acuciante es el aspecto salarial.
Fue esencial también
la respuesta masiva de los compañeros y compañeras afiliados en
nuestras movilizaciones, así como el apoyo permanente de nuestra
Internacional, la UITA.
-¿Qué ramas quedan aún por negociar?
-Quedan
las ramas soda y jugos, pero allí la negociación está bastante
avanzada y esperamos obtener un incremento algo menor que en
gaseosas, en el entorno del 18 o 20 por ciento. Si todo continúa
como hasta ahora, es probable que a fin de mes ya estemos firmando
un acuerdo.
-¿Cuál es el estado de la industria?
-La tendencia
general de los últimos tiempos es de una actividad creciente.
Últimamente existen ciertas dificultades por la insuficiencia
energética que está atravesando el país, lo que está llevando a una
suerte de racionamiento de la electricidad y los combustibles. Si
una fábrica excede el consumo estipulado se expone a sanciones y
multas. Aparentemente esto podría durar todo el invierno, así que es
previsible que se presenten problemas serios en ese aspecto.
En Montevideo,
Carlos Amorín
©
Rel-UITA
3 de julio de 2007 |
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